Psicología

Seis consejos para utilizar el poder de los cuentos con los niños

Las historias nos conectan con nosotros y nos enseñan nuevas herramientas

Un padre lee un cuento con su hijo

Un padre lee un cuento con su hijo / 123RF

Ángel Rull

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Los cuentos han sido una parte fundamental de la crianza y la educación desde tiempos inmemoriales. No son solo una herramienta de entretenimiento, sino una poderosa metodología para el desarrollo emocional y cognitivo de niños y niñas. A través de los relatos, los menores pueden explorar mundos fantásticos, resolver conflictos, entender emociones y aprender sobre la diversidad y la moral de manera segura y controlada.

Esta forma de narrativa, con su estructura y contenido ricos, ofrece a los menores un marco para entender el mundo que los rodea. Los cuentos simplifican conceptos complejos y presentan situaciones difíciles de una forma que es accesible para la mente en desarrollo. Esto permite a los niños y niñas no solo aprender a enfrentar situaciones similares en la vida real, sino también desarrollar un sentido de moral y ética a través de las lecciones implícitas en las historias.

¿Cómo ayuda a nuestros hijos?

El poder de los cuentos reside en su capacidad de modelar la realidad de manera que los niños y las niñas pueden entenderla y manejarla a su propio ritmo. Cuando un menor escucha o lee una historia, se involucra en un proceso activo de aprendizaje: presta atención, sigue la trama y procesa las emociones de los personajes. Esta interacción fomenta el desarrollo del lenguaje, mejora la memoria y la capacidad de atención, y fortalece la inteligencia emocional.

Al ofrecer ejemplos de cómo los personajes enfrentan y resuelven problemas, los cuentos ayudan a los menores a desarrollar habilidades de resolución de conflictos y a tomar decisiones. La identificación con los personajes que experimentan y superan dificultades fomenta en los niños y niñas un sentido de capacidad y resiliencia. Además, los cuentos que incluyen diversos personajes y culturas amplían la percepción del mundo y fomentan la aceptación y el respeto por la diferencia.

Además, los cuentos proporcionan oportunidades para que los padres y madres se conecten con sus hijos e hijas. Compartir un cuento antes de dormir o en un momento tranquilo del día establece un vínculo afectivo y una rutina de seguridad emocional que beneficia el bienestar del menor. Este tiempo compartido es invaluable, ya que refuerza la relación y proporciona un espacio seguro para discutir temas y preocupaciones personales.

Consejos para utilizar el poder de los cuentos con los niños

Los cuentos actúan como espejos y ventanas: reflejan la realidad del niño o la niña, permitiéndoles identificarse con los personajes, y a su vez, ofrecen vistas a experiencias y mundos distintos a los suyos. Esta dualidad no solo enriquece su imaginación, sino que también afianza habilidades de empatía y comprensión social.

¿Cómo podemos utilizar y potenciar el poder de los cuentos en los niños y niñas?

1. Elegir cuentos adecuados a la edad y los intereses

Seleccionar historias que se ajusten a la edad, las capacidades cognitivas y los intereses de los niños y niñas es crucial. Esto garantiza que el contenido no solo sea comprendido, sino también disfrutado, lo cual es fundamental para mantener su atención y curiosidad. Los cuentos deben suponer un reto pero ser accesibles, para que no frustren ni aburran al lector joven.

Al elegir cuentos que reflejen una variedad de culturas y experiencias, se fomenta el desarrollo de una visión inclusiva y global en los niños y niñas. Es importante presentar personajes con los que los menores puedan identificarse y otros que les permitan aprender sobre realidades diferentes a las suyas.

A medida que los niños y niñas crecen, sus intereses y niveles de comprensión cambian, así que actualizar regularmente la selección de cuentos ayudará a mantener vivo su entusiasmo por la lectura.

2. Ser interactivos durante la lectura

Hacer preguntas, cambiar la voz para diferentes personajes y hacer pausas para discutir lo que está sucediendo en la historia no solo hace la lectura más divertida, sino que también enseña a los niños y niñas a pensar críticamente sobre los eventos y los motivos de los personajes. Estas interacciones también ayudan a mejorar las habilidades de escucha activa y de comprensión lectora.

