Generalitat y expertos llaman a la reclusión voluntaria contra el covid

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María Jesús Ibáñez

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A las puertas de la declaración de un nuevo estado de alarma en toda España y de un inminente toque de queda en Catalunya –ambas medidas podrían entrar en vigor entre este domingo y este lunes–, las llamadas que científicos, médicos y responsables políticos dirigieron este sábado a la población fueron firmes, y a la vez desesperadas: no existe mejor solución para poner freno a la expansión del coronavirus que la reclusión voluntaria. Quedarse en casa, aunque no sea obligatorio hacerlo.

De momento, para este domingo, a las 10.00 horas, está convocado un Consejo de Ministros extraordinario en el que el Gobierno central dará luz verde al estado alarma, la herramienta  que permitirá aplicar un confinamiento nocturno (o toque de queda) a aquellas comunidades autónomas que así lo consideren. Catalunya ya ha dicho que va a ser una de ellas.

"Hay que parar... Parar y reducir la movilidad y las relaciones sociales. Es el modo más eficaz de contener los contagios", había clamado ya el viernes el ‘president’ sustituto de la Generalitat, Pere Aragonès. La reflexión en voz alta del político se convirtió en una necesidad perentoria cuando Catalunya supo este sábado que en las 24 horas anteriores había habido 6.073 nuevos contagios (otro récord diario) y que el riesgo de rebrote se situaba en 713,37 puntos, frente a los 635,71 del día anterior.

La cifra total de casos era ya de 225.901 y la velocidad de contagio había ascendido al 1,5 . "Y la tasa de incidencia de las últimas dos semanas, el indicador que marca ese umbral al que nadie quiere llegar y que hace unos días nos escandalizaba porque en Madrid era muy superior a los 500 casos por cada 100.000 habitantes, se sitúa en este momento en Catalunya en 475", alertó Clara Prats, física e investigadora del Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC).

Fuera de control

"La epidemia está acelerada, la progresión de casos es ahora mismo muy difícil de controlar, estamos más cerca del descontrol que del control, diría yo", agregó el epidemiólogo del Hospital Clínic de Barcelona Antoni Trilla en una entrevista en Catalunya Ràdio.

"No nos podemos permitir un aumento de las muertes como ocurrió en la primera oleada, eso nos preocupa mucho", constató Trilla en una jornada que sumó 48 nuevos fallecimientos por covid en Catalunya (que eleva a 13.773 la cifra total de muertes por coronavirus). "Porque además los hospitales empezamos a sufrir presión asistencial, y la atención primaria, sobre todo, está ya muy saturada", prosiguió el especialista, que se mostró partidario de aplicar medidas "puntuales, selectivas, de duración determinada pero muy contundentes". El confinamiento, si llega, debería ser "de corta duración, pero intentando mantener por ejemplo las escuelas abiertas".

Medidas drásticas

"Hace dos semanas ya se vio que la situación iba a empeorar y ahora estamos detectando claramente el efecto multiplicador con el que se mueve el virus", prosiguió Prats, que mostró su preocupación porque algunas de las últimas recomendaciones hechas por la Generalitat, que entraron en vigor el 16 de octubre, parecen no haber sido asumidas todavía por la población.

"Los datos dicen, por ejemplo, que la petición a las empresas de que aplicaran el teletrabajo no se ha seguido de forma generalizada", indicó. "De haberse implantado, habríamos visto un descenso de la movilidad y lo que vemos es que estamos en cifras muy similares a las de principios de septiembre, cuando ya estábamos trabajando", señaló la biofísica, también en declaraciones a Catalunya Ràdio.

Hacen falta, concluyó, "medidas más drásticas, porque todo apunta a que la situación empeorará todavía más los próximos días". Entre las restricciones sobre la mesa está el toque de queda, o lo que es lo mismo, el confinamiento en casa de todos los ciudadanos, salvo servicios esenciales, previsiblemente entre las diez de la noche y las seis de la mañana del día siguiente. El Govern, que se reunió ya el viernes de forma extraordinaria para solicitar al Ejecutivo central la declaración del estado de alarma, aún no ha puesto hora a la reunión del Procicat que debe aprobar la medida, pendiente de la resolución del Consejo de Ministros de este domingo.