Testimonios

El Vallès, epicentro de la convivencia Rodalies-FGC: "Preferiría pagar pero tener un buen servicio"

El PERIÓDICO se ha trasladado a algunas estaciones del Vallès, donde usuarios explican sus variados motivos para elegir la red ferroviaria

"Primero habría que conectar las ciudades del Vallès entre ellas y luego con Barcelona"

Usuarios de Renfe en el Vallès explican sus variados motivos para elegir red ferroviaria

Usuarios de Renfe en el Vallès explican sus variados motivos para elegir red ferroviaria / ELISENDA PONS

Clàudia Mas

Clàudia Mas

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En el Vallès Occidental se vive la cara y la cruz de la movilidad ferroviaria catalana. Goza de un gran número de estaciones y líneas de Renfe y de FGC, algo que queda lejos de la realidad de otras comarcas como el Maresme o Osona, abastecidas únicamente por Rodalies.

Las dos cocapitales vallesanas suman 14 estaciones: Sabadell dispone de cinco paradas de FGC (Parc del Nord, Sabadell Nord, Creu Alta, Plaça Major y Can Freu | Gràcia) y tres de Renfe (Sabadell Centre, Sud y Nord). Terrassa alberga cuatro estaciones de FGC (Les Fonts, Terrassa-Rambla, Vallparadís Universitat, Estació del Nord, Nacions Unides) y dos de Renfe (Terrassa Est y Estació del Nord). 

EL PERIÓDICO se ha trasladado a algunas estaciones de Sabadell y Terrassa, donde más de una docena de usuarios del transporte público consultados a pie de vía expresan los motivos que les empujan a escoger una u otra red. Spoiler: la puntualidad casi británica de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) pasa por delante de los trayectos más cortos y la gratuidad que ofrece Renfe a sus usuarios habituales.

"No te puedes fiar": las incidencias lastran Rodalies

Las continuas incidencias en las líneas de Rodalies de Renfe afectan diariamente a miles de usuarios. O al menos así lo cuentan viajeros del Vallès que hacen malabares para ir al trabajo, la escuela, la universidad o, simplemente, para pasar una tranquila tarde en un centro comercial cerca de la ciudad. “En los trayectos que hago con Renfe multiplico el tiempo por dos, como mínimo”, explica Sílvia Sierra (59 años). Esta sabadellense ejerce como docente de Formación Profesional en Terrassa y todos los días laborables hace el mismo trayecto para llegar al centro educativo donde trabaja. 

SÍlvia Sierra en la estación de Renfe Terrassa

SÍlvia Sierra en la Renfe dirección Terrassa / ELISENDA PONS

Según los paneles debería tardar ocho minutos exactos -son solamente 8,1 km-, “pero si se le suman las incidencias, el recorrido en múltiples ocasiones se ha alargado hasta tres horas”, asegura la usuaria. 

"Multiplico por dos el tiempo del trayecto"

Por este motivo, explica que viaja cada día sin mirar los horarios: “No sirve de nada”. Justo al explicar su experiencia a este diario se escucha por megafonía un anuncio -que cuesta oír fruto de la afluencia de pasajeros a la estación- alertando de “demoras que alcanzan los 30 minutos”. “Esto es así cada día, no te puedes fiar”, lamenta. Sierra tiene la opción de viajar con Ferrocarrils pero tendría que combinar dos líneas (S1 y S2) y tardaría, como mínimo, una hora y cuarto más.

Estación de Renfe de Terrassa

Estación de Renfe de Terrassa / ELISENDA PONS

Como tónica general, los usuarios de Ferrocarrils puntúan el servicio con buena nota. La puntualidad se lleva los mayores elogios, mientras que la medalla de plata es para la proximidad de las estaciones hasta los destinos de los usuarios. También valoran favorablemente el silencio frecuente en los vagones de FGC, algo “impensable en la Renfe”, sostiene Butainna Rhouni (20 años). Por su parte, Christophe (60 años) tiene claro que la combinación entre FGC y bicicleta es su forma favorita de desplazarse hacia la Universidad de Barcelona (UB) situada en Diagonal, donde trabaja. “Uso el FGC por la proximidad de estaciones y también como garantía de llegar a mi hora. No me puedo permitir llegar tarde, soy el profesor”, esgrime. En la misma dirección opinan Núria Besantes (19 años) y Rubén García (27 años), estudiantes que se dirigen hacia la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) con FGC.

"La gratuidad me ha empujado a utilizar siempre Renfe"

Por el contrario, los usuarios de Rodalies critican la falta de bonificación total en el servicio de FGC y la lentitud para llegar a Barcelona. “La gratuidad de Rodalies me ha empujado a utilizar siempre Renfe”, explica Maria Novella (73 años) dentro de estación de Terrassa. Para Novella “es impensable pagar por el transporte público”. 

La mañana de Irune Hernández (18 años) no ha sido tranquila: ha pasado una hora esperando en el andén, el tren no llegaba y, por ello, no ha podido llegar a la clase a la que se dirigía en la Escuela Universitaria de Enfermería. “Ahora sí que digo basta, me lo replanteo y cogeré Ferrocarrils, aunque tarde una hora más tengo la garantía que pasará el tren y podré llegar puntual”, promete. Además, asegura que en Rodalies no se siente del todo segura: "La gente te mira mal, he pasado miedo tanto en el tren como en la estación”.

Helena Montllor en la estación de Renfe en Sabadell Centre

Helena Montllor en la estación de Renfe en Sabadell Centre / ELISENDA PONS

“Si esto fuera Francia, habríamos quemado los trenes, pero aquí nadie dice nada”, denuncia Helena Montllor (40 años), con voz furiosa dentro de la estación de Sabadell Centre de Renfe. Ella cada día realiza -desde hace 20 años- el mismo trayecto yendo del centro de la ciudad vallesana hasta la plaza Catalunya de Barcelona, cerca de donde trabaja. "Preferiría pagar pero tener un buen servicio", responde sobre la gratuidad.

"Una niña quedó atrapada entre las puertas de un tren porque no había suficiente espacio"

Montllor asegura que los usuarios de la Renfe a las ocho de la mañana no caben dentro del tren: “En las horas puntas esto parece una película de miedo, ahí se producen las incidencias”. Lo ejemplifica con el caso de una niña pequeña que se quedó atrapada entre las puertas de un tren porque no había suficiente espacio: “No le pasó nada porque había gente allí que pudo separar las puertas, pero podría haber sido grave”. También recuerda múltiples mareos y desmayos a raíz de aglomeraciones sofocantes. “Los Ferrocarrils son otra historia”, suspira. De todos modos, ella no coge FGC porque ir en tren le causa "fuertes mareos" y la red de gestión catalana le supondría más minutos de trayecto. Rodalies “ha empeorado durante este inicio de curso”, puntualiza Montllor, que asegura que solo ha viajado dos días con zero incidencias.

La principal voz discordante en el conjunto de experiencias recogidas es la de Mohamed Saber (30 años). Llegó a Catalunya desde Ouarzazate (Marruecos) hace seis meses y es usuario de Rodalies desde entonces. Él sí valora positivamente el servicio de Rodalies: "Tengo paciencia y aunque pasan cosas, me va bien”, explica. Así, alega que "no se puede quejar" si al final "llega a los sitios” y, remarca, la gratuidad “le ha causado alivio” ante la precaria situación económica que sufre.

Miguel Arruga en la estación de FFCC de Terrassa

Miguel Arruga en la estación de FFCC de Terrassa / ELISENDA PONS

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