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Una oenegé busca familias para acoger a jóvenes migrantes en casa

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zentauroepp49612298 sociedad projecte acull menas190829182443 / PUNT DE REFERÈNCIA

Elisenda Colell

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La entidad social Punt de Referència, que trabaja para que los jóvenes extutelados se puedan emancipar, busca seis familias que estén dispuestas a acoger y ayudar a la integración de jóvenes migrantes sin referentes familiares, 'exmenas', que han tenido que dejar los centros de menores al haber alcanzado la mayoría de edad. La oenegé también constata que faltan viviendas para decenas de chicos cuando cumplen los 18 años, y que muchos se ven obligados a acabar en la calle.

Se trata del proyecto Acull, que la entidad ya lleva más de 10 años desarrollando. Las familias dispuestas dan un hogar a estos chicos, mientras que la entidad se ocupa de formarles y darles una salida ocupacional a diario a través de un plan de trabajo. Además, Punt de Referència se reúne periódicamente con las familias acogedoras y les asesora. La estancia en casa dura nueve meses, aunque sí las dos partes así lo acuerdan, se puede prorrogar durante nueve meses más. 

"Están lejos de su familia, sí que tienen amigos, pero les faltan referentes adultos a los que seguir de ejemplo", constata la coordinadora del proyecto, Laura Terrades. Y es que en muchos casos ven como a los menores, algunos acabados de salir del sistema de protección sin papeles, tienen muy pocas oportunidades y una fuerte sensación de soledad. "Tienen que pasar el duelo migratorio, digerir que las expectativas que se crearon no son reales, buscar su identidad y luchar por los pocos recursos que hay", todo ello, lejos de su red de conocidos, en muchos casos, destaca la entidad. 

A diferencia de estar en un recurso pensado solo para ellos, el hecho de vivir en casa de familias de aquí les ayuda en varios motivos. "Primero porque la integración en la sociedad catalana se acelera, pero también les pueden ayudar a conocer otra gente que quizá les pueda dar trabajo o encontrar una vivienda", explica Terrades.

Pero no solo ellos salen ganando. "Las familias que ya han participado en el proyecto descubren otra realidad, otras maneras de hacer, les dan amplitud, otra visión del mundo y de la realidad", asegura la responsable, teniendo en cuenta el feedback que han recibido de las 53 familias que han participado en otras ediciones. Los únicos requisitos, para quien quiera formar parte de la incoativa, vivir en el área metropolitana y tener una mínima sensibilidad.

Un sistema que no da alternativas

A lo largo de los últimos años han sido centenares los jóvenes migrantes solos que han tenido que salir del sistema de protección de la Generalitat con una mano delante y otra detrás. Unos viven en la calle y aprenden lo peor de ella, otros en pisos okupas y unos pocos tienen la suerte de tener ayudas y vivir en pisos de inserción social. "El sistema no estaba preparado, no hay suficientes recursos para todos", se queja Terrades. Y la competencia por los pocos recursos, avisa la entidad, afecta el estado emocional de los jóvenes. 

Sin embargo, Terrades cree que es esencial que se encuentre una forma de acogerles. "Se merecen trayectorias de calidad y oportunidades, y para ello necesitaríamos al menos tres años para ayudarles a tener proyectos de futuro reales". Aunque ahora, constata, ni las oenegés tienen este tiempo. "Las entidades estamos yendo a mínimos", sentencia.