Los confinados en la Conca d'Òdena fabricarán sus propias mascarillas

En cada situación de crisis, por dramática que sea, algunas personas se sobreponen para descubrir una oportunidad. En Igualada han sido los responsables de la empresa local de ropa deportiva Elements quienes se han decidido a poner cara a la solidaridad en tiempos difíciles. La firma disponía de un estoc de un material convertible en mascarillas sanitarias que fue adquirido hace dos años para vestir a un club deportivo y que por razones de anulaciones de pedidos de aquella época política quedó sin utilizar.

No hay mal que por bien no venga, debió de pensar Antoni Riera, dueño de la empresa, hoy ya jubilado, al ver la idoneidad de aquel tejido de poliamida, impermeable, pero transpirable, para fabricar mascarillas, un bien más inexistente que escaso en la cuenca de Òdena. Dicho y hecho, la empresa ha lanzado hoy mismo una llamada a los ciudadanos solidarios de la zona confinada para facilitar las piezas de las mascarillas cortadas en paquetes de 50 unidades, con el objetivo de que en los domicilios se cosan y rematen. El paquete volvería después a Elements para ser distribuidos según la urgencia a centros hospitalarios, residencias sanitarias y farmacias.

La iniciativa solidaria, que en el primer día ha tenido ya la respuesta de decenas y decenas de voluntarios, es absolutamente altruista, gratuita, nadie cobrará nada por cada mascarilla. El único negocio será la salud de un territorio castigado. “En esta situación de grave emergencia, no hay cosa mejor que sentirnos útiles, como se sentirán las personas que estén cosiendo las mascarillas en sus casas”, destaca Riera. La confección de las prendas deportivas de la fábrica se realiza en talleres externos, la mayoría de fuera de la zona confinada, pero incluso en ese problema ve ventajas el dueño de Elements a la hora de coserlas en casas: “Es incluso mejor, porque esta solidaridad entre ciudadanos nos hará sentir mejor a todos”.

Es evidente que el producto final no contará con las homologaciones de rigor, porque no hay tiempo, por ahora, pero el producto cuenta con las garantías necesarias de cuantos expertos sanitarios lo han estudiado. Riera precisa que el hecho de ser impermeable garantiza que el virus no puede entrar ni salir, pero permite la transpiración. Justo lo necesario para cumplir el cometido de proteger a las personas. Y no solo eso, el material permite ser reutilizado, ya que puede ser lavado a 40º con soluciones jabonosas.  

Numerosos ciudadanos, incluso de fuera de la cuenca de Òdena, se han ofrecido ya para ofrecerse de voluntarios y han colapsado con su respuesta a la propia empresa, aunque serán los confinados quienes las confeccionen. Una de las primeras voluntarias, si no la primera, ha sido Ariadna Font, 25 años y experta en control de alimentación, que ya hacía días que le daba vueltas a la idea sobre qué podría hacerse de utilidad durante el confinamiento. Siempre le ha gustado coser y, al conocer este miércoles la propuesta, se puso de inmediato al servicio de la iniciativa. Ofrecía sus manos, su voluntad y su máquina de coser, pero necesitaba algo más, una máquina overlock, para costuras especiales. Después de dar la alerta de su necesidad a través de llamadas a conocidos y mover los grupos de WhatsApp, Ariadna, satisfecha y emocionada, nos explica que ya dispone de la máquina idónea.

Este jueves será la primera en presentarse en Elements para recoger el material y confeccionar sus primeras 50 mascarillas solidarias. Como ella, decenas de igualadinos solidarios ayudan a sostener e incluso elevar la moral de una población que vive el sexto día de confinamiento envuelta en la lluvia de malas noticias y peores cifras por coronavius. Y justo el día en el que el alcalde de Igualada, Marc Castells, denuncia que un pedido de 4.000 mascarillas para el Hospital de Igualada están paradas en Madrid.