"Tengo que salir una hora antes para llegar a tiempo"

Isaac Plana, de 22 años, reside en Cardedeu (Vallès Oriental) y estudia en Barcelona. Cada día coge el tren de Rodalies para asistir a clases de Mecatrónica, ya que se quiere dedicar al mantenimiento de maquinaria y de equipos industriales. Ahora, al fin, puede respirar mucho más tranquilo porque ya ha acabado el curso académico y se ha quitado de encima la obligación y la preocupación de tener que desplazarse cada día. "Es imposible que los trenes lleguen a su hora a las estaciones de destino porque ya salen tarde de las de origen", sentencia Plana. 

Para este estudiante, la frecuencia de paso de los convoyes es preocupante. Circulan cada media hora los días laborables y cada hora, los festivos y fines de semana, cuenta. "Si el domingo pierdes el tren, te tienes que aguantar y esperar una hora sentado en la estación hasta que pasa el siguiente", se lamenta Plana. Siempre está pendiente de los horarios, lo mismo que sus colegas que estudian como él en Barcelona. 

Adif quiere incorporar en los nuevos horarios los retrasos sistemáticos de los trenes

Durante el curso sale "una hora antes de casa de lo que debería, si los trenes circularan con puntualidad", aclara. La decisión de adelantar horarios hace tiempo que la tomó en previsión de que el tren demore su llegada a la estación de Cardedeu y que, además, se entretenga más de la cuenta en su recorrido hasta llegar al destino. "Me ha sucedido algunas veces. Algún chaval baja la palanca para frenar el tren y cuando ya se ha detenido se apea para hacer pintadas. Esto todavía retrasa más el trayecto", dice Isaac Plana.