AMPARO SOCIAL

Un protocolo protegerá a las personas con dependencia energética en Catalunya

Nuevo protocolo para personas con dependencia energética

Nuevo protocolo para personas con dependencia energética / periodico

Beatriz Pérez

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Las personas en situación de dependencia energética en Catalunya (esto es, aquellas que dependen de la electricidad para sobrevivir porque están conectadas a máquinas) están un poco más protegidas gracias a nuevo un protocolo que, desde el 1 de enero, funciona en los centros de atención primaria (CAP) de todo el territorio. Son unos 115.000 ciudadanos que dependen sí o sí de la electricidad para seguir viviendo.

Este protocolo no solo detecta los casos de las personas energéticamente dependientes, sino que los pacientes, a través de él y en los CAP, pueden pedir un informe que acredite su situación y evitar así que les corten la luz. Actualmente la ley española 24/2103 ya impide a las compañías eléctricas el corte de la electricidad a las personas que la necesitan para sobrevivir.

También por el artículo 5.13 de la ley catalana 24/2015. El 'Protocolo de abordaje de la dependencia energética en salud', presentado este jueves, es fruto del trabajo conjunto del Ayuntamiento de Barcelona, en primer lugar,  y de las 'consellerias' de Salut y de Treball, Afers Socials i Famílies. 

Aunque el protocolo ha sido presentado este jueves por el Govern de la mano del vicepresidente Pere Aragonès, la 'consellera' de Salut, Alba Vergés, y el 'conseller' de Treball, Afers Socials i Famílies, Chakir El Homrani, lo cierto es que el Ayuntamiento de Barcelona es el primer impulsor de esta iniciativa. Desde el consistorio barcelonés lamentan que hayan prescindido de ellos en la rueda de prensa y que la Generalitat se haya presentado como principal impulsora de esta medida.

"Nosotros planteamos a la Generalitat la necesidad de que aplicase este protocolos. En Barcelona, unas 50.000 personas han sido atendidas en puntos de asesoramiento energético y un 5% viven en situación de dependencia energética", ha explicado a EL PERIÓDICO Laia Ortiz, responsable del área de Drets Socials del ayuntamiento. "Aunque ya existían leyes que protegían a estas personas faltaba concretar bien el concepto 'dependencia energética'", añade.

Lo que sí ha hecho la Generalitat es ampliar este protocolo a toda Catalunya. "La gran mayoría de las personas con dependencia energética tienen ingresos menores de 18.000 euros al año", ha destacado Alba Vergés en la presentación.

¿Qué es la dependencia energética?

El documento pone luz en el concepto 'dependencia energética', desconocido por muchas personas. También hace más efectivas dos leyes que ya protegían a los pacientes. Y, en última instancia, incluye las acciones para desarrollar en el sector sanitario para proteger a enfermos y también detectar a quienes se encuentran en situación de pobreza energética para poderlos deriva a los puntos municipales de asesoramiento.

El protocolo define los criterios sanitarios de dependencia energética e identifica tres grupos de población con condiciones crónicas que necesitan, para su tratamiento, dispositivos con conexión eléctrica: las personas con terapias respiratorias domiciliarias, las personas que utilizan bombas de perfusión con batería o las personas tratadas con diálisis peritoneal automatizada en su domicilio.

Según la última Enquesta de Salut de Catalunya, tres de cada cuatro personas de 75 años en adelante que viven solas son mujeres y tienen un porcentaje mayor de dependencia que las que viven acompañadas. También experimentan mayores dificultades para pagar las facturas de la luz o el alquiler. La mayor parte de las personas que se encuentran en situación de dependencia energética son personas mayores afectadas por enfermedades crónicas de larga duración, como bronquitis crónica, asma, insuficiencia cardíaca o insuficiencia renal. Además, también hay jóvenes que sufren enfermedades neurodegenerativas incapacitantes que requieren bombas de perfusión con conexión eléctrica para su tratamiento.

Una mujer con apnea: "Sin la máquina, puedo tener muerte súbita"

<strong>Encarna,</strong> de 58 y vecina de Gavà, es una de las 115.000 personas de Catalunya que vive en situación de<strong> dependencia energética.</strong> Con un 50% de discapacidad, padece <strong>apnea del sueño: </strong>es decir, cuando duerme su respiración se interrumpe o se vuelve muy superficial. También tiene hipersomnia (somnolencia diurna). Duerme por las noches <strong>conectada </strong>a un <strong>dispositivo médico</strong> de presión positiva continua en las vías aéreas (CPAP, por sus siglas en inglés), que incluye un mascarilla, tubos y un ventilador que fuerza el aire. "Si no la utilizo puedo tener una muerte súbita", explica. Encarna, miembro de la <strong>Aliança contra la Pobreça Energètica, </strong>se encuentra una situación muy vulnerable. "Cobro un subsidio de <strong>431 euros</strong> al mes. Hace tres años me <strong>desahuciaron </strong>de mi casa, donde ahora vivo de alquiler. Me separé hace ocho años por violencia de género", relata. No puede trabajar. "Hace dos años y medio, pese a que soy una dependiente de la energía, me cortaron la luz. Puse una demanda a Endesa". Ahora todas sus facturas las paga el Ayuntamiento de Gavà.