Afectados por el incendio de la Ribera d'Ebre: "Estamos muy bien atendidos pero esto es muy duro"

El gimnasio de un colegio de Flix ha acogido a medio centenar de personas, de todas las edades y de seis nacionalidades diferentes, mientras han durado las labores de extinción del incendio de Ribera d’Ebre. Algunas ya han ido abandonando este centro escolar, convertido en un albergue improvisado con la inestimable ayuda de la dirección de la escuela, vecinos y Cruz Roja. El domingo al mediodía quedaban 18 personas. Una de ellas es Pauline, de nacionalidad inglesa. Ella lleva desde el miércoles en este colegio de Flix con su familia y sus perros. Su finca está situada en La Palma d'Ebre: "Estamos muy bien atendidos pero esto es muy duro. Con un poco de suerte podremos volver esta misma tarde a nuestra finca". Otra británica, que prefiere no dar su nombre, se muestra mucho más afectada que Pauline. Apenas puede hablar. De hecho, prefiere no comentar nada del incendio delante de sus dos hijos, que juegan como si nada hubiera pasado con voluntarios de la Cruz Roja. Ellos no lo saben, pero han perdido su casa. 

Natalie y Thierry han tenido más suerte. Esta pareja lleva dos años viviendo en una casa autosuficiente en Boveres, pegada a Flix. Aunque su pequeña finca ecológica parece estar fuera de peligro, alejada de las llamas, estos días han dormido en el colegio con otros evacuados por mayor seguridad. “Algunas carreteras están cortadas pero tenemos un permiso para acercarnos y alimentar a nuestros animales”,Miquel Alonso