Pleno del Parlament

Aragonès y Albiach se enrocan con el Hard Rock y dejan los presupuestos al borde del precipicio

Los Comuns tensan la negociación de presupuestos con el Govern presentando una enmienda a la totalidad

El Govern se planta ante los Comuns: "Sobre Hard Rock no hay margen y lo saben"

El Govern asume el Hard Rock por temor a una reclamación millonaria

La líder de los comuns, Jéssica Albiach, escuchando este miércoles la réplica del president Aragonès.

La líder de los comuns, Jéssica Albiach, escuchando este miércoles la réplica del president Aragonès. / Arnau Martínez / Acn

Quim Bertomeu

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La negociación entre el Govern y los Comuns para desencallar los presupuestos de la Generalitat de este año está cada día más cerca de embarrancar por el proyecto turístico del Hard Rock. Así se ha visto este miércoles en el Parlament, donde las dos partes han escenificado su profundo desacuerdo. Por un lado, la líder de los morados, Jéssica Albiach, ha vuelto a exigir que se paralice la construcción del "casino más grande de Europa" si el Executiu quiere contar con sus votos. Por el otro, el president Pere Aragonès ha insistido en que no puede frenar el proyecto y ha pedido a los Comuns "responsabilidad" para que Catalunya tenga nuevas cuentas: "¿Tenemos que echar los presupuestos por la borda por este motivo?".

La sesión del Parlament ha servido, sobre todo, para que ahora mismo no se vislumbre cuál puede ser el término medio entre las dos partes que pueda acercar el pacto. Los Comuns están instalados en el no rotundo al complejo de ocio, mientras que el Govern sigue defendiendo que es un proyecto lanzado desde hace años que no puede frenar sin enfrentarse a una "reclamación patrimonial" de sus impulsores. Por lo tanto, ahora mismo, los presupuestos de la Generalitat de 2024 tienen el apoyo de 66 diputados, los de ERC y el PSC, pero les faltan dos para llegar a los 68 votos que darían luz verde a las cuentas.

El Hard Rock es un modelo de turismo de masas propio del desarrollismo de los años 80

Jéssica Albiach

— Líder de los Comuns en el Parlament

Este miércoles en la Cámara cada parte ha vuelto desplegar su batería de argumentos sobre el Hard Rock para, como mínimo, intentar ganar la batalla de la opinión pública. Albiach ha dicho que este proyecto es una "idea nefasta" con consecuencias negativas por su "impacto" en el territorio; en la salud mental -por las adicciones al juego-; en la seguridad y en el "consumo abusivo de agua". "Es un modelo de turismo de masas propio del desarrollismo de los años 80. Por el bien del país enmienden este error", ha zanjado.

¿Tenemos que echar los presupuestos por la borda por el Hard Rock?

Pere Aragonès

— President de la Generalitat

Aragonès no niega el planteamiento de los Comuns, pero asegura que no puede romper los acuerdos que firmaron otros ejecutivos catalanes con los promotores del complejo. Su argumento principal es que los presupuestos no incluyen "ni una partida, ni un euro y ni una medida" para impulsar con dinero público el Hard Rock, por lo que pide a los Comuns que no sacrifiquen unas cuentas expansivas por este motivo. Además, ha mencionado otro detalle significativo: si decidiera frenar el proyecto, entonces perdería el único apoyo que tiene para los presupuestos, el del PSC. Los socialistas defienden el Hard Rock desde el primer día.

Representantes del Govern y de los Comuns han vuelto a reunirse por la tarde en el Parlament para abordar las cuentas. El partido morado sigue confiando que el ejecutivo catalán le ofrezca una moratoria que paralice al menos durante un tiempo el complejo turístico. Es decir, que si no se puede frenar, que se comprometa a paralizarlo durante un tiempo. Desde la Generalitat siguen insistiendo en que esto no es posible.

¿Y ahora qué?

Esta es la pregunta del millón de dólares. Aragonès ha intentado durante el pleno convencer no solo a los Comuns, sino también a la CUP y a Junts para que reconsideren su negativa. Incluso ha apelado al apoyo del PP y Cs. Al president le valdría con conseguir solo el 'sí' de dos diputados más, pero ahora mismo es difícil ver cuáles podrían ser. Hay dos diputados no adscritos, Cristina Casol -ex de Junts- y Antonio Gallego -ex de Vox-, pero difícilmente el Govern puede apelar al apoyo del segundo por su condición de exmiembro de un partido de extrema derecha.

El president Aragonès este miércoles en el pleno del Parlament.

El president Aragonès este miércoles en el pleno del Parlament. / David Zorrakino / Europa Press

Y mientras Aragonès busca como sea estos dos diputados, el líder de la oposición, Salvador Illa, ha dedicado su intervención a defender que su partido sea el único que apoya al Govern en la cuestión presupuestaria. Para una parte de su electorado no es fácil digerir que sean los socialistas, precisamente, quienes estén dando aire a un ejecutivo de ERC. Illa ha argumentado que le separan muchas cosas de Aragonès, pero que es momento de hacer "política útil" y ahuyentar aquellas actitudes que están "en contra de todo".

El problema para el PSC es que, pleno tras pleno, el PP, Cs y Vox tratan de desgastar a Illa por sus acuerdos con el Govern. Es la forma de intentar captar al potencial votante socialista que esté descontento con esta política de pactos. En ocasiones, estos tres partidos parecen estar más centrados en hacer oposición a Illa que al propio president Aragonès. Por ejemplo, el líder de los naranjas, Carlos Carrizosa, ha puesto el acento en que el Govern no podría continuar con la legislatura "sin el apoyo del PSC". Esto se podrá calibrar si el día próximo 13 de marzo, en la primera votación de los presupuestos, las cuentas quedan tumbadas. Al Govern le falta dos votos y el tiempo se acaba.

Aturem Hard Rock anuncia mobilizaciones contra "la montaña de mierda"

La principal plataforma opositora al complejo turístico, Aturem Hard Rock, ha anunciado que pone en marcha un nuevo ciclo de movilizaciones en contra del proyecto. Empezará este domingo con una protesta convocada en Cambrils que incluirá el "corte de carreteras". El portavoz de los opositores, Eloi Redón, ha cargado contra el complejo turístico y también contra los partidos y entidades que lo apoyan. "No dejaremos que políticos y empresarios continúen haciendo del lugar donde vivimos una montaña de mierda. Pasaremos a la ofensiva", ha dicho. Redón ha comparecido, precisamente, desde la sala de prensa del Parlament, un espacio que le ha cedido la CUP.