Tómatelo en serie

'The stand', el apocalipsis vírico, según Stephen King

Josh Boone (director de 'Los Nuevos Mutantes') y Benjamin Clavell están al frente de una nueva adaptación de 'Apocalipsis' en formato de miniserie de nueve episodios

La obra magna de King ya fue adaptada a la televisión en 1994 por el propio King con la dirección de su colaborador habitual Mick Garris

James Marsden ('Westworld') y Jovan Adepo ('Overlord') son supervivientes de un virus increíblemente letal en esta historia con desembocadura a la fantasía épica

Starzplay estrena este domingo una ambiciosa adaptación, con reparto de lujo, de la novela sobre una supergripe fulminante

Jovan Adepo y James Marsden en 'The stand'.

Jovan Adepo y James Marsden en 'The stand'. / Starzplay

Juan Manuel Freire

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Como el virus del que habla, 'The stand' es una obra que no ha dejado de cambiar y mutar, a menudo de la mano de su autor, Stephen King. En 1978 entregó una primera versión de la novela, aquí conocida como 'La danza de la muerte', menos extensa de lo que habría querido. Por necesidades logísticas de su editorial, el escritor se vio obligado a simplificar su magnum opus sobre el apocalipsis derivado de una feroz supergripe que acababa con más del 99% de la población del planeta. En 1990 tuvo la oportunidad de publicar una versión extendida y con referencias culturales actualizadas, aquí llamada 'Apocalipsis', en la que se basarían toda clase de adaptaciones posteriores.

La primera de ellas, una costosa miniserie estrenada por ABC en 1994, fue escrita por el propio King y dirigida por su colaborador habitual Mick Garris, que solo dos años antes firmó 'Sonámbulos' y tres años después la miniserie 'El resplandor', siempre con guion del escritor. A pesar de su carismático reparto (Gary Sinise, Ed Harris o iconos juveniles de los 80 como Molly Ringwald y Rob Lowe), aquella serie no era especialmente convincente, en parte por las evidentes limitaciones presupuestarias a la hora de representar el infierno en la Tierra. Casi se recomienda más rastrear el tebeo publicado por Marvel entre 2008 y 2012, escrito por Roberto Aguirre-Sacasa, creador de 'Riverdale'.

Momento fatalmente oportuno

La nueva miniserie 'The stand' (Starzplay, desde el domingo, día 3) llega en un momento fatalmente oportuno, cuando el mundo siente las repercusiones de un virus cruento y de rápida transmisión, aunque no tan implacable como el ficcional Capitán Trotamundos, apodo heredado de Jerry Garcia, líder de Grateful Dead. "No, el coronavirus no es como 'Apocalipsis'", se vio obligado a tuitear Stephen King a principios de marzo, relativizando sus cualidades como futurólogo. "No es tan serio ni de lejos. Se puede sobrevivir a él fácilmente". Otra diferencia fundamental que no querrán creer los fanáticos de las teorías conspirativas: la gripe de King es de creación humana.   

No, no acabamos de hacer el gran 'spoiler'. Esa información aparece muy pronto en una novela cuya perfecta estructura se han empeñado en retorcer, sin motivo aparente, el director Josh Boone ('Los Nuevos Mutantes') y el 'showrunner' Benjamin Cavell. 'The stand' no arranca por el icónico principio del libro, sino cinco meses después del estallido del apocalipsis vírico. No es hasta bien entrado el primer capítulo que vemos chocar el coche del soldado Campion (Curtiss Cook Jr.) contra los surtidores de la gasolinera de Bill 'Hap' Hapscomb (J. Douglas Stewart), al norte del pueblo tejano de Arnette.

El Bien y el Mal

Para Boone y Cavell, lo importante de la historia no está en la llegada del virus sino en el intento de reconstrucción posterior: cómo un puñado de (escasos) supervivientes se reúne en Boulder (Colorado) bajo el liderazgo práctico de Stu Redman (James Marsden) y la orientación espiritual de la madre Abagail (Whoopi Goldberg), símbolo luminoso frente a la figura oscura del dictador Randall Flagg (Alexander Skarsgård), quien ha montado su propia congregación turbia en Las Vegas. Esto va, al final, no de un virus sino de un combate sobrenatural entre Bien y Mal. Lo que quiso King en un principio, de hecho, fue escribir la respuesta estadounidense a 'El Señor de los Anillos'.

Demasiado poco tiempo

Al menos en los primeros capítulos, Boone y Cavell tienen ciertos problemas para dotar al relato del empuje épico que se presupone a un proyecto con esa clase de germen. La intensidad dramática brilla por su ausencia, en parte por una mal llevada alternancia entre tiempos y la tendencia a sobreexplicar algunas cosas y dar otras por entendidas. Cuesta entender, a veces, por qué debería interesarnos lo que sucede o preocuparnos el destino de los personajes. Un poco como en 'Perdidos', cada episodio recuerda la vida pasada de alguno de ellos: en el primero, aprendemos sobre Stu y el torturado Harold Lauder (Owen Teague), fan número uno del futuro amor del primero, Frannie Goldsmith (Odessa Young); en el segundo, sobre el rocker drogadicto Larry Underwood (Jovan Adepo) y el maleante Lloyd Henreid (Nat Wolff), y en el tercero, sobre la enigmática Nadine Cross (Amber Heard). Aprendemos, pero no lo suficiente, quizá tampoco en el orden adecuado: rara vez ha tenido menos sentido optar por una miniserie en lugar de por varias temporadas.

Lo mejor de esta 'The stand' podría ser su final. Hablamos de una nueva coda escrita por el propio King, nunca del todo contento con el desenlace que había dado a su novela, ni en 1978 ni en 1990.

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