Animar a los niños y niñas a predecir qué sucederá a continuación o a imaginar finales alternativos para la historia puede estimular su pensamiento creativo y su capacidad de análisis. Este tipo de actividades hacen de la lectura una experiencia más dinámica y participativa.

Utilizar accesorios, como títeres o ilustraciones hechas por los propios niños, puede hacer que las sesiones de lectura sean más atractivas y ayudar a los menores a conectar más profundamente con la historia.

3. Relacionar los temas del cuento con la vida real

Conectar los dilemas, las soluciones y las enseñanzas de los cuentos con experiencias reales de los niños y niñas les ayuda a aplicar lo aprendido en su cotidianidad y a ver la literatura como algo relevante y útil. Esto puede ser especialmente poderoso en la enseñanza de habilidades sociales y emocionales.

Discutir cómo podrían manejar una situación similar los menores, o cómo han enfrentado ya algo parecido, permite que los niños y niñas vean los cuentos como herramientas útiles para la vida real, no solo como entretenimiento.

Celebrar las victorias de los personajes y discutir sus errores puede proporcionar oportunidades para la enseñanza de valores y para la reflexión sobre el comportamiento propio y el de otros.

4. Crear un espacio dedicado para la lectura

Tener un rincón de lectura, cómodo y atractivo, donde los niños y niñas puedan sumergirse en sus libros, fomenta la lectura regular y hace de ésta una actividad especial y esperada. Este espacio debe estar libre de distracciones y ser acogedor, equipado con cojines, buena iluminación y, por supuesto, acceso a una variedad de libros.

Este espacio no tiene que ser grande; un pequeño rincón en su habitación o en un área común puede ser suficiente. Lo importante es que sea un lugar que ellos asocien con la calma y el placer de leer.

Involucrar a los niños en la creación de este espacio puede aumentar su interés y compromiso con la lectura. Permitirles elegir decoraciones o ayudar en la organización de los libros puede hacer que se sientan más conectados con su espacio de lectura.

5. Incorporar tecnología de manera equilibrada

Usar aplicaciones de cuentos interactivos o audiolibros puede añadir una dimensión adicional a la experiencia lectora. Sin embargo, es crucial mantener un equilibrio para no restar valor a la experiencia tradicional de la lectura de libros impresos. La tecnología puede hacer los cuentos más accesibles y atractivos, especialmente para los niños y niñas que se sienten más motivados por medios digitales.

Aplicaciones y e-books a menudo ofrecen características interactivas como animaciones, música y juegos que pueden mejorar la comprensión y el disfrute de la historia. Estos recursos pueden ser especialmente útiles para explicar aspectos complejos de la trama o para mantener el interés en niños y niñas con diferentes estilos de aprendizaje.

Es importante, sin embargo, limitar el tiempo frente a pantallas y asegurarse de que el uso de la tecnología no desplace completamente la lectura de libros impresos. La lectura física sigue siendo crucial para el desarrollo de habilidades manuales y la conexión sensorial con el material de lectura, que son importantes para el desarrollo cognitivo y emocional.

6. Fomentar la regularidad y la variedad

Establecer una rutina de lectura diaria o semanal crea un hábito que puede durar toda la vida. Dedicar un tiempo específico para la lectura refuerza su importancia y ayuda a los niños y niñas a integrarla como una parte regular de sus vidas.

Ofrecer una amplia variedad de géneros y temas puede mantener la experiencia fresca y emocionante. Incluir cuentos clásicos, modernos, de aventuras, ciencia ficción, y libros informativos puede ayudar a expandir los horizontes de los niños y niñas y a fomentar una apreciación por diferentes tipos de narrativa.

Alentar a los niños y niñas a elegir sus propios libros les da una sensación de autonomía y les enseña a tomar decisiones. Participar en la selección de sus lecturas puede aumentar su entusiasmo por los cuentos y fomentar una actitud más activa hacia la lectura.

Con estos seis consejos, podemos maximizar el potencial educativo y emocional de los cuentos en la vida de los niños y niñas. Al integrar estos métodos, no solo fomentamos el amor por la lectura, sino que también proporcionamos a los menores herramientas fundamentales para su desarrollo emocional y cognitivo. Los cuentos son, sin duda, uno de los recursos más ricos y versátiles a nuestra disposición para guiar y enriquecer la infancia de manera significativa y duradera.

* Ángel Rull, psicólogo.