Toma pan y moja

La tarta de impresora, por Òscar Broc

Un grupo de investigadores de la Universidad de Columbia ha conseguido hacer una tarta de queso con una impresora 3D. ¿El futuro de la comida?

tartas

tartas / Jonathan Blutinger / Columbia Engineering

Òscar Broc

Òscar Broc

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Resumiendo: un grupo de investigadores de la Universidad de Columbia ha conseguido hacer una tarta de queso con una impresora 3D. La maquinita elabora productos comestibles a partir de varios ingredientes, que se cocinan con un láser. ¿Lo sientes? Es el futuro echándonte el aliento en el cogote… Y es un aliento más bien fétido. 

Sí, el pastel está ahí. Existe. Dicen que se puede comer. Después de varios intentos, los ingenieros encontraron la fórmula para sacárselo de la chistera sin ayuda de un solo cocinero. El problema es que no parece un 'cheesecake', sino el 'Ecce homo' de un cheesecake. Es un triángulo construido a capas que parece salido de una pastelería de Mordor. He visto deposiciones caninas con mejor aspecto. 

¿El futuro de la comida?

El color marrón del invento ya debería ponerte en alerta. Parece un trozo de colchoneta con relleno misterioso. Tiene un fluido rosa en el lomo que parece vómito de unicornio. Es un pastel que solo te comerías si la resaca hubiera aniquilado tu sentido común. Una aberración que se ha celebrado en prensa como si comenzara una nueva era en la alimentación humana.

Dicen que el futuro de la comida son las impresoras 3D. No tengo una bola de cristal que lo certifique. Lo único que sé es que si este pastel de queso infernal es lo mejor que nos puede ofrecer dicha tecnología, nos espera un 'The last of us' culinario de agárrate y no te menees. No sé cuán lejos queda ese futuro en el que una máquina nos hará unos espaguetis carbonara nauseabundos, pero de momento estoy muy tranquilo. Mientras tengamos sitios como Can Saia, El Quim de la Boqueria o Haddock, por poner algunos ejemplos, estaremos a salvo: háblales de máquinas 3D y paridas similares, y seguramente te llevarás un merecido garrotazo.

Suscríbete para seguir leyendo