Aglomeraciones en pleno repunte

La Guardia Urbana disuelve una celebración en una parroquia de Barcelona

Los Mossos clausuran una fiesta en una masia de Tarragona y un botellón en el Mirador de Torre Baró

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Guillem Sànchez

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La segunda jornada sin bares en Catalunya se ha saldado con más sanciones que la primera. La cifra de ciudadanos sorprendidos en botellones o fiestas que no cumplen las medidas sanitarias para reducir el riesgo de contagio de coronavirus ha aumentado en comparación con la noche anterior, la del viernes. Uno de los casos más llamativos se ha dado en una parroquia de Barcelona, un lugar del que la Guardia Urbana desalojó a casi 200 personas que participaban en un mercadillo celebrado en el interior del recinto religioso. 

Según las imágenes que captaron algunos testimonios, el 'mercadillo' organizado en el espacio de la parroquia de Sant Fèlix en la calle de Sardenya se parecía bastante a una fiesta al aire libre, con bebidas y música en directo, en la que charlaban animadamente –y sin mantener la distancia de seguridad– más de un centenar de asistentes. Según fuentes municipales, la policía obligó a los presentes a abandonar el recinto pero no interpuso ninguna sanción.

Celebración en una parroquia de Barcelona

Celebración en la parroquia de Barcelona.  / periodico

Esta parroquia cede su espacio para numerosas actividades religiosas y culturales que llevan a cabo vecinos del barrio y que no organizan los responsables del lugar. 

Macrofiesta en una masia

Los Mossos d'Esquadra, por su parte, clausuraron una fiesta en una masia del Catllar (Tarragonès) que pretendía alargarse durante 48 horas. Los organizadores habían lanzado una convocatoria por las redes sociales que atendieron 130 asistentes y que fueron sancionados. La policía catalana, también la madrugada de este sábado, disolvió un botellón montado en el Mirador de Torre Baró (Barcelona) y multó a las 75 personas que se habían reunido para beber en este espacio. 

Ambas han sido las concentraciones más numerosas en las que ha intervenido la policía autonómica en la segunda jornada sin bares tras el cierre de 15 días decretado por la Generalitat para contener el repunte de nuevos casos. La Guardia Urbana de Barcelona, además del caso de la parroquia, multó anoche a 37 personas por participar en botellones y evacuó a un total de casi 600 personas en diversas concentraciones de riesgo.