El horizonte electoral

Sánchez y Feijóo volverán a medirse en las europeas de junio: el PP busca un plebiscito sobre la amnistía

Feijóo se la juega en Galicia ante un PSOE que echará el resto para arrebatarle su feudo

La presidencia de la UE también ha sido una baza de Sánchez contra Feijóo: "No tiene proyecto"

Así están las encuestas de las elecciones europeas 2024 en España y Europa

Temor en el PP por el impacto en su electorado si Bruselas o los jueces no frenan la amnistía

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, el pasado 22 de diciembre en el Congreso.

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, el pasado 22 de diciembre en el Congreso. / JOSÉ LUIS ROCA

Juan Ruiz Sierra
Pilar Santos
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las urnas no descansan. Tras las generales del pasado verano y las complejas negociaciones que desembocaron en la investidura de Pedro Sánchez, el nuevo año llega cargado de citas: las elecciones gallegas del 18 de febrero, las vascas todavía por anunciar y quizá también las catalanas, si Pere Aragonès opta por el adelanto. Junto a todas estas convocatorias, Sánchez y Alberto Núñez Feijóo tienen marcado en rojo una fecha en la que volverán a medirse de forma mucho más clara que en los distintos comicios autonómicos: las europeas del 9 de junio

El PP quiere convertir la convocatoria en un plebiscito sobre el líder del PSOE por dos hechos: la ley de amnistía pactada con el independentismo catalán a cambio del apoyo a su reelección como presidente del Gobierno y la alianza con EH Bildu que ha permitido a los abertzales recuperar la alcaldía de Pamplona. La controvertida medida de gracia, que acaba de arrancar su tramitación parlamentaria y se espera que entre en vigor en torno al mes de abril, no estuvo apenas presente en la campaña de las generales. Sánchez continuaba insistiendo entonces en que se trataba de un proyecto inconstitucional. En octubre, en cambio, cuando los socialistas admitieron de forma pública la negociación con Junts y ERC sobre este tema, el dirigente socialista hizo “de la necesidad virtud” y empezó a defenderla. Los populares niegan la mayor: “No lo hace por la convivencia en Catalunya sino por su propia conveniencia”, insiste Feijóo.ç

El presidente del Gobierno intenta trasladar el debate de la medida de gracia a las políticas sociales

Los socialistas, mientras tanto, reconocen que el futuro carpetazo judicial al ‘procés’ les ha penalizado entre su electorado tradicional, como reflejan las encuestas, pero confían en que el clima haya cambiado dentro de unos meses y la sociedad haya interiorizado por entonces los “efectos beneficiosos” que la medida de gracia tendrá para Catalunya. Pasada la investidura, Sánchez y sus colaboradores intentan trasladar el foco a las políticas sociales, y ese es el pilar sobre el que quieren basar la campaña de las europeas, así como en las múltiples alianzas en ayuntamientos y comunidades de los populares con la ultraderecha de Vox, buscando al mismo tiempo subrayar la presunta ausencia de “proyecto europeo” de Feijóo.  

Ante un ambiente tan cargado, y en unos comicios atípicos como los europeos (donde la circunscripción es única en toda España y la participación suele ser baja para elegir a los 61 diputados nacionales en el Parlamento comunitario), los cabezas de lista tienen una importancia menor. Los dos partidos mayoritarios aún no han elegido a sus aspirantes, pero ya han comenzado a explorar posibilidades. 

El líder del PP tendrá que decidir si propone a los políticos de Ciudadanos ir en sus listas 

El nombre que más suena en el PSOE es el de Teresa Ribera. Vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Ribera ha logrado un importante capital político internacional gracias a las negociaciones en las sucesivas Cumbres del Clima y a proyectos como la llamada “excepción ibérica”, el mecanismo que limita los precios del gas para generar electricidad en España y Portugal. Su candidatura, como la de Josep Borrell hace cinco años, también sería el primer paso para que diera el salto a la Comisión. Pero la última palabra la tendrá Sánchez.  

