Tras el informe del Parlament

Junts exige a la diputada que denunció acoso que dimita o será expulsada del partido

El Parlament resuelve que no hay "hechos probados" en la denuncia de una diputada de Junts por acoso

El informe del 'caso Casol' descarta el acoso, pero ve "machismo" y "aislamiento habitual" dentro de Junts

Laura Borràs, con Francesc de Dalmases y Aurora Madaula, a las puertas del Parlament

Laura Borràs, con Francesc de Dalmases y Aurora Madaula, a las puertas del Parlament / Ferran Nadeu

Fidel Masreal
Carlota Camps
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La cúpula de Junts quiere que la diputada Cristina Casol devuelva el acta de diputada y avisa de que, si no lo hace, será expulsada del partido. Así lo acordó la noche del miércoles la permanente del partido independentista, según ha podido saber EL PERIÓDICO, tras recibir el resultado del informe de la Oficina de Igualdad del Parlament, que consideró que no había "hechos probados" en la denuncia de acoso por razón de género que la parlamentaria por Lleida puso contra la dirección de su grupo parlamentario y que obligó a la Cámara a activar el protocolo contra el acoso.

Un informe -avanzado por este diario- que, sin embargo, sí considera que varias situaciones de tensión interna en el partido tienen una base "fuertemente patriarcal" y que hay un "ambiente de trabajo donde el machismo más cultural está arraigado". Además, ve indicios de "situaciones de exclusión y aislamiento de manera habitual" en las filas parlamentarias de la formación y avisa de que la existencia de "dos facciones políticas enfrentadas facilita las situaciones de conflicto interpersonal y reaparición de situaciones de acoso y discriminación si hay asimetrías de poder".

El texto también aprovecha para proponer al partido la creación de una comisión de feminismos y para instarles a asistir a las formaciones que lleva a cabo la Cámara catalana en esta materia, aunque concluye que en la mayoría de las diez situaciones denunciadas por la parlamentaria "no se ha podido acreditar", al menos no de forma completa -aunque alguna de ellas sí parcialmente-, ninguna de las situaciones de acoso o discriminación prevista en el protocolo del Parlament.

El partido no puede retirar el acta de diputada a Casol, ya que la credencial es personal, pero sí puede expulsarla de la formación y del grupo parlamentario. En este caso, quedaría como diputada no adscrita y pasaría a formar parte del grupo mixto, donde están los tres diputados del PP y un exmiembro de Vox que decidió romper con la formación ultra. 

Confidencialidad

Teóricamente, el resultado de esta investigación interna del Parlament no debería haber salido a la luz, ya que se trata de un proceso que debería salvaguardar el anonimato de la denunciante y que solo debería llegar a la Mesa del Parlament en caso de poderse corroborar los hechos denunciados y de que se tuvieran que tomar medidas. Sin embargo, hace unas semanas se filtró la denuncia y la activación del protocolo y, por esta razón, la Mesa informó el pasado martes del resultado del informe, asegurando que los hechos no habían sido "probados" e informando de que no se tomaría ninguna decisión al respecto.

Estas filtraciones, tanto la de la denuncia como la del resultado del informe, ha generado malestar dentro de la formación posconvergente, que considera que vulnera la confidencialidad y que lesiona la imagen del partido. Con este pretexto, informan de que la semana pasada ya denunciaron la primera filtración y avisan de que ahora la ampliarán con esta segunda noticia.

El caso Madaula

Casol es del círculo próximo a la presidenta del partido, Laura Borràs, y a la vicepresidenta Aurora Madaula, quien también tiene abierta una denuncia por acoso contra la dirección del grupo parlamentario. Su caso lo expuso públicamente la propia parlamentaria, que también es vicepresidenta de Junts, durante el pleno de mujeres que se celebró coincidiendo con el día contra la violencia machista, el 25 de noviembre. Madaula habló de "acoso parlamentario" y "abuso de poder" y señaló directamente a sus "compañeros de partido". 

Este caso no llegó a la oficina de igualdad de la Cámara, pero actualmente sigue abierto dentro de la comisión de garantías del partido. Allí se analiza tanto la denuncia de la diputada, como también las quejas de la dirección del grupo parlamentario, y de la mayoría de sus miembros, que consideran falsas las acusaciones. Hasta 22 diputados firmaron una carta en la que se quejaban de las palabras de Madaula y la presidenta del Parlament, Anna Erra, hasta la invitó a dimitir de su cargo de secretaria en la Mesa de la Cámara, al considerar que había una pérdida de confianza.

Se da la circunstancia de que las dos denunciantes son próximas a Laura Borràs, mientras que la dirección de la formación en el Parlament -liderada por Albert Batet y Mònica Sales- cuenta con el apoyo del secretario general del partido, Jordi Turull. Este mismo fin de semana, Turull aprovechó la celebración del consejo nacional de la formación para mostrar públicamente su posición. "Gracias por el trabajo que hacéis y por cómo lo hacéis", despachó desde El Morell, cobrando especial importancia el término "cómo", a pesar de que evitó las referencias explícitas a los casos.

Suscríbete para seguir leyendo