El Festival Altaveu de Sant Boi se despide con un "éxito rotundo"

El Festival Altaveu de Sant Boi ha bajado el telón este domingo después de hacer vibrar al público durante tres días en los que ha llenado la ciudad de actuaciones y actividades paralelas, que han hecho que el festival se consolide, un año más, como escaparate y trampolín para las bandas locales emergentes.

El evento, que ha celebrado este año su 30a edición, ha sido “un éxito rotundo” según los organizadores, que han destacado especialmente el buen recibimiento del espectáculo ‘Alza la voz’ conducido por la santboiana Dolo Beltrán y que contó con la participación de artistas de la talla de Maria Arnal y Mercel Bagés, Quimi Potet, Enric Montefusco y Núria Graham, entre otros.

El “éxito de crítica y de público” de este espectáculo colectivo ha permitido demostrar, según los organizadores, la necesidad de hacer de la voz un instrumento no sólo de creación sino también de convicción y de actitud. Una iniciativa en la cual la libertad creativa se ha unido a un llamamiento a favor de la libertad de expresión.

Esta idea, en sintonía con el afán del festival de por impulsar la producción propia, pretende ofrecer propuestas musicales “fuera del contexto pre-fabricado que tienen los festivales” habituales y consolidar un modelo de festival apoyado no sólo en los intérpretes locales, sino que quiere además trabajar en sinergia con el resto de operadores musicales de la zona como productores o escuelas de música.

Por eso, el cartel ha mirado más que nunca hacia Sant Boi. Además del ‘Alza la voz’, la plaza del Ayuntamiento fue testigo el sábado del Sant Boi Urban Dance, un espectáculo de hip hop organizado por las escuelas de danza de la ciudad que aportó de nuevo el toque local que el Altaveu quería reivindicar este año.

“Cuando implicas a la ciudadanía e invitas a gente de fuera para una idea enmarcada en una ciudad como Sant Boi, estas cosas funcionan y, además, ganas la complicidad tanto de los vecinos como de los ciudadanos a los que te diriges”, señala el periodista musical Jordi Turtós, encargado por segundo año de la dirección artística del festival.

El Petit de Cal Eril y Ferran Palau, grandes triunfadores

El festival ha puesto punto y final a esta 30a edición con un “balance muy satisfactorio”, según la dirección, que ha traído al público revelaciones y descubrimientos como el de Morgane Ji o el cuarteto femenino BOYTOY, que hizo bailar al público de Can Massallera al ritmo de rock precedido por la actuación de The Zephyr Bones.

En Cal Ninyo, el protagonismo fue a parar a la voz de Anna Ferrer, que llegó a los asistentes con un repertorio que reivindica, precisamente, la fuerza de la expresión popular, la voz y la tradición. A la mallorquina le siguió la voz y la guitarra de Vieux Farka Touré, que presentó en Sant Boi su último disco, ‘Samba’.

Y sin duda uno de los éxitos del Altaveu 2018 fueron las actuaciones de Ferran Palau y El Petit de Cal Eril que, seis meses después de su estreno en Apolo, volvieron a unirse en un concierto convertido en un quinteto formado por Joan Pons, Jordi Matas, Ildefonso Alonso, Dani Comas y el teclista Carles Viarnès.   

Las actuaciones de los santboianos de Trau y Brighton 64, en Can Massallera, concluyeron de manera brillante los conciertos de esta nueva edición del Altaveu, que se ha convertido, más allá de la música, en un evento dedicado a la cultura musical en su más amplio sentido, con actividades paralelas que han gozado de una gran acogida por parte del público.

Un Festival con mucho futuro

Desde los espectáculos ideados para el público familiar, como el ‘De Vilaboi a Federico’ dirigido por Angel Dorado, hasta la Feria del Disco o el mini ciclo de cine, el Festival Altaveu ha ofrecido durante estos tres días toda una serie de actividades dedicadas a la música y a la cultura, que han querido dar respuesta a todas las demandas del público.

Una 30a edición “magnífica”, afirma Turtós, que “se ha hecho mirando y reflexionando siempre sobre todo lo que pasa hoy en día” y que es el preludio de muchas otras pues, según el director, su éxito “ha demostrado que el festival Altaveu tiene todavía mucho futuro por delante”.   

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