Guía de locales nocturnos

Las coctelerías del disfrutón Eixample de Barcelona que no puedes perderte

Estos son los locales del gran distrito de la capital catalana donde se conquista la noche a golpe de sorbos sibaritas

Sips: el bar de dos 'cracks' mundiales

4 cócteles que han marcado los 40 años de Dry Martini

Las 5 coctelerías de Barcelona favoritas del mejor 'bartender' español

El interior del Galileo, uno de los locales de cócteles del Eixample de Barcelona.

El interior del Galileo, uno de los locales de cócteles del Eixample de Barcelona. / Ferran Nadeu

Albert Fernández

Albert Fernández

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando se empieza a escuchar el chirrido de las persianas de los comercios bajando, aflora otro barrio de tacones altos y gesto coqueto. El disfrutón Eixample de Barcelona pone en danza cada tarde un repertorio de elixires sibaritas asentados en posavasos. Vencido el día, la noche se conquista en estas coctelerías de clase mundial.

Un punto de partida infalible es Dry Martini (Aribau, 162). El primer speakeasy de Barcelona no esconde un bar, sino un exclusivo restaurante. Se accede por una puerta a pie de calle, santo y seña mediante. Si el bolsillo no da para cruzar sobremesas con jugadores del Barça, siempre puedes tomar una a todo confort en su salón clásico o en la terraza. Opciones de copa hay muchas, pero el momento clave llega cuando te sirven su popular mezcla de gin y vermut. Vuelas al primer sorbo. Además te dan un diploma numerado de tu copa: este sitio tiene historia. Desde una pared, Leonardo Di Caprio brinda contigo con sonrisa de meme, en su popular estampa de El Gran Gatsby.

Para encontrar más clase vintage, pasea hasta Solange Cocktail Bar (Aribau 143). Esta coctelería rematadamente elegante tiene tanto flow como una canción de la hermana de Beyoncé, aunque su nombre no tiene que ver con la pequeña Knowles, sino con James Bond. Alfredo Pernía, propietario de este templo de alquimistas de la copa, sacude cocteleras sobre su sinuosa barra de madera con una autoridad que arrebata. Propongo dress code díscolo para acabar de rematar la cita: una pajarita o un liguero fuera de sitio pueden epatar de veras con esta iluminación perfecta. Ese Gin Fizz te queda tanbien, que me voy a pedir otro Bloody Mary.

Imagen del interior de Senyor Vermut, coctelería del Eixample de Barcelona.

Imagen del interior de Senyor Vermut, coctelería del Eixample de Barcelona. / Albert Fernández

El lugar del que todos hablan ahora mismo es Sips Drinkery House (Muntaner, 108). Es normal encontrar cola en la nombrada como tercera mejor coctelería del mundo. Los populares bartenders Marc Álvarez y Simone Caporale revierten las normas clásicas del mundo coctelero creando cócteles que te entran por la nariz, como el Crypto, y ofreciendo degustaciones de sus elixires, entre otras maravillas. Fascina su aura oscura y misteriosa, las barras flotando entre las mesas, la disolución de toda frontera clásica de un bar.

Otros dos grandes hits del momento son Galileo (Aribau, 152) y ) Orient Express Cocktail Bar (Comte d'Urgell, 134). En el primero, de alma italo-española, se aplica el enfoque de un cocinero al sabor y las bebidas. Puedes combinar por ejemplo unos ravioli con spritz y rematar la noche con un trago largo y floral como el Saturno Mule, mientras te dejas llevar por la música. En Orient Express, los cócteles te llegan traqueteando en los vagones de un trenecito que atraviesa la mesa compartida, entre grandes ovaciones y alborotos. Y eso simplemente es una fantasía para tu Instagram.

Más clásica y reservada resulta la parroquia de la Hemingway Gin & Cocktail Bar (Muntaner, 114). Este refugio del ruido, al que accedes bajando unos escalones, tiene algo de clandestino y atemporal. Entre sus paredes verdes se fraguan milagros imperecederos, como el ácido y peculiar Montgomery. Copas y ambiente, como no, inspirados en la vida y milagros del escritor Ernest Hemingway.

La última parada de esta ruta damos con el colmo de la elegancia retro. Tandem Cocktail Bar (Aribau, 86) es el mejor puerto al que puede llegar cualquier cita romántica o noche de zozobra. Aquí ni siquiera tienen carta de cócteles. Son los animados camareros quienes te propondrán una copa a partir de los gustos que manifiestes. Es el momento ideal para seducir los labios con aromas ahumados o brebajes dulces, mientras las miradas se encienden y las rodillas se rozan en este refugio de madera y sueños.

Después de tantos brindis a la elegancia y sonrisas vaporosas, solo queda una cuestión. Me pregunto quién sería tan valiente o volátil como para darle un giro radical a la velada y cruzar la acera desde Tandem Cocktail Bar hasta Espit Chupitos (Aribau, 77), para buscar a ritmo de reggaeton gordote otro viaje al fin de la noche.