Diez años de historia

Sangre y estigma

La primera víctima mortal 8 Los padres de Ronny Tapias hojean la tarjeta de recordatorio de su funeral, en el 2005.

La primera víctima mortal 8 Los padres de Ronny Tapias hojean la tarjeta de recordatorio de su funeral, en el 2005.

ANTONIO BAQUERO
BARCELONA

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En marzo del 2003, un cabo y varios agentes del distrito de Ciutat Vella recibieron el encargo de elaborar un informe sobre unos grupos de jóvenes latinos de los que apenas se sabía nada pero cuya presencia acababa de ser detectada. Aquellos grupos eran los Latin Kings y los Ñetas y aquel informe fue el primer aviso de su aterrizaje en Catalunya.

La muerte Ronny Tapias, un estudiante de 17 años que falleció apuñalado en Barcelona cerca del instituto en el que estudiaba, mostró que las bandas latinas no eran una broma. El brutal homicidio de aquel joven, que ni siquiera formaba parte de banda alguna, inauguró una década de asesinatos, peleas tumultuosas, extorsiones,castigosy torturas protagonizados las más de las veces por menores de edad.

Los primeros en aterrizar, los Latin Kings y los Ñetas, aún siguen siendo los más numerosos. Se alimentaban de los flujos migratorios. Eran las principales bandas juveniles en Ecuador y reprodujeron en territorio catalán el enfrentamiento que mantenían al otro lado del Atlántico. Eso llevó al Ayuntamiento de Barcelona a intentar una estrategia de pacificación y legalización. La apuesta consistía en tolerar esos grupos como entidades culturales si abandonaban la violencia. Así, los Latin Kings pasaron a denominarse Asociación Cultural Reyes y Reinas Latinas. La estrategia logró rebajar la beligerancia entre las bandas. Incluso surgieron proyectos musicales conjuntos entrelatinsyñetas,como Unidos por el Flo.

La inmensa mayoría de los 3.500 jóvenes que según los Mossos formaban parte de esos grupos procedían de la inmigración latinoamericana, aunque también captaban a chicos españoles o inmigrantes del Este europeo e incluso del Magreb.«Captan a chicos cuyos padres nunca están en casa pues se pasan el día trabajando. Se aprovechan de unos críos que, además, viven un profundo desarraigo. Las bandas reemplazan a la familia. Los miembros se llaman unos a otros hermanitos», explica un responsable policial. Además, en una edad difícil como la adolescencia, la banda ofrece atractivos.«Te garantiza fiestas y chicas -explicaba un joven pandillero-.Si no eres del grupo, no te invitan».

Las disputas territoriales se dejaban sentir en ataques planificados, lascaídas. Y si un grupo se tropezaba con otro o con quien pensaban que podía ser de la pandilla rival, corría la sangre. Así le sucedió a Freddy Medina, un buen estudiante que no era de ninguna banda y que murió apuñalado el 6 de mayo del 2009 por un grupo que le había tomado por un Latin King.

Castigos crueles

La crueldad de los castigos a quienes abandonan una banda ha causado varias víctimas. En septiembre de ese año, en L'Hospitalet, un menor descerrajó varios tiros a bocajarro contra un ecuatoriano que quería irse de la banda de los Blood. El pistolero, de 15 años, actuó por orden de su jefe, que le exigía probar su hombría. A su edad, tuvo la sangre fría de disparar cinco veces.

La multiplicación de incidentes, sobre todo en la zona de ocio de Can Femades, entre L'Hospitalet y Cornellà, así como la creciente implicación de esos grupos en el tráfico de marihuana y cocaína, los puso en el punto de mira de Interior. Esos incidentes estigmatizaron a muchos jóvenes inmigrantes sudamericanos.«Por lo que hacen estos delincuentes, la gente nos mira mal a todos los demás», dijo un joven ecuatoriano.