Los mossos se aferran ahora a que la víctima del Raval tomó viagra

Los forenses del Instituto Nacional de Toxicología han desvelado en un informe que Juan Andrés Benítez, el empresario fallecido el 6 de octubre en el Raval tras ser violentamente reducido por ocho mossos, consumía viagra, un fármaco para el tratamiento de la disfunción eréctil que está contraindicado en enfermos con disfunciones cadiovasculares graves. Los defensores de la mayoría de los agentes imputados han incluido este hallazgo en los recursos contra la decisión de que un jurado juzgue a los policías por homicidio.

Benítez padecía el síndrome de Wolf-Parkinson, una dolencia cardiaca de origen congénito. La defensa de los mossos alegará ahora que la combinación de la enfermedad con el consumo de viagra pudo causar la muerte de Benítez, y no los golpes que le propinaron los agentes.

Sin embargo, médicos consultados por este diario coinciden en que la viagra no tiene ningún tipo de incidencia sobre el citado síndrome.

El Servicio de Química del Instituto Nacional de Toxicología remitió esta semana al juzgado un informe en el que detalla que en las muestras de sangre de Benítez se ha detectado la presencia de furosemida (diurético usado para reducir la inflamación de líquido). En la bilis se ha hallado el mismo compuesto y paracetamol, pero también sildenafilo (principio activo de la viagra), hidroxisildenafilo, desmetilsildenafilo. Estos dos últimos compuestos son residuos hepáticos de la viagra.

INFORME RECIENTE / A los abogados defensores les llegó este informe el pasado jueves y algunos de ellos ya lo han utilizado, aunque de forma escueta por la premura de tiempo. El abogado José María Fuster-Fabra, que lleva la defensa de cuatro de los mossos que participaron en la reducción y de otro agente imputado por otro delito, expone en su recurso que la autopsia indica que la muerte del empresario tuvo un origen «multifactorial». Después expone de forma sucinta la detección de restos de viagra en Benítez. Fuentes de la defensa confirmaron que este será  uno de los argumentos que esgrimirá a partir de ahora para tratar de exculpar a los mossos.

«NADA QUE VER» / Los médicos, sin embargo, consideran que el consumo de este fármaco no tiene contraindicaciones para las personas que sufren el síndrome de Wolff Parkinson. «Esta dolencia congénita afecta al sistema eléctrico del corazón, es decir al estímulo que hace que el corazón siga latiendo. Esto no tiene nada que ver con el sistema vascular o de los vasos sanguíneos», aclaró un cardiólogo.  La viagra, que es un vasodilatador, está contraindicada a los pacientes con antecedentes coronarios «que hayan sufrido un infarto o una angina de pecho y que estén tomando medicación para ello».