EL TIJERETAZO EN LAS PRESTACIONES SOCIALES

O todos, o ninguno

Antonio Moreno, con su hijo Alexander, enel sofá de su casa.

Antonio Moreno, con su hijo Alexander, enel sofá de su casa.

TONI SUST / BARCELONA

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Antonio Moreno, padre de Alexander, un joven dependiente, fue citado el pasado 21 de octubre en el despacho de la número dos de Benestar Social, Carmela Fortuny, directora general del Institut Català d'Assistència i Serveis Socials. Ella quería entregarle en mano la resolución de su caso, uno de tantos entre familias de dependientes que han visto recortada la ayuda que reciben porque su hijo o hija acudía a un taller ocupacional y recibía además un pago por cuidador familiar no profesional, que suelen ser el padre o la madre. La Generalitat declaró incompatibles ambas prestaciones y empezó a recortar la ayuda por cuidador y a reclamar dinero retroactivamente.

La deuda de Moreno asciende a 11.475 euros y el pago por cuidador quedó fijado, tras el recorte, en 221 euros. Solo quedaba determinar cómo los devolvía. Hay tres vías: abonando la deuda de golpe, eligiendo la cifra que se descontará en adelante de la ayuda, o no elegir nada, en cuyo caso Benestar descuenta el 30% del pago. A Moreno le ofrecieron las mejores condiciones y eligió la más ventajosa posible: que le descontaran cada mes cinco de esos 221 euros. De esta forma, devolverá 60 euros al año. Y tardará 191 años en devolver el total. Pese a que Moreno es insistente hasta la saciedad, no parece que vaya a vivir hasta el 2205, lo que lleva a hacerse la pregunta de si ha recibido trato de favor respecto del colectivo de afectados. Fortuny dice que no, aunque tres ejemplos elegidos al azar (véase gráfico) indican que otros tienen menos suerte y deben devolver diez veces más. La directora del ICASS aporta lo que nadie conocía hasta ahora: el número total de afectados: 1.561. Y sostiene que se ha estudiado caso por caso para minimizar el impacto económico: «Es dinero público, tenemos que reclamarlo, nos obliga el Tribunal de Cuentas». Una vez reclamado, se ha cumplido con la ley. La manga ancha se intuye al comprobar que hay resoluciones que permitirán de forma evidente que no se devuelva todo lo adeudado. Fortuny subraya que el departamento trata con la mayor sensibilidad a los dependientes que se ven en este brete.

A la vista de los datos que ofrece la directora general, el grueso de los afectados ven recortada su ayuda en entre 30 y 75 euros al mes. Al grupo mayoritario, 580 afectados, se les recorta de 30 a 50 euros. Al segundo en número, con 253 casos, le retiran entre 50 y 75 euros. En menos de 10 euros mensuales, el grupo de Moreno, están 52 dependientes, el 3% del total.

PETICIÓN DE DINCAT

En todo caso, Moreno no conocía casos como el suyo y tampoco los conocían en Dincat, la federación que reúne a las entidades de discapacidad intelectual. Su presidenta, Rosa Cadenas, no quiere buscarle tres pies al gato. «Si piden cinco euros al mes a todos no nos peleamos más y tranquilizamos a esta gente. Aceptamos que se tenga que devolver el dinero, pero todos igual», afirma sobre los dependientes y sus familiares.

Cadenas explica que las familias están inquietas y asustadas. Que en muchos casos no recibieron una llamada antes de la carta fatídica, a lo que se había comprometido Benestar, según relata. «No sé de quiénes es culpa», agrega, preguntándose por las diferencias entre lo que anuncian los políticos y lo que hacen los técnicos. Cadenas, que tampoco conocía casos de retornos mensuales de cinco euros, rehuye polémicas y se centra en reclamar el mismo trato para todos. Eso sí, le echa un dardo, amable, a Moreno: «Siempre dijo que no le tocaba pagar».

RETROACTIVIDAD

A todo esto, Moreno no está muy seguro de por qué Fortuny lo recibió en el despacho y de por qué cuenta con estas condiciones. De si buscaban que estuviera contento y no protestara más o si le ofrecían un trato deferente. Ella dice que fue un gesto de deferencia con alguien que es conocido por el departamento y que tiene una economía ajustada. Porque Moreno llevaba hasta hace unos años la asociación Papás de Alex, que batalló por los derechos de la dependencia. Y también fuera de ella ha seguido martilleando a todo aquel que pueda sobre esta cuestión. Se pasa el día presentando instancias, peticiones, alguna denuncia.

Fortuny justifica la baja exigencia a Moreno en el retorno del dinero en que él y su familia no tienen muchos recursos -su mujer es dependiente-. Y el padre de Álex, a su vez, considera que ni siquiera tendría que devolver nada porque cree que la retroactividad es reclamada de forma improcedente.

Antonio Moreno presentó un recurso contra la resolución de Benestar i Família sobre el caso de su familia. Porque sigue pensando que no tiene que pagar. Ni cinco euros mensuales, ni nada. Y como no solo es tozudo, sino que lo es en cantidades industriales, solicitó que Carmela Fortuny lo volviera a recibir en su despacho de la conselleria, pero esta vez para poder recibir en mano el recurso que ha presentado contra la resolución que le fue entregada en mano.