Psicología

Motivación y éxito diario: introduce estas tres rutinas en tu día a día

El camino hacia la plenitud implica conectar con determinados estados emocionales previos

Persona feliz

Persona feliz / 123RF

Ángel Rull

Ángel Rull

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En la búsqueda constante de un equilibrio armonioso entre la motivación y el éxito diario, tres rutinas fundamentales se presentan como guías esenciales en este viaje. Estas prácticas, arraigadas en principios psicológicos sólidos, ofrecen un enfoque práctico para potenciar tu día a día. Sin necesidad de fórmulas complicadas, estas rutinas se convierten en cimientos sólidos para elevar tanto tu motivación intrínseca como tu rendimiento en la vida diaria.

¿Qué es la motivación?

La motivación, ese impulso interno que nos guía hacia la acción. Proviene de nuestras necesidades más profundas, deseos arraigados y valores fundamentales. Comprender la motivación como el motor que impulsa nuestras acciones nos permite apreciar su impacto directo en la calidad de nuestras vidas. No es simplemente el deseo de lograr algo; es el combustible que alimenta la llama de la perseverancia, haciéndonos perseverar incluso en los momentos más complejos.

La motivación puede clasificarse en dos tipos: intrínseca y extrínseca. La motivación intrínseca surge de deseos internos y la autodeterminación, mientras que la extrínseca proviene de recompensas externas o evitar castigos. Ambos tipos son poderosos impulsores de la acción, pero la motivación intrínseca tiende a ser más sostenible y duradera.

Para alimentar la motivación, es esencial comprender nuestras metas y valores personales. Establecer metas realistas y alineadas con nuestros valores fundamentales proporciona un sentido claro de propósito, impulsando nuestra motivación hacia el logro de esos objetivos. Además, la conexión emocional con nuestras metas aumenta la motivación intrínseca, ya que nos comprometemos más profundamente con el proceso.

¿Cómo se combinan la motivación y el éxito?

La relación simbiótica entre la motivación y el éxito es crucial para comprender cómo estas fuerzas se influyen mutuamente y se refuerzan. Cuando nos sumergimos en un proyecto con motivación, no solo mejoramos nuestro rendimiento, sino que también superamos obstáculos con una actitud positiva. Cada éxito, por pequeño que sea, refuerza nuestra motivación intrínseca, creando un ciclo virtuoso que impulsa un éxito continuo.

La teoría del establecimiento de metas de Locke y Latham destaca la importancia de metas específicas y que supongan un reto para maximizar la motivación y el rendimiento. Establecer metas claras y medibles no solo proporciona dirección, sino que también actúa como un catalizador para la motivación, ya que nos desafía a superar obstáculos y alcanzar nuevos niveles de logro.

El concepto de "flujo" de Mihály Csíkszentmihályi también ilustra la conexión entre la motivación y el éxito. El flujo ocurre cuando nos sumergimos completamente en una actividad compleja que coincide con nuestras habilidades, lo que resulta en una experiencia gratificante y satisfactoria. Buscar experiencias de flujo en nuestras actividades cotidianas puede aumentar significativamente nuestra motivación y conducir a un éxito más consistente.

¿Se pueden unir y potenciar?

La unión y potenciación de la motivación y el éxito no son solo posibles, sino esenciales para un crecimiento personal significativo. Cuando comprendemos cómo estas dos fuerzas se influyen mutuamente, podemos aprovechar su sinergia para cultivar un crecimiento sostenible. La motivación es el motor que nos impulsa a establecer metas, mientras que el éxito refuerza y amplifica nuestra motivación, creando una conexión inseparable entre el impulso interno y los logros externos.

El psicólogo Albert Bandura introdujo el concepto de autoeficacia, que se refiere a la creencia en nuestras propias habilidades para llevar a cabo tareas y alcanzar metas. La autoeficacia juega un papel crucial en la motivación y el éxito, ya que las personas con una alta autoeficacia tienden a establecer metas más desafiantes, persistir en el esfuerzo y superar obstáculos con mayor eficacia.

Tres rutinas en el día a día para aumentar la motivación y el éxito

En el transcurso de la vida diaria, alcanzar la motivación y el éxito se revela como una búsqueda constante. Al incorporar nuevos hábitos a la rutina, estableceremos una sólida base para el impulso continuo hacia metas y logros, cultivando una mentalidad positiva y sostenible en el trayecto hacia el éxito.

¿Qué tres rutinas podemos introducir?

1. Inicio del día con propósito

Al comenzar cada jornada, dedica tiempo a establecer metas realistas y significativas. Esta rutina no solo proporciona dirección y enfoque, sino que también activa tu motivación intrínseca. Visualizar tus objetivos te prepara mentalmente para una jornada llena de logros, infundiendo tu día con un propósito claro.

Visualizar el éxito también puede ser una herramienta poderosa. Imagina el proceso y los resultados positivos de tus esfuerzos. Esto no solo refuerza tu motivación, sino que también reduce la ansiedad al anticipar el éxito, creando un estado mental propicio para el rendimiento óptimo.

2. Breves pausas reflexivas

Integra pausas cortas a lo largo del día para reflexionar sobre tus logros y reconocer tus esfuerzos. Esta práctica no solo fomenta la autoafirmación, sino que también refuerza tu motivación al reconocer tu progreso, independientemente de su magnitud. La celebración se convierte en un catalizador poderoso que alimenta la perseverancia necesaria para enfrentar retos futuros.

La técnica de la "lista de éxitos diarios" puede ser una excelente manera de implementar esta rutina. Al final de cada día, anota tus logros, grandes o pequeños. Esto no solo te brinda una visión tangible de tus éxitos, sino que también refuerza positivamente tus esfuerzos diarios, fortaleciendo tu motivación para el futuro.

3. Cierre del día con gratitud

Antes de dar por concluido el día, dedica unos minutos a reflexionar sobre lo positivo. Expresa gratitud por tus logros, aprendizajes y experiencias del día. La gratitud no solo te conecta con las emociones positivas, sino que también fortalece la conexión entre la motivación y el éxito. Cultivar una mentalidad de gratitud te prepara para afrontar el día siguiente con una perspectiva positiva y una disposición motivada.

La escritura de un diario de gratitud puede ser una herramienta valiosa para implementar esta rutina. Anota tres cosas por las que te sientas agradecido cada día. Esta práctica no solo refuerza tu aprecio por lo positivo en tu vida, sino que también actúa como un recordatorio constante de tus motivaciones y éxitos.

La motivación y el éxito están entrelazados de manera intrínseca, y su relación puede ser cultivada conscientemente a través de rutinas diarias. Al incorporar estas tres prácticas en tu vida cotidiana, estarás dando pasos significativos hacia un mayor crecimiento personal y un éxito duradero. Debemos recordar que la clave está en nutrir esa chispa interna que impulsa nuestras acciones, guiándonos hacia un futuro más motivado y exitoso.

* Ángel Rull, psicólogo.