Violencia contra la infancia, un mal endémico

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violencia-save-the-children / Eva Filgueira

MIREIA RECASENS. SAVE THE CHILDREN

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Otro caso más. Otro caso de violencia contra la infancia. Marina y Alejandro, de 8 y 13 años, murieron esta semana presuntamente a manos de su padre en Getafe, que posteriormente se suicidó arrojándose a las vías del tren. Hace sólo unas semanas conocíamos la muerte de Gabriel de 8 años, asesinado por la pareja de su padre en Níjar. También esta semana nos enterábamos del caso de una menor de 16 años que fue violada por dos hombres en un aparcamiento de Barcelona. Demasiado a menudo vemos en los medios de comunicación casos como estos. Casos de violencia contra los niños y niñas. ¿Qué más tiene que pasar para que nos demos cuenta de que no se trata de situaciones puntuales si no de un mal endémico en nuestra sociedad?

En lo que llevamos de año al menos siete menores ya han perdido la vida por causas violentas, entre las que se incluyen la violencia machista o el suicidio por acoso escolar. Las muertes de niñas y niños son el impacto más visible de este mal que se cuela en todos los ámbitos de la sociedad, pero desgraciadamente sólo representan la punta de un iceberg cada vez más grande. Los niños son los más vulnerables a situaciones de maltrato, acoso escolar, ciberacoso, agresiones y abusos sexuales. El hogar es el ámbito donde más niños sufren violencia. En lugar de ser protegidos por su entorno familiar, miles de niños son maltratados. El año pasado, ocho niños murieron por violencia de género y 24 quedaron huérfanos por el asesinato de sus madres. 1 de cada 2 víctimas de abuso sexual es menor de edad y 1 de cada 10 alumnos sufre acoso en el ámbito escolar. 

Cada vez que un niño muere por causas violentas, es abusado, maltratado o humillado es la sociedad en su conjunto que falla. Falla porque no hemos sabido actuar antes de que esto pasara.

Pero podemos hacerlo ya que las evidencias demuestran que, si se establecen mecanismos de prevención, detección y atención adecuados a las víctimas de violencia, los casos se reducen significativamente. Por eso es necesario contar con una ley que proteja a los más pequeños de todas las formas de violencia. Pero para ello hace falta voluntad política. Y de momento no la hay. La Ley para la erradicación de la violencia contra la infancia tiene que ser una realidad porque los niños y niñas ya no pueden esperar más. El consenso existe, todos los grupos políticos apoyaron su aprobación, sólo hace falta que el Gobierno priorice a la infancia para acabar con esta lacra social de una vez por todas.

Si queremos una sociedad libre de violencia contra las niñas y niños tenemos que empezar ahora mismo. Por eso desde Save the Children tenemos en marcha una petición de firmas en www.losultimos100.org para reclamar que el primer paso que se tiene que dar es el de aprobar esta ley y porque no queremos que más niños sufran en silencio una violencia que entre todos podemos prevenir.