El aumento de las ITS

La viruela del mono satura la unidad de Drassanes, especializada en infecciones de transmisión sexual

Interior de la unidad de Drassanes donde tratan ITS (infecciones de transimisión Sexual), viruela del mono

Interior de la unidad de Drassanes donde tratan ITS (infecciones de transimisión Sexual), viruela del mono / ELISENDA PONS

Beatriz Pérez

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La epidemia de viruela del mono está saturando la unidad de Drassanes, en Barcelona, especializada en la detección de infecciones de transmisión sexual (ITS) y VIH, y dependiente del Hospital Vall d'Hebron. La viruela del mono ocupa, actualmente, entre el 40% y el 50% de la atención urgente de este centro de referencia en toda Catalunya.

Aunque la viruela del mono no es una ITS (pues no se contagia solo por vía sexual, sino también a través de secreciones respiratorias, objetos o por contacto directo con los sarpullidos del infectado), sino una infección sexualmente transmisible, sí se está comportando como una ITS, ya que el brote se originó a partir del contacto físico sexual. La infección está afectando, mayoritariamente, a hombres que tienen sexo con hombres, si bien cada vez más alcanza a otros perfiles poblacionales.

"Esta nueva infección, que es la novedad de este verano, supone una sobrecarga de trabajo en una unidad que ya rendía al 100%. Esto está desplazando a otras ITS [gonorrea, sífilis, clamidia, papiloma y herpes son las principales]", explica Jorge García, médico especialista en VIH e ITS en la unidad de Drassanes. Hay más trabajo con los mismos recursos. España es el país del mundo con más contagios de viruela del mono. En Catalunya ya se registran cerca de 2.000 casos confirmados y, en toda España, más de 6.500. En Drassanes, la tendencia de contagios fue al alza hasta la primeras semanas de agosto. Y aunque ahora parece que se están estabilizando, "aún es demasiado pronto para pensar que estamos viendo el descenso de esta epidemia".

La saturación de la unidad de ITS de Drassanes, que usan mayoritariamente las personas LGTBI, tiene consecuencias directas en la salud del colectivo

La unidad de Drassanes funciona como una consulta que tiene un número limitado de visitas cada mañana: unas 20 o 25 diarias. Ahora, entre 10 y 15 de todas ellas son por viruela del mono, casi la mitad. "Añadir una nueva infección probablemente haya desplazado otros cuadros que se han tenido que ir a centros de urgencias de la atención primaria u hospitalarios porque aquí no se ha podido atender el volumen", continúa García. Esto podría provocar un subregistro de infecciones sexuales. "Hay ITS que siguen estando, pero que no se pueden diagnosticar porque hay una sobrecarga de trabajo. Otros casos acaban en circuitos [como CAP u hospitales] que normalmente no hacen diagnósticos tan precisos como nosotros".

La Conselleria de Salut aún no tiene los datos del registro de ITS de este verano. Tampoco la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB), cuyos últimos informes son de 2020. Sin datos oficiales en la mano, no se puede certificar que estén aumentando estas infecciones, pero algunos especialistas expresan preocupación. "Todo el sistema de detección de ITS está sobresaturado", dice sin ambages el epidemiólogo Joan Caylà. "Desde 2020 hay un subregistro y un infradiagnóstico muy importante. Y, teniendo en cuenta cómo aumenta la viruela del mono, es probable que estén aumentando otras ITS", cree Caylà. "En la ASPB, para todas las enfermedades de declaración obligatoria [como, por ejemplo, la viruela del mono, el VIH o la sífilis, entre otras], hay solo una jefa de servicio y tres epidemiólogos para toda Barcelona. Esto aumentará el ya importante subregistro de ITS, VIH y viruela del mono".

A falta de informes oficiales, los epidemiólogos creen que están subiendo todas las ITS visto "cómo se comporta" la viruela del mono

Aun así, la sensación en Drassanes es que este verano no está habiendo más ITS que otros. Como relata García, lo que la unidad está viviendo es más bien "una vuelta a la normalidad", ya que es este el primer verano de la era 'poscovid'. Por ejemplo, ha vuelto a aumentar el flujo de turistas a la ciudad y esto se ve también en la consulta de Drassanes. El perfil del usuario de esta unidad es el de hombres que tienen sexo con hombres (alrededor de la mitad), mujeres cisgénero (las que se identifican con el género asignado al nacer) que tienen sexo con hombres y mujeres trans. Así, la saturación de un centro como Drassanes, del que hacen uso mayoritariamente las personas LGTBI, tiene consecuencias negativas y directas en la salud de este colectivo.

Más infecciones en jóvenes

La oenegé barcelonesa Centre Jove d'Atenció a les Sexualitats (CJAS) sí está detectando, en chicos y chicas de hasta 25 años (de los cuales el 75% son heterosexuales), un aumento en algunas ITS. Si el año pasado se registraban un 10% de clamidia y un 2% o 3% de gonorrea en personas asintomáticas, este año la cifra aumenta hasta un 15% y un 5% respectivamente. "No sabemos explicar bien el motivo. Nos preocupa y no sabemos por qué. Podría ser la salida de la pandemia: las fiestas populares, las fiestas mayores, los viajes... Es el primer verano normalizado. No es descartable que haya habido un relajamiento general", reflexiona Jordi Baroja, director del CJAS.

Baroja pone también señala a la "fragilidad" del sistema de detección de las infecciones de transmisión sexual. "Que la viruela del mono esté afectando la capacidad para detectar otras ITS pone en evidencia que es frágil", opina. "Cualquier situación fuera de la normalidad [el covid-19, la viruela del mono] hace que la detección asintomática sea la más perjudicada en este sentido", alerta Baroja.

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