OFERTA LEGAL EN LA RED

Puertas al campo digital

CARMEN JANÉ / Barcelona

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«Si ponemos todas las películas de estreno para que se puedan ver a la carta a través de internet, nadie irá al cine. Esto es como el fútbol, a todo el mundo le gustaría verlo en directo y en abierto, pero están las cadenas que han pagado por ello». Así de rotundo se muestra Pedro Pérez, presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE), para justificar las limitaciones que tienen las webs de cine para ofrecer producciones más recientes.

Lo explica a través de las llamadas ventanas de distribución, que sitúan los escenarios y el calendario por los que se distribuye una película. La primera es la sala de cine; la segunda, el DVD y el Blu-Ray; la tercera, las televisiones, y la cuarta, el catálogo de reposiciones. Entre ellas, los videoclubs on line buscan su sitio.

Algunos han conseguido arañar el pase de algunas producciones a internet antes de los cuatro meses habituales que dura la exclusividad para las salas. Filmin, por ejemplo, ofreceLa piel que habito, de Pedro Almodóvar, yMidnight in Paris, de Woody Allen, a 2,95 euros para ver pero no para descargar.

El resto de páginas abiertas van al ritmo del videoclub, conSuper 8, El origen del planeta de los simios yConan el bárbarocomo novedades. Y si han negociado bien, lo conseguirán 90 días después del estreno, y no a los cuatro meses, que es lo que piden habitualmente las distribuidoras.

Entre las televisiones también hay diferencias. Canal+ paga por la exclusiva que puede mantener hasta 18 meses y que extiende a su canal de internet, Yomvi, una versión para ordenador de sus canales que incluye el videoclub a la carta. En este capítulo se podrían incluir también las cadenas de pago, que ofrecen las operadoras como Movistar, Orange y Ono en sus televisiones por internet. El precio de las películas en estos videoclubs a la carta oscila entre los 4,99 euros para un estreno y 1,99 euros para otra más antigua.

Otra publicidad

«El usuario no pagará más de eso, así que hay que buscar nuevos modelos para rentabilizar las películas», explica Eudald Domènech, fundador de InoutTV, que acaba de implantar en su televisión a la carta un sistema de publicidad alternativo al de las cadenas, segmentado según las características y las preferencias de los espectadores y que, a su juicio, «los anunciantes están dispuestos a pagar más caro».

Otro portal que explora nuevas fórmulas de publicidad para sacar más rendimiento a la inversión es Voddler, una web sueca que prevé instalarse en España a lo largo de este año y que pone anuncios antes de ofrecer gratis la película. El sistema, explica una portavoz, funciona con éxito en Escandinavia y es «una alternativa justa y legal», aunque no se aplica a todo el catálogo.

«La clave es cómo se rentabiliza una película que ha costado como mínimo tres millones de euros con los ingresos que da internet. No hablemos de producciones más ambiciosas. Somos los primeros que queremos una oferta legal, pero hay que esperar para afinar el modelo. En EEUU han dado un paso adelante y dos atrás», señala Pérez.

Televisor, gran reto

Por eso, exhibidores y productores son reacios a un modelo completo de tarifa plana, versión legal del que ofrecía Megaupload, que no pagaba a nadie. A su favor tienen que los piratas no han logrado infiltrarse en los televisores con dispositivos tipo consolas o Apple TV. Sí se podía hacer desde dispositivos como el WebTV de Blusens o desde receptores que incluían un navegador neutro para televisión.

Los fallos en la oferta son aún más escandalosos para las series, el nuevo reto de los videoclubs digitales por la voluntad de los espectadores de acceder a los últimos capítulos sin restricciones horarias o de cadenas. Series Yonkis, la principal página de enlaces sobre series, era más vista en España que Megaupload, según el índice de Alexa.

De nuevo, la exclusividad de los contratos, esta vez con las cadenas de televisión, veta que estén disponibles on line por la competencia que les supone. Y cuando lo están, los precios van desde los 2,95 euros por episodio que cobra Filmin por Sherlock a los 1,95 euros por capítulo de la última temporada de Mad Men en la misma web. La temporada completa se puede conseguir en Wuaki por 29,95 euros. algo más barato que el pack de DVD.

Subtítulos propios

«Que nadie se engañe. No se va a poder ver una serie legalmente en España al día siguiente de su estreno en EEUU y además subtitulada. Los piratas hacen los subtítulos voluntariamente, aquí hay que encargarlos», explica José Antonio de Luna, fundador y encargado de desarrollo de negocio de Filmin, que ofrece subtituladas algunas de las series de moda que no se han estrenado en España. H