Macrocentros de inoculación

Bomba de vacunas en EEUU

El estadio de los Yankees, los "bombarderos del Bronx', se transforma en uno de los macrocentros de vacunación masiva en EEUU

La Administración de Joe Biden se ha sumado a los esfuerzos estatales y municipales y empezará a operar también macrocentros

Aunque persisten problemas de suministro el ritmo de inoculaciones se ha acelerado y el 8,2% de la población ya ha recibido la primera dosis

El estadio de los Yankees, centro de vacunación

El estadio de los Yankees, centro de vacunación / EFE

Idoya Noain

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Destiny López llevaba desde el mes pasado haciendo llamadas y entrando en internet para intentar conseguir una cita de vacunación para su abuelo, Tereso Ávila, un septuagenario garifuna guatemalteco nacionalizado estadounidense, diabético y con la presión arterial un poco alta, pero no había tenido éxito. Desde el miércoles, cuando vieron en la televisión que iba a empezar a usarse el estadio de los Yankees como recinto masivo de vacunación para residentes del Bronx, Destiny siguió probando, pero tampoco consiguió cita. Así que este viernes, el primer día de operación del macrocentro, ella y el abuelo se fueron hasta allí.

Tras hacer una cola, un militar de la Guardia Nacional tomó los datos de Tereso, le hizo unas cuantas preguntas y le indicó por dónde entrar. Algo menos de media hora después, tras ser inmunizado “sin notar nada” y después descansar los 15 minutos de prescripción, el abuelo salía. Tenía en sus manos una cita para el día 26 para recibir la segunda dosis, en su solapa una pegatina donde se podía leer “vacuna de la esperanza” y, en la cara, satisfacción. “Me siento bien, me siento fuerte”, decía con una sonrisa.

Poco después aparecía allí mismo ante la prensa Bill de Blasio, el alcalde neoyorquino, que por un día se olvidaba de sus Mets y se ponía la gorra de los Yankees y hablaba de “un día histórico”. También comparecía el doctor Ramón Tallaj, presidente de SOMOS, una red de salud comunitaria. Y por la mañana había participado en un acto virtual el gobernador Andrew Cuomo. Porque ha hecho falta la cooperación de autoridades municipales y estatales, una empresa privada como uno de los gigantes de la liga de béisbol y de un grupo comunitario como Somos, además de la cooperación de la Guardia Nacional, para poner en marcha esta iniciativa que reconvierte el estadio de los bombarderos del Bronx en uno de los macrocentros de vacunación que se han convertido en escenarios fundamentales en EEUU en la lucha contra una pandemia que ha contagiado ya de covid-19 a casi 27 millones de personas y ha provocado cerca de 460.000 muertos.

Implicación federal

Se han creado espacios similares en otros estadios como el de los Dodgers en Los Ángeles. Y dentro de poco se abrirán también los primeros puntos de vacunación masiva federales en California, anticipo de una campaña en todo el país con la que la Administración de Joe Biden abandona la delegación prácticamente total en los estados que fue la política de vacunación de Donald Trump.

 Funcionarios de la Administración Federal de Gestión de Emergencia (FEMA) y de los Departamentos de Agricultura y Sanidad trabajarán en los macrocentros que se instalarán también en grandes aparcamientos, universidades y gimnasios. El Pentágono enviará a tropas en activo (de momento algo más de 1.000 soldados en lugar de los 10.000 que ha solicitado FEMA). Y efectivos de la Guardia Nacional ya están colaborando en 39 estados.

Ritmo creciente de vacunación

Todo contribuye a mantener el ritmo creciente de vacunación en Estados Unidos. Los problemas de suministro son reales en el país, como los frustrantes fallos organizativos que han hecho para muchos una pesadilla, o un imposible, conseguir citas. Algunas reglas siguen cambiando sobre la marcha y los datos no siempre cuadran. Pero se ha intensificado la inoculación. Ya a finales de enero se consiguió elevar la media diaria de vacunaciones hasta 1,3 millones. Un poco más del 8,2% de la población ha recibido ya al menos la primera dosis, el sexto porcentaje más alto del mundo. Y, según una información de Bloomberg, a principios de este mes el número de estadounidenses con las dos dosis inoculadas (33,9 millones) superó el de contagios detectados.