Psicología

Ocho pasos para saber escoger mejor a una futura pareja

Repetimos los mismos errores al vincularnos

Una pareja feliz

Una pareja feliz / 123RF

Ángel Rull

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La elección de una pareja no siempre es tan racional como podríamos esperar. A menudo, nuestras decisiones están influidas por emociones intensas o por un deseo profundo de conexión, lo que puede llevarnos a pasar por alto señales de alerta o aspectos fundamentales de la otra persona que no son compatibles con nosotros. Esto ocurre especialmente en los primeros momentos de una relación, cuando el encanto del enamoramiento puede hacer que idealicemos a la otra persona, viendo solo sus cualidades positivas y obviando sus defectos o las diferencias significativas en estilos de vida y valores.

Además, la presión social por 'sentar cabeza' o por no estar solos puede nublar nuestro juicio, impulsándonos a comprometernos con alguien que no es realmente adecuado para nosotros. Familiares y amigos a menudo tienen expectativas sobre cuándo deberíamos establecernos y con quién, y estas expectativas pueden hacernos sentir que debemos apresurar nuestra elección, lo que reduce el tiempo y la energía que deberíamos invertir en conocer realmente a la otra persona.

¿Por qué repetimos errores?

Repetir errores en nuestras elecciones amorosas a menudo se debe a patrones inconscientes aprendidos en la niñez o a experiencias pasadas. Tendemos a buscar lo familiar, incluso cuando eso significa replicar relaciones problemáticas que hemos visto o vivido anteriormente. Por ejemplo, alguien que creció en un hogar donde prevalecían los conflictos puede encontrar inconscientemente más 'normal' una relación conflictiva.

Sin un trabajo introspectivo para entender estos patrones, es difícil romper el ciclo y hacer elecciones más saludables en el futuro. Esto puede significar que, sin darnos cuenta, elegimos parejas que reflejan aspectos negativos de nuestras relaciones pasadas o familiares, perpetuando un ciclo de insatisfacción y problemas.

La introspección y la autoobservación son claves para romper estos ciclos. Identificar y comprender nuestros propios patrones y miedos nos permite tomar decisiones más conscientes y maduras en nuestras relaciones amorosas, evitando repetir errores que nos han llevado a relaciones insatisfactorias o dañinas en el pasado.

¿Podemos aprender a escoger mejor?

Afortunadamente, la capacidad de hacer mejores elecciones amorosas se puede desarrollar. Este aprendizaje implica conocerse mejor a uno mismo, entender qué es lo que realmente necesitamos de una relación y no solo lo que deseamos superficialmente. Conocer nuestras propias necesidades, deseos y límites es fundamental para no solo elegir mejor, sino para establecer relaciones más saludables y duraderas.

También requiere una evaluación honesta de nuestras expectativas y una reflexión sobre cómo estas influyen en nuestras decisiones de pareja. Muchas veces, nuestras expectativas no son realistas o están más basadas en ideales sociales que en lo que personalmente deseamos o necesitamos. Ajustar nuestras expectativas nos puede ayudar a evitar decepciones y a centrarnos en lo que es verdaderamente importante en una pareja.

El proceso de aprendizaje para escoger mejor también incluye desarrollar habilidades de comunicación y resolución de conflictos. Estas habilidades nos permiten no solo seleccionar parejas más compatibles, sino también manejar mejor las diferencias y los retos que surgen en cualquier relación. La capacidad de hablar abiertamente sobre nuestros sentimientos y necesidades, así como escuchar y responder adecuadamente a los de nuestra pareja, es esencial para construir una relación sólida y duradera.

Pasos para saber escoger mejor a una futura pareja

Nuestras propias inseguridades pueden llevarnos a escoger parejas que no nos convienen. El miedo a la soledad o la baja autoestima son solo algunos ejemplos de cómo los aspectos psicológicos pueden influir negativamente en la selección de una pareja, empujándonos hacia relaciones que son menos de lo que merecemos o necesitamos.

Sigue estos pasos para escoger mejor:

1. Conoce tus valores fundamentales y asegúrate de que estén alineados con los de tu futura pareja

Es fundamental que compartas con tu pareja potencial una base de valores y objetivos de vida similares. Esto incluye aspectos como los planes de familia, las creencias religiosas o espirituales, y las ambiciones profesionales. La compatibilidad en estas áreas puede prevenir conflictos significativos en el futuro.

2. Evalúa cómo maneja los conflictos y las dificultades, ya que esto es indicativo de cómo será la vida en pareja

Observar cómo tu posible pareja enfrenta situaciones adversas te dará una idea de cómo podría manejar los retos que surgen en una relación a largo plazo. Busca señales de madurez emocional, capacidad para resolver problemas y habilidad para manejar el estrés y la frustración.

3. Asegúrate de que haya un equilibrio de poder saludable y que ambos puedan ser independientes dentro de la relación

Una relación equilibrada permite que ambos miembros mantengan su independencia, respeten sus espacios personales y apoyen el crecimiento mutuo. Esto es clave para una relación sana y sostenible.

4. Observa cómo interactúa con otras personas y en diferentes contextos sociales

La forma en que una persona se comporta con los demás puede revelar mucho sobre su carácter y sus valores. Presta atención a cómo trata a los camareros, a sus amigos, y cómo habla de otras personas en su vida.

5. Escucha activamente y comunica abiertamente tus necesidades y expectativas

La comunicación efectiva es la columna vertebral de cualquier relación saludable. Ser capaz de hablar sobre tus pensamientos y sentimientos abiertamente y escuchar a tu pareja atentamente puede prevenir muchos problemas y malentendidos.

6. No ignores las señales de alerta ni justifiques comportamientos problemáticos

A veces, por el deseo de que una relación funcione, podemos ignorar las señales de alerta o justificar actitudes o comportamientos inaceptables. Ser honesto contigo mismo y reconocer los problemas potenciales desde el principio puede salvarte de problemas a largo plazo.

7. Dedica tiempo a construir una amistad sólida antes de profundizar en la relación amorosa

Las relaciones que se basan en una amistad sólida suelen ser más duraderas. Conocerse como amigos primero permite construir una base de confianza y comprensión mutua antes de añadir el componente romántico.

8. Reflexiona sobre tus experiencias pasadas y aprende de ellas para no repetir los mismos errores

Analizar tus relaciones pasadas y entender qué salió mal y por qué puede ayudarte a evitar repetir patrones destructivos. Aprende de tus errores y lleva esas lecciones a tus futuras relaciones para tomar decisiones más sabias.

Escoger bien a una pareja no garantiza el éxito de una relación, pero sí mejora significativamente las probabilidades de establecer un vínculo duradero y satisfactorio. Estos ocho pasos no son infalibles, pero son una guía que puede ayudarte a tomar decisiones más conscientes y alineadas con lo que realmente buscas y necesitas en una pareja. En última instancia, la elección consciente y reflexiva es nuestra herramienta más poderosa para construir relaciones amorosas más felices y saludables.

* Ángel Rull, psicólogo.