Pandemia de covid-19
Así se pone la vacuna de Pfizer en el CAP
Este fármaco requiere de una liturgia un tanto diferente a la de otros medicamentos
No admite movimientos bruscos y su mezcla con suero fisiológico debe homogeneizarse lentamente
Beatriz Pérez
Periodista
Responsable del área de sanidad/salud de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA desde 2018. En este tiempo he podido profundizar en temas de relevancia social y humana, como la pandemia de covid-19, el sistema de salud catalán, los avances médicos o las desigualdades en el acceso a la sanidad. En abril de 2024, gané la primera edición del Premi Salut i Drets Socials del Col.legi de Periodistes de Catalunya (demarcación de Tarragona).
La administración de la vacuna de Pfizer es un tanto curiosa. "No es difícil, pero has de estar a lo que estás", explica la enfermera Cristina Moll desde el centro de atención primaria (CAP) Manso de Barcelona, que el jueves comenzó a vacunar a los profesionales de la primaria del Institut Català de la Salut (ICS) de Barcelona. Este viernes se habían vacunado ya el 30% de toda la plantilla de primaria del ICS de Barcelona: 1.500 profesionales de un total de 5.000.
En el CAP Manso los viales de la vacuna de Pfizer están guardados en una nevera ordinaria, como las de los domicilios de particulares, a entre 2 y 7 grados centígrados. Allí pueden aguantar hasta cinco días, una vez han sido extraídos de los famosos ultracongeladores en los que están a entre -60 y -80 grados.
Moll coge un vial de la nevera y, después de contraer y estirar el brazo 10 veces con el vial en la mano, mezcla 0,30 mililitros del fármaco de Pfizer con 1,8 mililitros de suero fisiológico. "La mezcla debe homogeneizarse lentamente porque es una vacuna que no admite movimientos bruscos", explica mientras vuelve a contraer y estirar el brazo, esta vez con la mezcla, otras 10 veces. Después, la coloca dentro de la jeringuilla y se la inyecta al siguiente paciente. Para poner esta vacuna, los sanitarios han tenido que pasar una formación de tres horas.
Ella, como sus compañeros, también tiene buenas sensaciones en torno a la campaña de vacunación de los sanitarios. "Parece que sí, que está siendo un éxito. Los compañeros se están animando", dice. Aun así, los sanitarios están preocupados por la situación epidemiológica.
"Creo que estaremos peor de lo que estamos ahora", comenta Blanca Fonullet, enfermera adjunta de dirección de atención especializada y coordinadora de unidades móvil. "Durante las Navidades no hubo cierres, sino que se permitieron los desplazamientos. Veremos el efecto de las fiestas la próxima semana", asegura.
En Catalunya, hasta 6.000 enfermeras se han apuntado para participar en la vacunación del covid-19. Actualmente están vacunando unas 500. En el CAP Manso vacunan las mismas enfermeras que, a través de unidades móviles, lo hacen en los colegios. "Esta semana estamos más aliviados porque aún no han empezado la escuela ni los cribajes y el personal no está doblando turnos", dice Fonullet.
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