ciencia contra el virus

Italia comenzó la primera fase de ensayos de su vacuna en humanos

El primer voluntario, cuya identidad no se ha revelado, es una mujer de Roma de 50 años

coronavirus-vacuna-reuters

coronavirus-vacuna-reuters / periodico

Rossend Domènech

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"No queremos llegar como primeros, sino bien". Con estas palabras, Giuseppe Ippolito, director científico del hospital romano Spallanzani, especializado en enfermedades infecciosas, anunció este lunes el comienzo de la llamada fase uno de la experimentación en seres humanos de una vacuna contra el coronavirus. "Si todo funciona bien, la tendremos en primavera", añadió Francesco Vaia, director sanitario del centro.

El primer conejillo de Indias de la vacuna italiana ha sido una mujer de unos 50 años, que formaba parte de las 40.000 solicitudes recibidas y de las que se seleccionaron 90. "Estoy emocionada y orgullosa, espero poder ser útil a nuestro pueblo", dijo. Tres horas después de la inyección, añadió. "Deseo que mi disponibilidad pueda ayudar a salvar vidas y que las personas sean cada vez más responsables para no poner en riesgo a si mismos y a los demás", dijo.

A partir de este lunes, serán necesarias 24 semanas para completar la fase uno, que informará a los investigadores sobre los eventuales efectos colaterales de la vacuna y si produce anticuerpos y por consiguiente inmunidad.

Las fases dos y tres serán realizadas en países como México y Brasil, "donde la virulencia del virus es más alta que en Italia", según dijeron los responsables del Spallanzani, que añadieron: "Si lo hacemos bien y somos rápidos, terminaremos la experimentación antes de fin de año y en primavera tendremos la vacuna comercial", que debería tener un precio de pocos euros.

"Disponer de una vacuna italiana significa no ser esclavos y siervos de otros países que dirán ‘yo llegué antes’ ", subrayo Ippolito.

Noventa voluntarios

En la puesta en marcha de la fase uno, estaba presente Nicola Zingaretti, presidente autonómico de Lazio (Roma), región que, junto con el Consejo Nacional de Investigaciones (Cnr), equivalente al español Consejo Superior de Investigaciones Cientificas, ha financianciado la investigación con ocho millones de euros.

Los 90 voluntarios seleccionados para la investigación han sido distribuidos en dos grandes grupos: el primero comprende personas de entre 18 y 55 años y el segundo de entre 65 y 85 años. Cada grupo está subdividido en tres subgrupos, que recibirán tres dosis sucesivamente crecientes de vacuna. El protocolo a seguir ha sido preparado por la Agencia Italiana del Fármaco (Aifa). A partir de este lunes, cada cuatro días otros dos personas recibirán "el fragmento de virus" inoculado a la cincuentañera hasta alcanzar los 90 voluntarios.

La vacuna se basa en un virus inofensivo e incapaz de multiplicarse. El mismo es usado como lanzadera para transportar hasta dentro de las células del cuerpo humano la "información genética" (una proteína llamada Spike), que es el instrumento que el CoV2 (popularmente conocido como covid 19) usa para entrar en las células. El virus-trasbordador es de origen animal y forma parte de la misma familia del virus de la gripe.

Una vez dentro de la célula, aquella proteína Spike debería estimular las células a "producir la enfermedad" y por consiguiente a provocar la reacción del organismo, los anticuerpos.

Si el hospital romano Spallanzani es la cara visible de la vacuna Italia anti-Covid, hay que salir hasta la larga periferia de Roma, en dirección de Nápoles, para encontrar lo que algunos llaman la Silicon Valley anti-Covid de Italia. Entre centros comerciales, casas endosadas, parques de atracciones y avenidas con bares y restaurantes que más parecen de una periferia estadounidense, se levantan numerosos centros de investigación farmacéutica e los que trabajan una mayoría de treintañeros, la mayor parte mujeres.

Entre otras está, la Irbm que trabaja con los científicos de Oxford (Gran Bretaña) para otra vacuna contra el coronavirus, la mutinacional británica Astra Zeneca que ha anunciado 400 milones de vacunas para este septiembre y la ReiThera, que ha puesto en marcha la "lanzadera" del Spallanzani y que, paradójicamente, tiene un problema. Frente a lo que mundialmente comportará descubrir una vacuna antiCovid, la industria, que podrá producir 10 millones de dosis por mes, tiene dificultades en encontrar, en el mercado mundial, tales cantidades de ampollas monouso.