Entrevista con los creadores de 'La Unidad: Kabul'

Beto Marini y Dani de la Torre: "Aquí nos interesa más el multiverso y otras realidades y la de Kabul nos da igual"

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Creadores La Unidad: Kabul

Creadores La Unidad: Kabul / Miguel Moya / Movistar Plus+

Inés Álvarez

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Tenían previsto que la segunda temporada de 'La Unidad' fuera la última, pero las imágenes de Kabul en los 'telediarios' les atestó tal golpe en la conciencia que se despertó en ellos la necesidad de contarlo. Porque, aunque Beto Marini (Turín, Italia, 1972) y Dani de la Torre (Monforte de Lemos, Lugo,1975) son creadores de entretenimiento, les mueve ese compromiso que caracteriza a un cine, el humanitario, que descubre otras realidades. Y no son las de multiverso ni metaverso, precisamente. Por eso colocaron a tres de sus agentes de la policía antiterrorista en la ciudad afgana en el momento de la entrada de los talibanes para hacerlos vivir esa realidad tan cruda de la que Occidente se debería avergonzar. El resultado ha sido 'La Unidad: Kabul', una serie imprescindible que emite Movistar Plus+.

¿El Kabul del título es porque le querían dar a esta temporada una entidad propia?

Beto Marini: Sabíamos que era una vuelta de tuerca más, que había un salto mayor con respecto a las otras dos, y nos centrábamos en un realidad muy distinta, con lo que en vez de ser 'La Unidad 3', pusimos Kabul, que es el protagonista. Y porque es es una serie prácticamente autónoma, donde la realidad que queremos contar prevalece sobre las tramas que veníamos arrastrando . 

¿Cómo surgió centrarse en Kabul?

B. M.: Era el verano de 2021 y los telediarios nos afectaban. Entonces Dani dijo: tenemos que contar esto. No tanto como oportunidad, sino como necesidad de contar lo que pasaba allí. El terrorista no tiene fronteras y si quiere defender su territorio, la policía debe investigar y hacer su labor a nivel mundial. Muchas de sus actividades ocurrían en Oriente Medio y este era el vínculo que veíamos para contar la historia de los talibanes, que era el germen del terrorismo yihadista, pero también una realidad de las mujeres y de la población en general, víctimas del extremismo.

¿Han sido los primeros que lo han tratado como ficción?

Dani de la Torre: Sí. Los primeros o de los primeros. Lo que me sorprende es que los americanos no lo cuenten. Han estado 20 años allí, les han dejado tirados a los afganos... No sé si es porque les da vergüenza.

Quizá sea eso.

D. T.: Pero la cinematografía norteamericana antes no se cortaba un pelo en contar estas historias. Es decir, en Vietnam las tenemos de todo tipo; condenando sus acciones, incluso. En Siria e Irak, lo mismo. Las películas de Kathryn Bigelow, Pepe Escolar y Ridley Scott siempre narraban conflictos internacionales potentes. Por eso es raro. Me da mucha pena que se pierda ese cine humanitario, de poder ver otros países otros lugares, otros problemas... Que es un problema que al final llega a tu país.

 ¿Solo vemos lo nuestro?

D. T: Nos estamos centrando en ser el ombligo del mundo en las ficciones. Todo lo que nos rodea es lo importante. Sin embargo, un país que se está hundiendo, que ha vuelto a la Edad Media a nadie le importa. Nos estamos volviendo egoístas y demasiado esnobs. Aquí es más interesante rescatar lo que pasó con Franco hace 200 años que un conflicto actual. O el multiverso y otras realidades, y la realidad de Afganistán da igual. Nos sentimos supersatisfechos con poder contar esta historia, poner el foco ahí y que igual esto sirva de algo a nivel humanitario.

Y se empatizaría más con los refugiados. ¿Es ese su compromiso, más allá del entretenimiento?

D. T.: Claro. Sobre todo ir al origen del problema, explicar lo que pasa ahí para que cuando esta gente llegue a nuestro país nadie les pueda utilizar de arma política o se pueda manipular lo que vienen a hacer. Si vienes de Afganistán, es a sobrevivir. Es importante que se visibilice esto. Y que cualquier país que esté en conflicto puede traer repercusiones al tuyo. Mira lo que está pasando con lo de Ucrania. Nuestra labor como contadores de historias es también visibilizar lo que está pasando. 

Eso  implica una gran responsabilidad e investigar mucho.

B.M.: La dificultad de esta serie no fue tanto en recabar información, porque contamos con las mejores fuentes posibles: la policía: la  Luis de Vega, reportero de guerra; el jefe del GEO y el general del Ejército español que lideraron las evacuaciones… La dificultad fue el compromiso. Estas historias no se podían contar de cualquier manera ni manipular demasiado. Debíamos ser fieles a la realidad. Progresivamente, las tramas de las mujeres y hombres en Afganistán adquirían mayor peso en nuestros guiones y hasta cambiaban las tramas de los personajes de Miriam, Najwa, Marcos y Carla.

Faleza, en 'La Unidad: Kabul'

La boxeadora afgana Shabnam Rahimi es Fazela en 'La Unidad: Kabul'. / Movistar Plus+

Ya en la anterior temporada se puso el foco en la mujer. Pero explicar Afganistán tenía que ser a través de una. Esa escena de la cirujana jefe que, resignada, desempolva el burka es escalofriante.

B. M.: Es maravillosa y a la vez terrible describirla.

D. T.: Es acojonante ver cómo el mundo DE la doctora afgana se desmonta en dos días porque pasa de ser cirujana jefe a ser mandando por un enfermero inútil afín a los talibanes y se pone el burka para pasar desapercibida y empieza a perder o más y más hasta que llega lo último que no quiere perder, que es su vida y la de su hija.

B. M.: Nos gustaría que al telespectador le quedara que Fazela es la persona que vemos en la tienda que llamamos paki, y que pensemos que tiene una historia detrás. Que no será médico, pero tiene una historia muy dramática y si ha llegado allí es por algo.

S. T.: De hecho, la afgana que hace de Fazela, Shabnam Rahimi, no es actriz y trabaja en la cadena del frío de Carrerfour en Madrid.

Era boxeadora en su país, ¿cierto?

D. T.: Sí, imagínate la historia que tiene. La intentaron rociar con ácido varias veces, tuvo que escapar con su familia y aquí la tienes, trabajando y luchando.

¿Cómo ha sido trabajar con actores afganos?

D. T.: Maravilloso. Porque dan una verdad brutal a la serie. Y nos ha enseñado cómo son los afganos. Ha sido una experiencia brutal. Y si es en sus idiomas de origen, mejor aún.

Hay muchos diálogos en afgano, que no han doblado.

D. T.: Mantenemos la idiosincrasia de ‘La Unidad’.

Beto, usted dice que el papel lo aguanta todo. Pero luego hay que plasmar eso en imágenes y para Dani, como director, habrá sido una locura.

D.T.: Creo que es reto el más grande al que me he enfrentado como director. El recrear Kabul entre Madrid y Almería ha sido complicado. Y eso exige que todos los departamentos estén muy a tope. Esto nos ha ayudado a poder recrear situaciones impresionantes, que incluso a los propios afganos les emocionaban y lloraban. Ha habido un trabajo coral brutal.

Ese universo que han creado, el de 'La Unidad', ¿nutrirá una nueva temporada?

D. T.: En principio, no; hemos cerrado con Kabul la trilogía. Pero igual en un tiempo retomamos, depende de lo que pase en el mundo. Lo que pasó en Kabul nos alumbró esta tercera. Ojalá no pase nada grave, pero a lo mejor nos abre la puerta a otra temporada.