Psicología

Ser amable contigo mismo: diez estrategias para llevarlo a cabo

La autoestima influye en cómo nos tratamos

Un hombre abrazándose a si mismo

Un hombre abrazándose a si mismo / 123RF

Ángel Rull

Ángel Rull

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

A menudo vemos como la autocrítica y la autoexigencia son una demanda constante en nuestra cabeza. Sin embargo, es posible un viaje hacia la amabilidad, que no solo mejora la autoestima, sino que también propicia un bienestar emocional duradero para la población general que enfrenta los problemas cotidianos.

¿Por qué nos cuesta ser amables con nosotros mismos?

La autocrítica excesiva y la autoexigencia son comunes en nuestra sociedad. Nos enfrentamos a estándares implacables, y a veces, nos convertimos en nuestros peores críticos. Este fenómeno puede deberse a diversas razones, como la presión social, la comparación constante y la autopercepción distorsionada. Reconocer estas barreras es el primer paso para desmantelarlas.

La amabilidad con uno mismo y la autoestima

La relación entre la amabilidad hacia uno mismo y la autoestima es profunda. La manera en que nos tratamos internamente influye directamente en nuestra percepción de valía personal. La autoestima florece cuando nos brindamos el mismo cuidado y compasión que ofreceríamos a un ser querido.

¿Es posible ser más amables?

Ser más amables con nosotros mismos no solo es posible, sino también necesario para construir una base sólida de bienestar emocional. Este proceso implica cambiar patrones de pensamiento autocríticos, practicar la autoaceptación y cultivar una mentalidad compasiva.

Diez estrategias para ser más amables con nosotros mismos

Estas estrategias forman un marco integral para cultivar la amabilidad hacia uno mismo, promoviendo un estado mental más saludable y resiliente. Al implementar estas prácticas en la vida diaria, damos pasos significativos hacia una relación más compasiva con nosotros mismos.

Sigue estas diez estrategias para ser más amable contigo mismo:

1. Practicar la autoaceptación

La autoaceptación implica abrazar nuestras imperfecciones y reconocer que somos seres en constante evolución. Al aceptarnos tal como somos, liberamos energía que de otra manera se gastaría en autocrítica. Esto no significa conformarse con la mediocridad, sino comprender que el proceso de mejora es gradual y requiere paciencia.

2. Cultivar la gratitud

La gratitud nos conecta con lo positivo en nuestras vidas, creando un cambio de enfoque hacia lo que sí tenemos en lugar de lo que nos falta. Cultivar un diario de gratitud, donde diariamente anotamos tres cosas por las que estamos agradecidos, nos ayuda a mantener una perspectiva positiva incluso en momentos difíciles.

3. Cuidar el diálogo interno

Transformar nuestro diálogo interno implica ser conscientes de cómo nos hablamos a nosotros mismos. En lugar de usar un tono crítico, practiquemos el diálogo interno positivo. Reemplacemos pensamientos autocríticos con afirmaciones alentadoras y motivadoras, creando así un ambiente mental más amable.

4. Establecer límites

Decir no cuando es necesario es un acto de amor propio. Establecer límites claros en nuestras relaciones y compromisos nos protege de la sobreexigencia y nos permite conservar la energía necesaria para cuidar de nuestra salud emocional.

5. Priorizar el autocuidado

El autocuidado no es un lujo, sino una necesidad. Dediquemos tiempo regularmente a actividades que nos nutran emocional y físicamente, ya sea a través de la meditación, el ejercicio o simplemente tomando tiempo para descansar. El autocuidado es esencial para mantener un equilibrio emocional.

6. Aprender de los errores

En lugar de castigarnos por los errores, veámoslos como oportunidades de aprendizaje. La autocompasión se fortalece cuando adoptamos una actitud de crecimiento y nos permitimos evolucionar a través de nuestras experiencias, en lugar de quedar atrapados en la autocrítica.

7. Practicar la atención plena

La atención plena nos ancla en el presente, liberándonos de la ansiedad sobre el futuro y los remordimientos del pasado. A través de prácticas como la meditación y la atención consciente, podemos reducir el estrés y fomentar una relación más compasiva con nosotros mismos.

8. Desarrollar la empatía interna

Imaginar cómo hablaríamos a un amigo en momentos difíciles y aplicar esa misma empatía a nosotros mismos fortalece nuestro vínculo con nuestra propia humanidad. La empatía interna nos permite tratarnos con la misma compasión que ofreceríamos a los demás.

9. Abrazar la vulnerabilidad

La vulnerabilidad no es debilidad, sino la esencia misma de la autenticidad. Ser amables con nosotros mismos implica permitirnos ser vulnerables y aceptar nuestras emociones, reconociendo que experimentar momentos difíciles es parte integral de la experiencia humana.

10. Celebrar los logros, grandes y pequeños

Reconocer y celebrar nuestros éxitos, independientemente de su magnitud, es esencial para fortalecer la autoestima. Al celebrar cada logro, creamos un ciclo positivo que nos impulsa a seguir esforzándonos y reconociendo nuestro propio valor.

Cultivar la amabilidad hacia uno mismo es un viaje continuo, pero con práctica y paciencia, se convierte en una herramienta válida para mejorar la calidad de vida. Adoptar estas estrategias no solo beneficia a nuestra salud mental, sino que también impacta positivamente en nuestras relaciones y en la forma en que enfrentamos los problemas diarios. Recordemos siempre que merecemos el mismo amor y cuidado que brindamos a los demás.

* Ángel Rull, psicólogo.