Psicología

Síndrome del hermano mayor: ¿qué es y cómo afecta?

La llegada de un segundo hijo altera las dinámicas familiares

dos hermanos felices caminando por el sendero del bosque

dos hermanos felices caminando por el sendero del bosque / agencia

Ángel Rull

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El nacimiento de un nuevo miembro en la familia es una experiencia única y emocionante. Los padres suelen estar llenos de alegría y emoción, y esperan que sus hijos mayores compartan esa emoción. Sin embargo, a menudo se observa que el hijo mayor, quien antes era el centro de atención, puede experimentar una serie de emociones complejas y a veces negativas. Este fenómeno se conoce como síndrome del hermano mayor.

¿Qué es el síndrome del hermano mayor?

El síndrome del hermano mayor es una respuesta emocional a la llegada de un hermano menor. El niño mayor puede sentir que su posición en la familia ha sido amenazada y que ha perdido el estatus de único hijo. Esto puede provocar una serie de reacciones emocionales negativas que pueden durar desde unas semanas hasta varios años.

El síndrome del hermano mayor puede afectar a niños de todas las edades, pero se observa con mayor frecuencia en niños de entre dos y cinco años. Esto se debe a que los niños en esta edad son más conscientes de su entorno y pueden expresar sus emociones con mayor facilidad. Sin embargo, los niños mayores también pueden experimentar el síndrome del hermano mayor, especialmente si están acostumbrados a ser el centro de atención de sus padres.

Características del síndrome del hermano mayor

El síndrome del hermano mayor se puede definir como un patrón de comportamiento que se observa en algunos niños mayores que se sienten superiores a sus hermanos menores. Todo se acompaña de emociones negativas, malestar y una ruptura directa en la convivencia familiar habitual.

¿Cuáles son las características principales del síndrome del hermano mayor?:

·       Sentimiento de superioridad: los hermanos que tienen el síndrome del hermano mayor a menudo se sienten superiores a sus hermanos menores. Pueden sentir que tienen más derecho a recibir atención y amor de los padres, y pueden tratar a sus hermanos menores con desdén o menosprecio.

·       Celos: también pueden experimentar celos hacia sus hermanos menores. Pueden sentir que han perdido el amor y la atención de sus padres, y pueden rechazar a sus hermanos menores por recibir más atención.

·       Comportamiento autoritario: los hermanos mayores a menudo se comportan de manera autoritaria y controladora hacia sus hermanos menores. Creen que tienen derecho a decirles a sus hermanos menores qué hacer, cómo comportarse y cómo jugar.

·       Competición: a menudo ven a sus hermanos menores como competidores. Pueden tratar de superar a sus hermanos menores en todo, desde los logros académicos hasta los deportes y los juegos.

·       Frustración: experimentan frustración cuando no logran la atención o el reconocimiento que creen que merecen. Pueden expresar su frustración con rabietas, malhumor o actitudes desafiantes.

Consecuencias negativas en la familia del síndrome del hermano mayor

El síndrome del hermano mayor puede tener una serie de consecuencias negativas para toda la familia. El clima se ve enrarecido, hay una mayor tensión y se generan una serie de situaciones tanto dentro como fuera de casa incómodas.

 El síndrome del hermano mayor afecta de esta forma a la familia:

Desigualdad y resentimiento

Una de las consecuencias más evidentes del síndrome del hermano mayor es la desigualdad que se crea entre los hermanos. Cuando un hermano mayor asume el papel de protector y controlador, se puede crear una dinámica en la que el hermano menor se siente menospreciado y menos valioso. Esta dinámica puede generar resentimiento y conflicto entre los hermanos.

Falta de independencia y autonomía

Cuando un hermano mayor asume el papel de protector y controlador, puede impedir que sus hermanos menores desarrollen independencia y autonomía. Si un hermano mayor siempre toma decisiones por sus hermanos menores o siempre los protege de las consecuencias de sus acciones, los hermanos menores pueden tener dificultades para aprender a tomar decisiones por sí mismos y asumir la responsabilidad de sus acciones.

Estilo de crianza dominante

El síndrome del hermano mayor puede ser un síntoma de un estilo de crianza dominante. Si los padres ejercen un control excesivo sobre sus hijos, es posible que el hermano mayor asuma ese papel y lo lleve a cabo con sus hermanos menores. Esto puede crear una dinámica en la que los hermanos menores no tienen la oportunidad de expresarse y tomar decisiones por sí mismos.

Problemas de autoestima

El síndrome del hermano mayor puede tener un impacto negativo en la autoestima de ambos hermanos. Cuando un hermano mayor siempre toma el control y los hermanos menores sienten que no tienen voz ni voto, puede generar una sensación de falta de autoestima y autoeficacia. Si los hermanos menores no tienen la oportunidad de tomar decisiones y enfrentar las consecuencias de sus acciones, pueden tener dificultades para desarrollar una sensación de confianza en sí mismos.

Dependencia emocional

El síndrome del hermano mayor puede crear una dinámica en la que los hermanos menores dependen emocionalmente del hermano mayor. Si un hermano mayor siempre está ahí para resolver problemas y proteger a sus hermanos menores, los hermanos menores pueden sentirse incapaces de enfrentar el mundo sin la ayuda del hermano mayor. Esto puede generar una dependencia emocional poco saludable en la que los hermanos menores no pueden tomar decisiones de forma independiente.

El síndrome del hermano mayor es un fenómeno psicológico que se produce cuando el niño mayor experimenta una serie de emociones negativas después del nacimiento de un hermano menor. Estas emociones pueden incluir celos, rabia, resentimiento, abandono, tristeza y miedo. Este síndrome, como hemos visto, puede manifestarse de diferentes maneras y puede tener un impacto significativo en la vida del niño y en las relaciones familiares. Es por eso que es tan importante detectarlo a tiempo y encontrar soluciones.

* Ángel Rull, psicólogo.