Los cinco nuevos ministros del Gobierno bajo la lupa de la Generalitat

El Govern ha decidido dar una bienvenida más bien indiferente al nuevo ejecutivo de Pedro Sánchez, pero eso no significa que no tenga ya identificados a los ministros con los que tendrá que lidiar con los asuntos más complejos. Con algunos ya tienen una larga trayectoria de acuerdos y de encontronazos. Con otros, apenas se conocen. Estos son los cinco miembros del gabinete socialista que, inevitablemente, estarán bajo la lupa de la Generalitat.

Óscar Puente: Rodalies y el aeropuerto

Sin demasiado tiempo para asentarse en el cargo, el nuevo titular de Transportes es el responsable de dos asuntos que han tensado sobremanera las relaciones entre la Moncloa y el Palau de la Generalitat: Rodalies y la ampliación del Aeropuerto de Barcelona. Con los trenes, el nuevo ministro debería ser el encargado de ejecutar el traspaso integral de la competencia pactado por ERC y el PSOE en el acuerdo de investidura. La Generalitat nunca mantuvo unas buenas relaciones con la antecesora del nuevo ministro, la dirigente del PSC Raquel Sánchez. "El trabajo de los anteriores ministros del PSC no sirvió para desencallar ninguno de los problemas que afectan a los catalanes", critican desde la plaza Sant Jaume, y añaden, con algo de sorna, que ahora en el ejecutivo habrá "más ministros de Valladolid que del PSC". Puente será uno de ellos. Aragonès, este lunes en una entrevista en TV3, ya lanzó este dardo: "Hasta ahora no he encontrado diferencias entre los ministros que son del PSC y los que no".

En el tema de los aviones tampoco hay mucha más sintonía. Sobre la mesa, Puente se encontrará con una petición reciente de la Generalitat -enviada por carta a la ministra saliente- para crear de forma inmediata una comisión bilateral sobre el futuro del aeropuerto. "Nos contestaron que buscarían fecha, pero nunca más hemos sabido nada", indican desde la administración catalana.

Félix Bolaños: una relación fructífera

Si alguien en el Gobierno ha lidiado con la 'Carpeta Catalunya' en los últimos tiempos ese ha sido el ministro Félix Bolaños, que ha estado en todas las salsas. Miembro de la mesa de diálogo y negociador de la reforma del Código Penal y la ley de amnistía, es uno los ministros con más relación con el Palau de la Generalitat, sobre todo con la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà.

Aunque han mantenido encontronazos fuertes, como cuando estalló el caso Pegasus de espionaje a los líderes independentistas, las relaciones han sido fluidas y fructíferas por ambas partes. En la pasada legislatura, Bolaños consiguió poner los votos de ERC al servicio de la estabilidad de Sánchez y, a cambio, la Generalitat logró dos reformas legales clave para desjudicializar el 'procés'.

María Jesús Montero: un mal precedente

La ministra de Hacienda también es ya una de las figuras 'clásicas' en las relaciones entre el Estado y la Generalitat. De su ministerio han salido los tres últimos Presupuestos Generales del Estado (PGE) que han contado sucesivamente con el apoyo de Esquerra. A diferencia de Bolaños, en este caso las relaciones parecen más deterioradas. En la negociación de la investidura, los republicanos llegaron a culparla directamente de que las conversaciones con el PSOE no avanzaran. "Los acuerdos políticos siempre se encallan en el ministerio de Hacienda" era el lamento que esos días llegaba del Palau de la Generalitat. Ella será la encargada de abordar la condonación de la deuda que se ha pactado con el Govern y, de nuevo, de negociar las cuentas públicas.

José Manuel Albares: la oficialidad del catalán

La lupa de la Generalitat también estará puesta en el ministerio de Asuntos Exteriores, ya que sobre la mesa de José Manuel Albares fue a parar el encargo de conseguir la oficialidad del catalán en la Unión Europea. El Govern ha reconocido la implicación y el talante del ministro en este asunto, pero esta relación solo podrá acabar bien si se logra el objetivo final, es decir, que Catalunya sea la vigesimoquinta lengua oficial de la Unión. Si no es así, el Govern ya ha dejado claro que no piensa compartir las culpas.

Ángel Víctor Torres: una comisión desactivada

Como en el caso de Óscar Puente, la relación previa con la Generalitat del nuevo ministro de Política Territorial es una hoja en blanco aún por escribir. En el ministerio de Ángel Víctor Torres recaerán las relaciones con las comunidades autónomas y volverá a tener la petición desde Catalunya de mantener un trato bilateral. La Generalitat consiguió en 2022 reactivar la comisión Bilateral Generalitat-Estado llegando a varios acuerdos de calado que, sin embargo, aún hoy están pendientes de ejecutarse en su totalidad. En febrero, hará dos años de la última reunión de una comisión que se reactivó con muchas expectativas, pero que ha vuelto a embarrancar confirmando la maldición que le lanzó en 2014 Josep Antoni Duran i Lleida cuando dejó de formar parte de ella: "No soy capaz de aguantar la presidencia de un ente que no hace nada".

'Bonus track': Defensa e Interior

A priori, Defensa e Interior no tienen por qué ser dos ministerios con una intensa relación con Catalunya, pero ERC expresó este lunes su malestar por la continuidad en el gabinete de Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska, a quienes acusó de no ser tener "sensibilidad" con "los derechos humanos". La Generalitat responsabiliza a la titular de Defensa -de quién depende el Centro Nacional de Inteligencia (CNI)- de no haber hecho nada por aclarar el caso de espionaje Pegasus. Al titular de Interior le reprocha algunas de sus instrucciones cómo juez, aparte de rencillas posteriores como por ejemplo por sus contundentes declaraciones contra el Tsunami Democràtic, un movimiento amparado por Esquerra.

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