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'El visitante': el as del crimen Richard Price adapta al jefe del terror Stephen King

El célebre autor criminal estrena en HBO una serie basada en un texto del escritor de Maine

Richard Price, en mayo del 2015 en el festival Primera Persona de Barcelona

Richard Price, en mayo del 2015 en el festival Primera Persona de Barcelona / FERRAN SENDRA

Juan Manuel Freire

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Nadie escribe del crimen como Richard Price. A la vez casi reportero y casi poeta, ha pisado los paisajes urbanos más resbaladizos y convivido con la policía para escribir novelas tan factibles como literarias, vibrantes. Y luego están sus guiones para cine y televisión, entre los que se cuentan desde 'El color del dinero' hasta 'The night of', pasando por grandes episodios de 'The wire'.

Su último trabajo para la televisión es 'El visitante', adaptación de la novela de Stephen King que ha escrito casi en su integridad (dejó un par de episodios a su colega Denis Lehane) y desarrollado para HBO. Como en 'The night of', la cuestión principal es saber si alguien, aquí el entrenador de béisbol infantil que encarna Jason Bateman, ha cometido o no un crimen atroz. Unas horas antes de la 'première' de la serie en Los Ángeles (en España podrá verse desde el lunes), conversamos con Price sobre los desafíos de esta adaptación y el futuro que espera a las versiones audiovisuales de algunos de sus propios libros.

'Richard Price adapta a Stephen King'. La idea es gloriosa, pero tampoco muy esperable. ¿Cómo acabó en este proyecto?

Media Rights Capital [productora de 'House of cards' y 'Ozark'] se había hecho con los derechos del libro. Como la novela tiene elementos de procedimental policial bastante crudo, me vieron como buena opción. En un principio, tan solo iba a escribir el piloto, pero acabé escribiendo casi toda la serie.

¿Es un lector habitual de King?

No conozco a nadie a quien no le guste. Casi todo el mundo ha quedado marcado por tres o cuatro novelas suyas, y no suelen ser las mismas.

¿Cuáles le han dejado huella a usted?

Me gusta mucho 'El resplandor', por ejemplo. Recuerdo haberla leído en el ático de una mansión victoriana al norte del estado de Nueva York. Me sentía dentro del libro, como uno de sus personajes. También me marcó mucho la lectura de 'Cujo'.

King es, al parecer, también fan de usted. Dijo maravillas de 'The night of'.

Y no solo eso, también ha dicho cosas buenas de libros míos. No porque yo se lo haya pedido, sino porque ha querido.

Las premisas de 'The night of' y 'El visitante' no son tan distintas. Ambas series parten de la pregunta '¿lo hizo o no lo hizo?'. ¿Se siente atraído por esa clase de ambigüedad?

Es una coincidencia. De hecho, no caí en ello hasta después de haber acabado de escribir, cuando alguien vio algunos capítulos y me lo comentó. Es curioso, eso es verdad.

Aquí hay un giro sobrenatural. Eso es más inédito en su carrera.

Siempre había querido hacer algo fantástico. Quizá no una novela ni una serie muy larga, pero… algo. Mi familia tiene un largo historial de acontecimientos inexplicables, aunque seguramente un psiquiatra podría explicarlos sin ningún problema. Por otro lado, hace veinte años, tuve la bendita idea de participar en una sesión de ouija, y fue la experiencia más terrorífica de toda mi vida.

¿Esta serie puede ser un punto de inflexión para usted a nivel creativo?

Diría que no va a ser así. Cada escritor tiene su hogar, su tono, su territorio, su humor… Mi idea es volver a casa. Pero si hay segunda temporada de 'El visitante', lo que parece bastante seguro, seré yo también quien la escriba. Esta vez la historia sería mía y no de King.

¿Cuáles fueron los principales desafíos de la adaptación?

El principal era que había que hacer diez horas de serie, pero el libro no daba para eso, a pesar de ser voluminoso. Tiene mucho monólogo interior, mucha escritura expositiva… Y todo eso se iba a ir fuera. Un libro no es una serie de televisión. Para que funcione en pantalla, hay que practicarle la cirugía más severa. Un libro puede ser libresco. Una serie no debe serlo. Así que me vi obligado a escribir nuevas escenas, nueva acción, nuevas relaciones, siempre manteniendo el espíritu de la historia original.

Según dijo en una entrevista con 'Interview'

Sí, es la misma estructura no lineal, aunque he tratado de depurarla. El escritor puede ir en las direcciones que le plazcan. En una película o serie, todo ha de verse claramente en la pantalla.

¿Le costó mucho decidir qué se quedaba y qué iba fuera?

Cada persona tiene un método. El mío es coger el libro, deshuesarlo todo lo posible y extraer los huesos clave, las cosas más importantes que pasan. Pasa esto, después esto, más tarde lo otro… Luego debo pensar: ¿cómo voy del hueso A al hueso B y después al C? Has de convertir esas transiciones en algo bidimensional. Recubrir el esqueleto de carne. El miedo, además, es algo muy bidimensional. Uno de los retos era cómo dar una forma física a los sentimientos de angustia y temor de los personajes.

"Mi familia tiene un largo historial de acontecimientos inexplicables, aunque seguramente un psiquiatra podría explicarlos sin ningún problema"

¿Qué pasó con las adaptaciones al cine de 'La vida fácil' y 'Los impunes'?

Con 'La vida fácil', lo que pasó es que yo mismo traté de escribir el guion y, por supuesto, el resultado fue desastroso. No tengo objetividad cuando adapto libros propios. Es demasiado para mí. Acabo siempre poniendo la vajilla entera en el fregadero. 'Los impunes' está en manos de HBO. Sé que quieren hacer una miniserie, pero, por una serie de razones, no puedo encargarme de escribirla.

Volviendo por un momento a 'El visitante': ¿está contento del resultado final? El primer episodio está lleno de grandes decisiones formales.

¡No he visto nada todavía! Cada vez que querían pasarme material, les decía que no lo hicieran. Se rodaba mientras yo acababa de escribir y no quería influencias externas. Pero me han dicho que Jason Bateman ha hecho trabajo no solo como actor, también como director. Si se parece un poco a 'Ozark', me doy por contento. Me encanta esa serie.

¿Qué tiene en proyecto ahora mismo?

Aparte de la posible segunda temporada de 'El visitante', tengo dos novelas a medio acabar. Una, más de género, es la continuación de 'Los impunes'. Y otra, más literaria, es una especie de secuela de 'La vida fácil'.

Cinco de sus mejores libros

'The Wanderers. Las pandillas del Bronx' (1974). El libro que reveló a Price era una crónica de la vida pandillera en el Bronx neoyorquino a principios de los 60, y, finalmente, una reflexión sobre la decepción de la vida adulta. Cinco años después, llegó la adaptación al cine de Philip Kaufman, especie de reverso macarra de 'American graffiti'.