La plaga del mejillón cebra cuesta a Endesa casi dos millones en daños

Va camino de convertirse en la peor plaga biológica de Catalunya. Los expertos hablan de invasión y tienen serias dudas sobre cómo hay que actuar para erradicarla. El mejillón cebra, la prolífica y dañina especie que desde hace seis años habita en los embalses del río Ebro, ha ocasionado ya unas pérdidas económicas de 2,7 millones de euros, según estimaciones del Ministerio de Medio Ambiente, y amenaza con expandirse hacia el Pirineo. La principal damnificada es, hasta el momento, la empresa energética Endesa, que ya ha tenido problemas para poner en marcha las turbinas de las centrales hidroeléctricas que explota el Ebro y que lleva casi dos millones de euros gastados en combatir al molusco.

Un estudio encargado por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) no descarta que, de seguir este ritmo colonizador, el mejillón cebra haya generado en 2025 unas pérdidas económicas de 40 millones de euros, solo en la zona del Ebro y sus afluentes. La CHE, que el pasado otoño alertó de la presencia del mejillón cebra, por primera vez, en las aguas del Segre y del Noguera Pallaresa, tiene previsto iniciar entre mayo y junio una nueva campaña de inspecciones, con la práctica certeza de que se confirmarán los peores augurios. La Conselleria de Medi Ambient de la Generalitat, a través de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), no empezó a efectuar controles en las cuencas internas de Catalunya hasta el año pasado, cuando se decretó la alerta en los dos ríos leridanos, pero hasta ahora no ha constatado ningún caso.

MALOS AUGURIOS

"El futuro no es en absoluto prometedor", asegura el responsable de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Endesa, Antoni Palau, que lidera varios grupos de investigación sobre el parásito. Las inspecciones que el año pasado hicieron la CHE y la ACA no fueron, en opinión de Palau, "las más adecuadas para tener una visión real del alcance expansivo de la especie, ya que se realizaron en una época, entre finales de octubre y noviembre, en la que la larva del mejillón cebra ya no tiene apenas presencia en el agua".

La eléctrica ha gastado, entre el 2002 y el 2006, un total de 1,6 millones de euros, destinados a reparaciones de emergencia, consecuencia de la proliferación del molusco en sus instalaciones. A este importe hay que añadir "unos 450.000 euros invertidos en investigación y que han permitido desarrollar un producto que elimina el mejillón cebra de los circuitos internos de las centrales", indica Palau.

Pese a estas actuaciones, el año pasado la plaga obturó las captaciones de agua de las centrales de Mequinenza (Zaragoza) y de Riba-roja y Flix (Ribera d'Ebre), que tuvieron que ser limpiadas y renovadas. Las rejas que filtran la entrada de agua, que hasta ahora eran fijas, han sido por unidades extraíbles que para puedan ser periódicamente desinfectadas, informa la empresa. También se efectúan limpiezas puntuales preventivas en los sistemas de refrigeración de la central nuclear de Ascó.

CONDUCTOS DE AGUA POTABLE

El molusco dañó también en el 2003 la conducción de agua potable de Fayón, un pueblo de 400 habitantes de la Franja que se abastece del pantano de Riba-roja. El Gobierno de Aragón no tuvo más remedio que remodelar toda la red de abastecimiento de la localidad para cerciorarse de que no quedaran restos en el interior de las tuberías.

La amenaza de la plaga es tan cierta que los nuevos proyectos hidráulicos de la zona empiezan a incorporar medidas para tratar de mitigar sus efectos. La empresa ASG, constructora de la red secundaria del riego del Segarra-Garrigues, ha abierto ya líneas de investigación internas para anticiparse a la más que probable llegada del mejillón cebra al río Segre, explicó su director general, Joan Antoni Rosell. De hecho, en los estudios realizados por la CHE el otoño pasado, uno de los puntos de mayor concentración de larvas fue el del embalse de Rialb, de donde se abastecerá el futuro canal.