Protecció Civil alerta de la falta de percepción de riesgo cuando ondea la bandera amarilla en las playas

El verano es sinónimo de calor y de remojarse en playas y piscinas. Bañarse en los medios acuáticos debe ser una experiencia positiva pero hay veces en que las cosas cambian y se registran heridos o incluso muertos por ahogamiento. Este es el caso de este verano en Catalunya, que está siendo trágico: 19 muertos por ahogamientos desde junio hasta ahora. La última muerte, la de una niña de dos años en una piscina privada en L'Ametlla de Mar, este martes.

Desde Protección Civil de la Generalitat cada año analizan la evolución de los ahogados, el perfil así como también la zona donde se producen para ver si existe algún espacio donde la accidentalidad se incrementa o se focaliza -lo que no se ha dado-.

La subdirectora de Protección Civil, Imma Solé, destaca que será a final de temporada -empezó el 15 de junio y acaba el 15 de septiembre- cuando hagan la valoración harán la valoración, pero ya han detectado este año es un repunte de la mortalidad en las playas. El año pasado por las mismas fechas en Catalunya se habían registrado nueve fallecimientos. En la Costa Brava, por ejemplo, este año ya ha habido cinco víctimas mortales (hasta 20 de julio), esto significa casi la mitad de toda la temporada del 2022 cuando hubo 11, según informa Diari de Girona, medio del grupo Prensa Ibérica al igual que EL PERIÓDICO.

El perfil del ahogado es mayoritariamente el de un hombre mayor de 65 años. Sin embargo, Solé alerta de que esto cambia cuando en las playas ondea la bandera amarilla. Apunta que a más riesgo en la playa, la "edad baja". Hace un par de fines de semana se dio esta situación y se produjeron algunos ahogamientos de gente más joven.

Solé destaca que esto se produce porque "la gente mayor cuando ve banderas con mayor riesgo es más cuidadosa y los más jóvenes, serían más atrevidos". De hecho, Imma Solé afirma que en la actualidad los ciudadanos -tanto nacionales como extranjeros- tienen muy claro el significado de las banderas en las playas, especialmente cuando ondea una verde o una roja. Sin embargo, con la amarilla la gente no tiene la misma percepción de riesgo, indica.

Cabe recordar que esta bandera significa que hay que tener precaución a la hora de bañarse. Por eso, se aconseja que en caso de querer bañarse hay que "quedarse cerca y tener cuidado" y si se ven olas y se va "con niños, salir del agua.

En las piscinas este año la situación está siendo diferente. En Girona no se ha registrado ningún ahogamiento mientras que en Catalunya ha habido cuatro casos. El año pasado por las mismas fechas se habían registrado seis en total. En cambio, lo que sí se han dado son ahogamientos graves, es decir no mortales y casi todos han tenido a menores como protagonistas.

Hasta el 15 de julio ha habido 17 casos graves en Catalunya. Uno de ellos sucedió en la piscina municipal de Figueres, donde una niña de 7 años estuvo a punto de ahogarse y tuvo que ser evacuada por el SEM en el hospital Josep Trueta de Girona en estado de poca gravedad. La subdirectora de Protección Civil, Imma Solé recuerda lo importante que es que los menores siempre sean vigilados por adultos.

Protecció Civil recuerda que no hay que bañarse si uno se encuentra mal, y que se ha de evitar ir a la playa o a la piscina en solitario y en horas en que no haya vigilancia. Solé insiste en que siempre debe hacerse caso a las señalizaciones y a las "indicaciones de autoridades y socorristas".

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