BANDAS SONORAS

Bensi y Jurriaans: el miedo hecho música para 'El visitante'

Hablamos con Danny Bensi, compositor junto a Saunder Jurriaans de la banda sonora de 'El visitante' y las tres temporadas de 'Ozark', entre otros muchos títulos

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Juan Manuel Freire

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En la base del terror que explora y genera 'El visitante', el mayor éxito de HBO durante este principio de año, está la gran banda sonora del tándem formado por Danny Bensi y Saunder Jurriaans, quienes ya habían colaborado con el actor, productor y director Jason Bateman en 'Ozark'.

El terror de 'El visitante' no tiene forma clara o única. Es algo indescriptible e imposible de aceptar, como la pérdida que aflige a sus personajes. Con su inmensa pero intimista banda sonora, Bensi y Jurriaans querían evocar la incómoda sensación de no saber qué anda tras de ti. "El espacio de lo sobrenatural –nos explica el siempre afable Bensi– es vasto y agobiante. Un lugar donde todo vale. Una especie de pozo sin fondo. Hay tensión, amenaza, oscuridad, el mal encarnado. La orquestación debía ser amplia, expansiva, pero a la vez hacerte tener la sensación de que estás solo, que es cuando más miedo sueles tener". Hay muchos juegos con el reverb, extraños solos de violín en la distancia o temas en pizzicato que se repiten sin cesar, como en la cabeza de alguien que empieza a perder su orientación vital.

En la visión de Bensi y Jurriaans, los momentos de terror máximo son más efectivos si se acompañan de música tranquila, orquestada del modo más minimalista: "Por ejemplo, podíamos grabar un violín que tocaba sin parar un patrón de dos notas y unir ese sonido al de algún artilugio electrónico roto, que pegábamos al micro para que sonara aún más distorsionado. Combinaciones de ese tipo, quizá distorsionadas y procesadas a través de reproductoras de cinta, con el objetivo de hacerlas más enfermas, rotas e incómodas". Lo que no significa que sean ajenos al poder de un buen susto sónico: "Para qué negarlo, a veces disfrutamos de eso, de un buen pizzicato de contrabajo pasado por un pedal de distorsión. Directo y a la encía".

Expertos en turbación

Una de las primeras bandas sonoras de Bensi y Jurriaans fue la del thriller psicológico de sectas 'Martha Marcy May Marlene'. Su director, Sean Durkin, dio al dúo algunas indicaciones que cambiarían su forma de encarar el oficio. "Sobre todo, nos enseñó a hacer melodías más desnudas y a no recargar las texturas. Así empezamos a aprender a crear música turbadora. Recuerdo que en una escena nos quedamos, simplemente, con un sonido distorsionado y amortiguado que era ideal para evocar claustrofobia. No hacía falta nada más, ni pianos ni cuerdas".

Después de 'Martha Marcy May Marlene', pusieron música a la segunda película de uno de los productores de aquella, Antonio Campos: la memorable 'Simon Killer'. "Campos también quiso que hiciéramos algo complejo pero minimalista. En estas dos películas, el personaje principal desciende por una espiral de locura y su historia se va torciendo sin descanso. Trabajar en ellas nos llevó a experimentar mucho con la búsqueda de sonidos que capturasen la confusión interna, la amenaza y la tensión". Esa investigación ha marcado películas como 'Enemy''El regalo' 'Christine' (ésta también de Campos), o series como 'The OA''American gods' y 'Fear the walking dead'.

Bandas sonoras esquivas

Durante la última década, formas y modos compositivos poco convencionales se han impuesto en las bandas sonoras de cine y televisión. Ha costado, pero la industria ya ha aceptado estos cambios: Hildur Guðnadóttir se ha llevado el Emmy y el Oscar por los experimentos de, respectivamente, 'Chernobyl' y 'Joker'.

¿Se puede decidir un kilómetro cero para esta era dorada de la banda sonora de riesgo? ¿Quizá la partitura atonal de Jonny Greenwood (guitarrista de Radiohead) para 'Pozos de ambición', del 2008? "Desde luego, ese 'score' fue muy influyente para nosotros", señala Bensi. "Esas técnicas de orquestación tan minimalistas pero atrevidas dejaban sin aire. Recuerdo escuchar esa música estilo Penderecki tan bien unida a la fotografía, el montaje y las interpretaciones, y pensar que un camino se abría para nosotros. 'Under the skin', de Mica Levi, es otro ejemplo de 'score' inspirador".

El movimiento, según Bensi, está ocurriendo. "Es difícil de describir en qué consiste exactamente, pero está ahí, en todas esas bandas sonoras que intentan experimentos sónicos, hacer las cosas desde un ángulo inesperado o lograr que la orquesta suene extraña, nada tradicional, pero igualmente bella". Está, en el apartado estrictamente televisivo, en la electrónica analógica (con momentos poco o nada nostálgicos) de Kyle Dixon y Michael Stein para 'Stranger things'; el abrasivo ambient de Ben Frost para 'Dark', o la bella confusión entre lo tradicional y lo moderno, lo acústico y lo electrónico en el trabajo de Remate para 'Néboa'. Y estará en lo que haya hecho Geoff Barrow (Portishead) con Ben Salisbury para la inminente 'Devs'.

Este mismo marzo podremos disfrutar también del siguiente paso en la evolución de Bensi y Surriaans: 'Ozark', temporada 3, llega el día 27 a Netflix. "Hemos tratado de ser más atrevidos, igual que Jason Bateman con la propia serie. Cuanto más se atreve él, más nos atrevemos nosotros. Solemos reunirnos al principio de cada temporada y comentar lo que tiene en mente. Es un hombre increíblemente elocuente, artístico e inteligente. Suele hablarnos sobre los colores, el sentimiento, la tensión, la belleza; salimos de esas reuniones con ganas de encerrarnos a hacer música".