la receta del sentido común

"Ahora mismo, nadie en su sano juicio llevaría a un niño a un supermercado"

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Valentina Raffio

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Los más pequeños llevan más de un mes y medio sin pisar la calle. Ellos fueron los primeros en empezar el confinamiento. Y los únicos que no han tenido ocasión de  tomar el aire, aunque sea para salir a hacer un recado. Ahora, mientras todo apunta a que la pandemia de covid-19 empieza a remitir, las medidas de desconfinamiento empiezan poniendo su foco en las necesidades de los chavales. La primera propuesta planteada para volver a pisar la calle planteaba que los menores de 14 años pudieran acompañar a sus padres en las tareas ya previstas por el estado de alarma (como ir al supermercado, a la farmacia o al banco). En un primer momento, los expertos consultados sobre esta decisión han reprochado que exponer a los pequeños a este tipo de entornos conlleva más riesgos que beneficios. Pero ahora parece que el guión ha cambiado. Sanidad ha rectificado y ha anunciado que, a la espera de que se publiquen todas las medidas planeadas, los niños sí podrán salir a pasear a la calle

"Tomar medidas para aliviar el confinamiento de los niños es lógico porque ellos fueron los primeros en empezar esta cuarentena y, aunque en general lo están llevando bien, no podemos esperar a que la situación vaya a peor para empezar a plantear acciones", explica Roger Ballescà, coordinador del comité de Infancia y Adolescencia del Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya. La carga de estrés a la que se enfrentan los más pequeños en estos días, explica, depende del contexto de cada familia. No es lo mismo un niño que esté pasando la cuarentena en un entorno familiar acogedor y con mucho espacio para jugar, que un niño que lleve dos meses encerrado en un piso pequeño y sin luz, por ejemplo. Estos últimos sí necesitan empezar a respirar aire fresco lo antes posible. "Si el objetivo es aliviar el estrés de los infantes, la mejor opción hubiera sido plantear la posibilidad de salir a pasear, no la de ir a un súper", comenta Ballescà.

"Ahora mismo, nadie en su sano juicio llevaría a un niño a un supermercado o a una farmacia. Todos sabemos que cuando salgan van a querer tocar las cosas, chuparlas… Y eso es un peligro. Más en lugares que, hoy por hoy, concentran a muchas personas y pueden ser críticos en el aumento de los contagios. No es necesario y no es lógico llevar a un niño allí", explica Gemma del Caño, divulgadora científica dedicada, en estos últimos tiempos, a explicar cómo protegerse para evitar un eventual contagio de covid-19, ya sea recordando cómo mantener el distanciamiento social en las salidas del hogar o cómo utilizar los elementos de protección disponibles de manera correcta. "Si ya nos cuesta controlar nuestras propias mascarillas, la distancia de seguridad y las demás medidas de prevención, ¿cómo vamos a controlar que los niños también lo hagan?", reflexiona del Caño sobre la primera propuesta de desconfinamiento infantil divulgada esta mañana.

Prudencia y sentido común

"Empezar el desconfinamiento por las personas jóvenes y sanas es la mejor manera, ya que son las que menos riesgo tienen de presentar complicaciones ante una eventual infección de covid-19", explica Valentí Pineda, pediatra infectólogo y presidente de la Societat Catalana de Pediatria. Aun así, ahora mismo es difícil especular sobre cómo habría que proceder, dado que apenas existen precedentes en los que basarse. "No sabemos el efecto exacto de cada medida. Ni qué pasará de aquí cuatro días. Así que lo único que podemos decir es que hay que aplicar el sentido común, mantener las medidas de prevención y actuar según vaya evolucionando la situación", añade. 

Sea como sea, ante el inminente inicio del desconfinamiento de los más pequeños, cabe recordar que el debate nada tiene que ver con el riesgo al que se exponen los infantes. "Por suerte, los niños no son población de riesgo. Y no tenemos datos que demuestren que son los principales vectores de la enfermedad", recuerda Pere Soler, pediatra de la Unidad de Enfermedades Infecciosas e Inmunodeficiencias Pediátricas del Vall d'Hebrón. 

Ahora mismo, ante la incertidumbre que genera una enfermedad de la que hace apenas dos meses no sabíamos nada, es importante "no lanzar mensajes categóricos sobre algo que, ahora mismo, no podemos demostrar". Y, a partir de ahí, actuar con sentido común. "Está claro que, puestos a elegir, tendría más sentido permitir un paseo donde toda la familia permanezca separada del resto a una excursión al supermercado en la que sí o sí entrarás en contacto con otras personas", valora el pediatra apelando, una vez más, a actuar con prudencia y responsabilidad.