Menos contaminación y energía renovable: La CIBA de Santa Coloma marca el camino de las obras públicas metropolitanas

Dos proyectos de Santa Coloma de Gramenet han sido tomados como referencia por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) para presentar el nuevo Protocolo de sostenibilidad de las futuras obras públicas que tengan lugar en las 36 ciudades, Barcelona incluida, que quedan comprendidas en el ámbito de actuación de la administración supramunicipal.

Se trata de La CIBA, el centro feminista colomense de recursos para mujeres de referencia metropolitana, y el nuevo paseo Salzereda, el eje verde que recorre el parque fluvial del río Besòs.

Estas dos obras públicas que Santa Coloma ha ejecutado durante los últimos años son, a juicio del AMB, el ejemplo paradigmático de éxito en la aplicación de las 19 medidas del nuevo protocolo metropolitano para mitigar el cambio climático adaptando el urbanismo y la arquitectura de las ciudades a la falta de agua o el incremento de las temperaturas en verano.

Específicamente, con respecto a La CIBA el AMB destaca el uso de materiales con baja huella de carbono para reducir las emisiones; la reducción del consumo energético anual generado por fuentes no renovables; o la generación de energía mediante una pérgola fotovoltaica en la cubierta del edificio.

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En cuanto al paseo Salzereda de Santa Coloma, "pensado como eje verde que se incorpora a la Bicivia, la red pedaleable metropolitana", explican desde el AMB, las características que se destacan en términos de sostenibilidad de obras públicas son su capacidad de mitigar el efecto 'isla de calor'; la generación de sombra; la reducción del consumo de agua tanto en la obra como en su uso posterior; así como el reap del agua de lluvia y utilización de agua freática de la propia red de Santa Coloma. Además de La CIBA y el paseo Salzereda, fuentes del AMB especifican que "hay más obras públicas donde ya se ha aplicado el protocolo de sostenibilidad".

"El Protocolo de sostenibilidad es una herramienta transversal con una visión integral que permite evaluar el impacto ambiental de las decisiones que se toman en todo el proceso de concepción y ejecución de cualquier actuación arquitectónica o de ingeniería", afirma Albert Gassull, director de Servicios de Espacio Público del AMB.

Gasull considera que este protocolo "nació por responsabilidad profesional e institucional ante la crisis climática, con la voluntad de promover la contratación pública verde de los proyectos y obras que se licitan, y para dotar a los técnicos con recursos para dar respuesta a los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) promovidos por las Naciones Unidas en el contexto internacional de la Agenda 2030". El protocolo ha llegado a la final de los premios New European Bauhaus 2024.

El cambio climático en el área metropolitana

El AMB estipula como objetivos de su nuevo protocolo la contribución a mitigar el cambio climático limitando la demanda y el consumo energéticos, reduciendo las emisiones de CO2 y fomentando las energías renovables; la mejora de la adaptación al cambio climático del territorio metropolitano, reduciendo la demanda hídrica, promoviendo su reutilización y fomentando la biodiversidad vegetal y animal; y el impulso de la economía circular.

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La guía medioambiental, que desde 2021 ha estado en constante revisión, fija unos criterios ambientales con unos ratios y unos límites concretos para cada tipología de proyecto durante todo el proceso de desarrollo, desde su concepción hasta la ejecución del proyecto y de la obra.

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