El regreso de Puigdemont, ¿el fin del 'procés'?

La amnistía dará carpetazo judicial al 'procés' y el independentismo terminará con la dualidad entre la prisión y el 'exilio' que se desató tras la marcha de Carles Puigdemont al extranjero y la entrada de Oriol Junqueras en prisión. A ambos les queda recorrer un largo periplo hasta que queden exonerados, por mucho que la aprobación definitiva de la norma llegue a finales de mayo, pero ERC y Junts apuntan ya al referéndum para inaugurar una nueva etapa, incluso con proclamas unilateralistas del exjefe del Govern, aunque la próxima negociación, la de los Presupuestos Generales del Estado, estará marcada por una de las reivindicaciones más antiguas: la de un nuevo modelo de financiación singular para Catalunya.

El regreso de Puigdemont supondrá el entierro definitivo del referéndum del 1-O, pero no quiere que sea el fin del 'procés'. Pretende regresar a Catalunya con la bandera del Consell de la República, "como president de la Generalitat en el exilio", cuentan los posconvergentes-, "y no como líder de partido", abundan. Eso es, sin atarse a las siglas de Junts, pero sí en su beneficio electoral. Y es que su simple vuelta a Catalunya, sea antes o después del verano, es un tirón electoral que JxCat explotará de cara a las elecciones europeas del 9 de junio, cuya candidatura encabezará Puigdemont al no estar inhabilitado.

El expresident quiere volver con todas garantías, no cuanto antes

¿Y cuándo volverá a Catalunya? Si Junts no dudara de cómo pueden aplicar los jueces la ley de amnistía, todas las fuentes responden que en julio. Pero la realidad es otra, y es que el expresident quiere volver con todas garantías, no cuanto antes, y no se la jugará casi siete años después de haber rehuydo la cárcel. Si bien el plan era cruzar la frontera de los Pirineos una vez quedara publicada la ley en el Boletín Oficial del Estado, cuando decaerán las órdenes de detención nacionales, a raíz de su imputación en la causa de Tsunami Democràtic se le ha recomendado esperar, ya que los magistrados pueden elevar consulta a Europa y dilatar así los plazos de su exoneración, en el peor pronóstico para Junts, hasta casi un año. "Quiere regresar el último, no el primero", dicen, para demostrar que la amnistía era para todos. Lo que está claro es que la retirada de la mención al Código Penal, ausente ya en el redactado definitivo de la ley, no le da más seguridad para volver (la directiva europea y el texto español no difieren), pero sí permite a Puigdemont abrir una batalla en Europa sobre qué es terrorismo, hasta la fecha atribuible a los actos de ETA y la yihad.

¿Por qué la ley de amnistía se remite a Europa para el delito de terrorismo? ¿Hay diferencias con el Código Penal español?

La rehabilitación de Puigdemont como actor político dentro de Catalunya alimenta las especulaciones sobre si querrá volver al Palau de la Generalitat y competir con el president Pere Aragonès y con Salvador Illa, ganador de los últimos comicios. Los tiempos que manejan en los cuarteles políticos cuestionan que la amnistía llegue a tiempo para que concurra a la convocatoria electoral con opciones de gobernar siendo un candidato factible y no solo simbólico, unos comicios que el president mantiene para febrero de 2025, pero más dudas hay todavía sobre si, en caso de poder correr la carrera, lo haría.

¿Puigdemont arriesgaría su liderazgo mesiánico para volver a pilotar la Generalitat obligado a pactar para gobernar y sin un horizonte claro para la independencia? Moverse al borde de las costuras del autogobierno funciona como marcaje al PSOE en el Congreso, pero hacerlo desde Palau se vaticina mucho más complejo.

¿Cómo afectan los cambios en la ley de amnistía a las causas del 'procés' aún abiertas?

"Cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente", solían responder en Junts interrogados sobre su posición ante la negociación de las cuentas de Sánchez para 2024 antes de cerrar el texto final para la amnistía. Ahora, al ver que el PSOE ha cumplido -incluso aceptando un acuerdo afinado previamente entre Jordi Turull y Marta Rovira- se relajan las advertencias. Hay interés en negociar y compromisos por arrancar. Pero ya se vislumbra una nueva competición entre ERC y Junts a la hora de listar sus compromisos.

El president prevé hacer pública en los próximos días su propuesta para una financiación singular de Catalunya, que pasa por la recaudación de impuestos antes de pasar por la caja a nivel central. En Esquerra hay interés en llevar el plan a la negociación con el PSOE para las cuentas, además del despliegue del traspaso de Rodalies, pero Junts diseña una propia para marcar perfil. JxCat sabe que deberá pagar la amnistía con los presupuestos y que eso implica un nuevo balón de oxígeno a Sánchez, así que tendrán que buscar algún otro decreto que objetar para evitar ser colocados en el bloque de la investidura, aunque sea flirteando con el PP. Regresa la política de pactos, ¿termina el 'procés'?

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