Los efectos del temporal

Peligro máximo de aludes en el Vall d'Aran y el Pallars Sobirà

Una imagen de la intensa nevada que cayó ayer en Salardú, en el Vall d'Aran.

Una imagen de la intensa nevada que cayó ayer en Salardú, en el Vall d'Aran.

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El temporal de nieve y viento que ha azotado el fin de semana un total de 34 provincias españolas obligó la mañana del domingo a Protecció Civil a activar la fase de alerta del plan especial de emergencias por aludes (Allaucat) por el peligro en el Vall d'Aran y en el norte del Pallars Sobirà. El Instituto Cartográfico y Geológico de Catalunya calificó con el grado máximo (5 sobre una escalera de 5) el peligro en esa zona. El riesgo extremo se debe a la continuación de las nevadas y al incremento de la intensidad del viento de norte.

Asimismo, la Generalitat mantuvo el nivel de prealerta el plan Procicat por fuertes vientos en Tarragona y en las Terres de l'Ebre y, a partir del mediodía también se activó en el Pirineo. De la misma manera, mantuvo la prealerta Neucat por nevadas en el Pirineo Occidental y en cotas altas de las Terres de l'Ebre.

La nieve cayó con intensidad en el Pirineo oscense y obligó a cerrar varias estaciones. Entre ellas la de Candanchú, donde fue encontrado sin vida el esquiador de travesía que quedó el sábado sepultado bajo un alud. Interior activó la alerta roja por aludes en el Pirineo de Huesca hasta la próxima medianoche.

Además, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), durante toda la jornada de  hoy esa zona permanecerá en alerta naranja por aludes.

Todos los pasos fronterizos del Pirineo oscense con Francia se cerraron debido a la nieve y al riesgo de aludes. Buena parte de las estaciones de esquí de los Pirineos franceses tuvieron que cerrar ante la imposibilidad de acondicionar el espeso manto de nieve caído.

Lluvia

No solo la nieve y el viento protagonizaron la jornada con afectaciones en numerosas carreteras. También la lluvia, que complicó la situación en algunos cauces. En Pamplona, el desbordamiento del Ebro obligó a cortar la N-113 Pamplona-Madrid, a la altura del municipio navarro de Castejón. En Logroño, el Ebro multiplicó por 15 su caudal habitual y se esperaba su crecida máxima la pasada madrugada en Novillas (Zaragoza), primera localidad de Aragón que atraviesa el río. En concreto, la previsión  de la Confederación Hidrográfica del Ebro era que a las 4.15 horas alcanzara los 2.040 metros cúbicos por segundo. La punta de la crecida se prevé que llegue mañana a la capital aragonesa, a las 13.45 horas.

La previsión para este lunes es que el temporal comience a remitir, aunque continuarán en alerta 29 provincias. La alerta naranja por aludes se mantiene en Lleida, Huesca y Navarra.