Tresmacarrons y Empòrium seguirán «fieles» a su estilo

Los chefs de ambos restaurantes afirman que la consecución de la estrella Michelin no les hará cambiar el rumbo

FERRAN IMEDIO / BARCELONA

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Nadie apostó por Tresmacarrons y Empòrium como candidatos a conseguir una estrella Michelin. Pero la sorpresa y la enorme alegría por el reconocimiento no les va a volver locos. Seguirán siendo «fieles» a lo que les ha llevado a triunfar en la biblia gastronómica más preciada.

Miquel Aldana, chef de Tresmacarrons, aún se ríe con el nombre que le puso al restaurante, que recuerda la manera de referirse en Francia a las estrellas Michelin: macarron. «'Si no haces pasta, ¿por qué lo llamas así', me preguntaban. Somos un restaurante familiar y de pueblo», explica el cocinero, que abrió en plena crisis, en el 2009. «Nuestra cocina es diferente a las tendencias porque es más tradicional y no hay menú degustación. Hacemos platos de temporada y del Maresme, y seguiremos así porque así nos han dado la estrella», comenta Aldana, alucinado por el alud de reservas que ha recibido.

SUFRIMIENTO

Joan Jordà, uno de los tres componentes de Empòrium junto a su hermano gemelo Màrius y su padre, Salvador, que se turnan en la cocina y la sala, recuerda las penurias tras decidir hace ocho años un cambio de carta en el restaurante, negocio familiar al que se suma una cafetería y un pequeño hotel: «Tomamos riesgos y sufrimos: pasamos de servir 80 menús de trajador al día a no hacer nada».

Pese a la distinción, lo tienen claro. Seguir haciendo cocina tradicional ampurdanesa con toques modernos: «Hemos sufrido mucho y no queremos sufrir más, aunque seguiremos padeciendo. La gente se cree que por tener una estrella te vas a hacer rico».