NUEVOS MODOS DE TRANSPORTE

Los 'parientes' de Uber

Carrera con coche particular 8 La conductora de un vehículo alquilado a través de Uber valida una carrera.

Carrera con coche particular 8 La conductora de un vehículo alquilado a través de Uber valida una carrera.

CARMEN JANÉ
BARCELONA

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Las quejas de los taxistas sobre Uber y las amenazas del Ministerio de Fomento de multar a particulares que alquilen su coche a otras personas han puesto el ojo sobre webs y apps que hacen de intermediarias para compartir trayectos o vehículos y que, insisten sus empresas, son legales y pagan impuestos. La tendencia promete ir en alza porque, según un estudio de Nielsen, el 17% de españoles estaría dispuesto a alquilar su coche ocasionalmente para sacar un dinero extra, la proporción más alta en Europa junto con Alemania.

El sector de alquiler de coches, a través de la Associació Empresarial de Lloguer de Vehicles sense Conductor de Catalunya (AEVAC), sin embargo, recuerda que cualquier coche que se alquile a otros debe de pasar una inspección técnica de vehículos (ITV) especial (PUBL-alquiler) y por tanto «un particular no puede alquilar sin más su vehículo a otro particular ni a ninguna empresa», afirman.  La entidad considera «competencia desleal» solo los servicios de carsharing (alquiler por horas de coches sin conductor) participados por dinero público, no las compañías privadas.  La de Barcelona, Avancar, está participada por el Ayuntamiento y la Generalitat.

Hay varios tipos de empresas que facilitan compartir viajes entre particulares y preguntan si el vehículo ha pasado su ITV, pero no de qué tipo, y si tiene seguro. Las más habituales son las del tipo Blablacar, una web y una app para móvil que permite anunciarse a conductores que hagan un determinado viaje, una vez o con carácter periódico, y que quieran compartir los gastos con otras personas que se adecúen al mismo trayecto. El precio lo calcula la plataforma en función de los kilómetros y el número de pasajeros y añade la comisión de la web.

Sus responsables piden distanciarse de Uber e insisten en que vetan a conductores «que quieran hacer de los viajes un negocio». «Se trata de acuerdos entre particulares para compartir gastos. El precio depende del número de plazas disponibles y verificamos los perfiles a través de las opiniones de otros usuarios y de redes sociales. Y si alguien hace el mismo trayecto con periodicidad, ha de demostrar el motivo», explica una portavoz.

Lo mismo, pero como plataforma web que alquilan a ayuntamientos, empresas y universidades, hacen Compartir.org y Amovens, aunque estos últimos vienen del negocio del alquiler de vehículos. Unos 7.000 catalanes han usado el servicio de Compartir.org en los últimos tres meses, según la empresa, que no cobra nada a los usuarios particulares sino a la institución que alquila su plataforma, entre ellos 26 ayuntamientos en Catalunya, que las presentan en sus estrategias de sostenibilidad.  También vetan a las personas que quieren hacer negocio con los trayectos.

 «Lo nuestro es como una web para encontrar pareja. Nosotros les presentamos y ellos se arreglan. Y estamos abiertos al mundo porque se puede compartir viaje a otros países», señala Anna Vall, responsable de expansión de Compartir.org. El trayecto medio, sin embargo, es de 17 kilómetros, que une a una media de entre dos y tres personas. Y en la web cada vez que alguien busca un trayecto se le da el gasto estimado pero también el ahorro en emisiones de CO2.

Caravana a medias

Una novedad dentro del carsharing la ha lanzado, de momento solo en Madrid, la empresa Bluemove. Ofrecen un renting de vehículos para particulares en condiciones especiales a cambio del compromiso de poner el vehículo a disposición de otras personas una serie de horas al mes o a la semana. Lo llaman «coche de barrio» y parten de una flota inicial de 140 vehículos disponibles.

Y para los que quieran alquilar  su autocaravana, una empresa vasca, Aerovan, ha estrenado una plataforma para poner de acuerdo a propietarios con personas interesadas en alquilar el vehículo sin el conductor cuando no la utilizan. Lo hacen ofreciendo fianzas y seguros a ambas partes y cobrando una comisión por la gestión del 10%.

También hay páginas en Facebook donde particulares se ofrecen a compartir trayectos. En algunas zonas, como las Terres de l'Ebre, sirven para suplir la carencia de transporte público. Y en algunos de estos foros, hay taxistas que ofrecen sus servicios. Adaptarse o morir.