En la cúpula del PP se da por hecho que Dolors Montserrat no repetirá como cabeza de lista y en las quinielas aparece destacado Esteban González Pons, que ya ha sido eurodiputado entre los años 2014 y 2023. Se fue a regañadientes a Europa cuando se lo pidió Mariano Rajoy, pero acabó disfrutando y haciéndose un hueco en la dirección del Partido Popular Europeo (PPE), puesto que dejó cuando cambió el liderazgo del PP, en 2022, y Feijóo lo quiso cerca.

Los dos se veían ya en el Gobierno central, donde Pons habría tenido un puesto clave. Sin embargo, ante el nuevo escenario, en la oposición, el ahora vicesecretario de Institucional vuelve a mirar al Parlamento europeo con ganas, según varios de los vicesecretarios que tratan con él a diario. En los próximos meses, Feijóo tendrá que decidir a quién quiere de número uno y también si desea continuar con la absorción de políticos de Ciudadanos, esta vez en las listas europeas.

La vicepresidenta Teresa Ribera se perfila como favorita para encabezar la candidatura del PSOE

El aperitivo de Estrasburgo

Pons ha sido, de hecho, el encargado de activar al PPE para dar la batalla en Estrasburgo. El 13 de diciembre se vivió en aquel hemiciclo un aperitivo de la contienda de junio. Sánchez compareció en la Eurocámara para dar cuenta de la presidencia española de la UE y centró su discurso en asuntos internacionales. En cambio, el líder del PP europeo, el alemán Manfred Weber, optó por volcarse en contra de la amnistía y los pactos del PSOE con el independentismo, forzando al jefe del Ejecutivo a defender la futura norma.

En una línea que el PSOE seguirá durante la campaña de las europeas, Sánchez también colocó los acuerdos del partido de Feijóo con la ultraderecha ante el espejo de Alemania. “Señor Weber, ¿sabe lo que está haciendo Vox en sus pactos con el PP? ¿Sabe que están eliminando las políticas de violencia de género, censurando conciertos, películas y obras de teatro, a la vez que recuperan los nombre de calles de personas vinculadas con la dictadura franquista? ¿Ese sería su plan para Alemania? ¿Devolverles a las calles y plazas de Berlín los nombres del III Reich?”, le preguntó. 

Los populares temen que Vox saque provecho en las urnas si la Comisión no se manifiesta en contra del carpetazo al 'procés'

“No puede decir que no es constitucional y luego que sí. Europa está preocupada, la Comisión está formulando preguntas sobre la ley de amnistía”, había dicho justo antes el líder del PP europeo. 

El papel de la Comisión

Dentro de sus intentos por frenar la medida de gracia, el PP otorga una enorme importancia a la vía europea, pese a que hay serias dudas en el seno del partido sobre las posibilidades de que Bruselas acabe llamando la atención al Gobierno español. El asuto ya ha salido en alguna reunión interna del PP. Los populares temen que, si al final la Comisión Europea, no alza la voz contra la amnistía, Vox pueda beneficiarse. 

“La Comisión Europea no adopta una posición inicialmente sancionadora. Su respuesta es gradual y, en este caso, incluso ha pedido información cuando no había aún texto legal”, recuerda el eurodiputado popular Javier Zarzalejos, en referencia a la carta que el comisario de Justicia europeo, Didier Reynders, mandó al Ejecutivo pidiendo explicaciones sobre la amnistía. Reynders ya avisó de que el análisis “independiente y objetivo” llegará después de que se conozca el texto completo de la ley, enmiendas parciales incluidas. Los partidos podrán introducir cambios en la norma en las próximas dos semanas. 

Pero los socialistas no transmiten nerviosismo ante esta posible tarjeta amarilla de Bruselas. Insisten en que el carpetazo judicial del ‘procés’ es un “asunto interno” y recuerdan que en los últimos 70 años distintos países de la UE han aprobado 54 leyes de amnistía.

Suscríbete para seguir leyendo