Los Comuns tensan la negociación de presupuestos con el Govern presentando una enmienda a la totalidad

La negociación de los presupuestos entre el Govern y los Comuns escala de decibelios. El grupo de Jéssica Albiach ha registrado este martes una enmienda a la totalidad a las cuentas como medida de presión ante una votación, la del primer trámite, que debe producirse el miércoles de la semana que viene. El toma y daca por el Hard Rock no se encauza por ahora con el riesgo que eso supone para ERC no lograr los apoyos suficientes para que prosperen. En Comú Podem continúa exigiendo al president Pere Aragonès que descarte el macroproyecto de casinos mientras el Executiu sostiene que no está en sus manos hacerlo porque depende de inversores privados y se expondría a indemnizaciones millonarias.

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Ambas partes se volvieron a reunir el lunes sin lograr que se aproximaran posiciones. "No se ha producido ningún avance relevante. ERC ya sabe lo que tiene que hacer", aseguran fuentes de En Comú Podem, que añaden que, por ahora, no tienen ningún compromiso de que el Govern esté dispuesto a no aprobar el plan urbanístico este año en pleno contexto de emergencia por sequía. Albiach ha asegurado en una comparecencia que ni el president ni ningún miembro del Govern les ha puesto encima de la mesa ni tan solo una moratoria. Por ahora, no tiene prevista una reunión con Aragonès, pese a dejar claro que está dispuesto a ello si se lo pide.

Mantienen la "esperanza"

Los grupos tienen de plazo hasta el lunes de la semana que viene para presentar enmiendas, aunque pueden retirarla hasta el mismo inicio del pleno el 13 de marzo. Eso quiere decir que la negociación continúa, pese a que lo hace en un clima menos plácido. "Guardamos la esperanza de que el Govern enmiende su error. Si descarta públicamente este proyecto tóxico, nocivo y de pasado, retiraremos la enmienda", ha dicho la presidenta de En Comú Podem, que lamenta que los republicanos sean "cautivos" de un proyecto que catapultaron hace diez años CiU, PSC y PP y que considera un "disparate" porque puede acarrear problemas de salud mental, seguridad, precariedad laboral e impacto medioambiental.

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Sobre los costes que podría tener que Aragonès decidiera paralizar el Hard Rock, ha asegurado que los de los trámites serían "mínimos" y que es con la aprobación del plan urbanístico que se dispararían. Además, ha recordado que el Govern tomó la decisión de revertir la privatización de Aigües Ter-Llobregat y entonces no tuvo inconveniente en asumir el "alto impacto económico" que supuso ni la judicialización.

Sin avances en Barcelona

Los Comuns ya han dejado claro que llevarán su pulso hasta el final y que la abstención no es para ellos una opción. O votarán a favor de las cuentas, o en contra. Eso sí, aseguran tener otras condiciones "importantes" para aprobar las cuentas, como la recuperación de la sexta hora en la escuela pública, que Albiach ha recordado que se empezó a recortar en los centros en época de Irene Rigau como consellera de Educació en el Govern de CiU, pero que se culminó con Josep Bargalló, de ERC, haciéndola optativa para los centros de alta complejidad.

El registro en el Parlament de la enmienda a la totalidad se ha producido en paralelo a la reunión semanal del Govern de la Generalitat y en un contexto sin avances en las negociaciones con el PSC y ERC para formar un gobierno tripartito en el Ayuntamiento de Barcelona y a las puertas de que Pedro Sánchez se centre de pleno en la interlocución con los grupos para las cuentas estatales una vez se cierre el acuerdo por la amnistía. "Son carpetas separadas, no es una buena idea mezclar", ha subrayado Albiach.

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El PSC los acusa de "interés electoral"

Haya o no finalmente acuerdo entre Aragonès y Albiach, el partido de Salvador Illa da por inmutable su voto afirmativo en virtud del pacto sellado la semana pasada. La portavoz del PSC, Alícia Romero, ha asegurado en una entrevista en Ràdio 4 y La 2 que el Hard Rock no forma parte de los presupuestos y ha recordado a los Comuns que han permitido que se aprueben los de otros años sin que este proyecto, que ya estaba en la agenda, fuera una condición 'sine qua non'. "No se entiende, lo hacen por interés electoral", ha espetado, además de recordarles que "tienen ocho diputados" frente a una mayoría que da el visto bueno al macrocomplejo en el Parlament.