La playa más pequeña del mundo está en España (y aquí te la descubrimos)

La costa española, una de las más extensas de Europa, tiene una particularidad que no posee ningún otro país: sus litorales están bañados por hasta tres aguas distintas -mares Mediterráneo y Cantábrico, y océano Atlántico.

Además, en España hay playas para prácticamente todos los gustos. Y con temperaturas aptas para todos los públicos: durante el mes de agosto, de media, la temperatura del agua oscila entre los 17 y los 25 grados.

Pero es que a la belleza de sus playas -según 'The Guardian', Vigo tiene la playa más bella del mundo- , junto al agradable clima que las acompaña -quitando alguna que otra ola de calor- hace que los turistas las elijan año tras año. Sobre todo, porque a la oferta de sol y playa se une también una oferta gastronómica inmejorable, además de enclaves naturales e históricos que bien merecen una visita.

Es el caso de la playa más pequeña del mundo, que es un monumento natural que no dispone de conexión visible con el mar, es decir, es una playa de interior, sin salida directa al mar. Está formada por arena blanca y agua salada, pero el mar Cantábrico, que rompe a solo unos metros, se cuela por debajo de unos acantilados hasta formar esta playa de apenas unos 40 metros de longitud que, durante la pleamar, apenas se queda con arena.

Catalogada como monumento natural, registra un fenómeno denominado desagüe cuando comienza la bajamar. Al ser tan pequeña, la playa de Gulpiyuri, que está en el concejo asturiano de Llanes, no dispone de ningún servicio y no es accesible, ya que está rodeada de prados con una mayor altitud. La localidad más cercana es Naves y el acceso se realiza a través de un camino agrícola.