PROCESO JUDICIAL INSÓLITO

El fiscal pide prisión por ruidos para el presidente de la peña del Real Madrid en Cerdanyola

La peña madridista del Real Madrid en Cerdanyola, en octubre del 2013.

La peña madridista del Real Madrid en Cerdanyola, en octubre del 2013. / periodico

J. G. ALBALAT / BARCELONA

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Celebrar a gritos los goles del Real Madrid en la peña merengue de Cerdanyola le puede salir caro al presidente de la entidad, Natalio Expósito Mesa. La Fiscalía de Barcelona solicita para él una pena de un año y ocho meses de cárcel, multa de 3.700 euros e inhabilitación para trabajar en oficios relacionados con bares por los ruidos generados, sobre todo, cuando ofrecían partidos por la televisión. También solicita que en caso de condena se prohíba a la asociación el visionado de partidos en ese lugar hasta que se acredite que los niveles sonoros son los legales y una indemnización para los afectados de 9.000 euros.

El escrito de acusación del fiscal de Medio Ambiente, Antonio Pelegrín, señala que Natalio Expósito ostenta el cargo de presidente de la Asociación Peña Real Madrid de Cerdanyola del Vallès desde el año 1993. Para que pudieran reunirse los socios, en 1994 alquiló un local situado en los bajos del inmueble destinado a viviendas en la calle Pintor Togores, número 16, que se convirtió en bar. En la licencia otorgada por el ayuntamiento se establecía como condición que se debía aislar acústicamente el local de manera que impidiera la transmisión del ruido a las viviendas próximas.

A pesar de la obligación de insonorizar el local, el acusado no adoptó ninguna media eficaz para evitar los ruidos, "sabiendo y aceptando", en especial a partir del 2011, las molestias ocasionadas por las dos televisiones encendidas y por las voces y gritos de sus clientes, así como por el movimiento de mobiliario, a los vecinos, cuyo domicilio se hallaba encima.

A partir del 2011, el presidente de la peña tuvo conocimiento de las quejas de los vecinos del piso situado encima. La familia no podía descansar correctamente y así se lo comunicó en varias ocasiones al acusado, no solo verbalmente, sino por burofax en noviembre del 2012. Natalio Expósito hizo caso omiso de dichas quejas.

QUEJA AL AYUNTAMIENTO

Ante esta falta de acción del imputado, los vecinos afectados presentaron en marzo del 2012 una queja al Ayuntamiento de Cerdanyola por los ruidos generados. Técnicos municipales hicieron mediciones para comprobar las molestias en el interior de la vivienda, detectándose que en uno de los dormitorios y en el comedor los ruidos del bar de la peña sobrepasaban el límite sonoro permitido conforme a la ley de contaminación acústica.

Las quejas de los vecinos continuaron ante la omisión por parte del acusado. No solo presentaron denuncia en el ayuntamiento, sino también a la policía local, que llegó a advertir al acusado de las molestias que generaba, limitándose el imputado a bajar el volumen del televisor. Los ruidos continuaron hasta, incluso, el 7 de enero del 2015, cuando las mediciones sonométricas revelaron que los niveles seguían por encima de lo permitido legalmente. Cuando se presentó la querella, el acusado, Natalio Expósito, aseguró que solo era una vecina la que se quejaba por las desaveniencias que tuvo la peña con un familiar suyo.