Pesadillas de cine

Así es la exposición de Tim Burton que acaba de llegar a Barcelona

Un laberinto de puertas, salas y pasillos más enrevesados que un trámite con Cl@ve Pin. La exposición ya ha colgado en 'sold out' para su primer fin de semana, con más de 10.000 entradas vendidas

Tres menús del día espectaculares en Barcelona

Puerta de entrada a 'Tim Burton’s Labyrinth'.

Puerta de entrada a 'Tim Burton’s Labyrinth'. / JORDI OTIX

Abel Cobos

Abel Cobos

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Desde antes de entrar, unos ojos te van persiguiendo lentamente, analizando tus pasos. Bajo su atenta mirada, una boca abierta con unos largos colmillos está salivando, esperando echarte bocado. Así que decides meterte en la boca del lobo. Literalmente: esta gran mandíbula es la puerta de entrada a Tim Burton’s Labyrinth, la esperadísima exposición inmersiva dedicada al cineasta que acaba de aterrizar en Barcelona, la cuarta parada de su gira internacional, tras Madrid, París y Bruselas.

Tras cruzar el arco de colmillos te topas con la primera prueba, una sala con cuatro puertas retorcidas que llevan a diferentes universos de pesadilla. Pero la elección de dónde empezarás no la haces tú, sino el azar. En medio de la sala hay un botón rojo, el que marcará tu destino. Lo presionas y suena una canción. Te sientes como Rosario en ‘La Voz’. En cuanto la musiquita acaba, una luz roja te indica por qué puerta debes adentrarte. Tragas saliva y empieza la aventura.

Primera prueba: una luz te indica por qué puerta seguir.

Primera prueba: una luz te indica por qué puerta seguir. / JORDI OTIX

El nombre de esta exposición lo dice todo. Tim Burton’s Labrynth es, en efecto, un laberinto. Una serie de puertas con pasillos y salas geométricas dedicadas a las pesadillas que pueblan la mente de Tim Burton. En cada sala, más puertas. Como mínimo, un par de ellas. Ni la decisión de Sophie fue tan dura. ¿La recomendación de Letsgo, los productores de la experiencia? Id en grupo, dividíos, y que cada uno tome caminos distintos. “Como hay muchas salas conectadas, os iréis encontrando durante la aventura, para ir comentando la experiencia”, recomiendan en la charla previa a la exposición. 

Personajes de 'Pesadilla antes de Navidad'.

Personajes de 'Pesadilla antes de Navidad'. / JORDI OTIX

Cada recorrido es diferente, y la entrada general (23,50 euros) solo permite hacer una única vez el recorrido. Eso sí, con la entrada premium (34 euros), puedes hacer doble tanda, por si en la primera ronda no has encontrado la sala de tu película favorita. Pero no sufras: sus grandes clásicos están prácticamente en todos los recorridos, así que difícilmente te perderás tu película favorita.

Una de las maquetas basadas en ilustraciones de Tim Burton.

Una de las maquetas basadas en ilustraciones de Tim Burton. / JORDI OTIX

El laberinto se puede completar entre media hora y dos horas, dependiendo de lo mucho que te pares al detalle. Por ejemplo, hay fans extremos que se han pasado más de tres cuartos de hora absortos en las salas cuyas paredes están forradas con ilustraciones inéditas de Tim Burton, todas cedidas por el propio cineasta, que ha colaborado en la producción y que estará hoy en la inauguración de la exposición en Barcelona. 

La exposición es como colarte en el cerebro de Tim Burton, como él mismo aseguró. Un recorrido a través de ilustraciones, bocetos y textos sobre la vida del autor, su proceso de creación y los testimonios de sus actores fetiche, como Johnny Depp. Pero lo más llamativo, lo que te hará sacar el móvil del bolsillo más rápido que un revolver en un wéstern, son las grandes maquetas de películas como ‘La novia cadáver’, ‘Pesadilla antes de Navidad’ o ‘Charlie y la fábrica de chocolate’. Que alguien avise a la gente de Glasgow: aquí sí que hay Oompa Loompas, y sin la mirada de replantearse todas sus decisiones vitales que reinó en el viral fiasco inmersivo.

Charlie y la fabrica de chocolate.

Charlie y la fabrica de chocolate. / JORDI OTIX

Este laberinto, recién estrenado y que ya ha hecho ‘sold out’ en su primer fin de semana, se suma a la parrilla del (nutridísimo) ocio inmersivo barcelonés. Sin embargo, Felype de Lima, director creativo y diseñador de Tim Burton’s Labyrinth, añade un matiz. Esta es “una experiencia inmersiva analógica”, porque, a diferencia de las otras, “donde todo es digital y hecho con ‘mapping’”, aquí la inmersión se hace a través de la escenografía —de proporciones impresionantes— y de la música —de Danny Elfman, compositor de la mayoría de sus películas—, mientras que lo digital solo está para complementar el ‘tour’. Por ejemplo, haciendo tronar sobre la tumba de Frankenweenie o llenando de cucarachas el suelo de Beetlejuice. Y no te olvides de un efecto secundario igual de inmersivo: las pesadillas que te visitarán por la noche.