Cónclave en el Palau de la Generalitat

La Comisión Bilateral se reúne en Barcelona entre el descontento de la parte catalana

La Generalitat se queja del celo negociador, cuando no de las rectificaciones, del Gobierno

Reunión de la Comisión Bilateral Generalitat-Estado, en la sede del Ministerio.

Reunión de la Comisión Bilateral Generalitat-Estado, en la sede del Ministerio. / JOSÉ LUIS ROCA

Xabi Barrena

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Sin excesivo retraso, pues han pasado seis meses y 16 días de la anterior reunión, pero con el ambiente enrarecido por lo que la parte catalana entiende que es un excesivo celo negociador, Estado y Generalitat vuelven a encontrarse en el foro estatutario y , por ende, constitucional de la Comisión Bilateral. Los acuerdos a sancionar son de poca enjundia, o al menos de rango inferior de aquellas cuestiones que se abordarán en el capítulo de ruegos y preguntas y sobre las que ya hay, en algunos casos, un principio de acuerdo.

 En cuanto a las cuestiones que quedarán listas ya para el papeleo previo al traspaso efectivo se cuentan la gestión de las becas para estudiantes, sobre el que quedaba pendiente el enorme fleco del traspaso de fondos, unos 120 millones anuales, que la Generalitat exigía al Estado; la gestión de seguros escolares y revisar las competencias en la gestión de los juzgados.

Paquete inmobiliario

Asimismo, está previsto el traspaso de un paquete de activos inmobiliarios y de titularidades de vías de circulación. La estación metereológica del Turó de l’Home, propiedad del Estado desde que las tropas nacionales la arrebataron a la Generalitat durante la guerra civil, es decir, se trata de un botín de guerra, sería un ejemplo de lo primero junto con el edificio del Registro Civil de la barcelonesa plaza de Ducs de Medinaceli. Y las autopistas B-23 (de enlace entre la AP-7 y la avenida de la Diagonal) y la B-30 (la vía rápida de circunvalación incompleta de la conurbación barcelonesa), de lo segundo.

De los aspectos encauzados pero no prestos a la transferencia, tal y como adelantó este diario el martes, destaca el ingreso mínimo vital y la posibilidad de que el Govern convoque plazas a secretario municipal. La delegación catalana, presidida por la ‘consellera’ de Presidència, Laura Vilagrà, pese a contar con el vicepresidente Jordi Puigneró en la comitiva,  estará formada por el titular de  Economía, Jaume Giró, la delegada de la Generalitat en Madrid, Ester Capella, y el ya citado responsable de Polítiques Digitals i Territori.

 La delegación del Gobierno central contará con el secretario de Estado de Política Territorial, Alfredo González; el secretario de Estado de Hacienda, Héctor Fernando Izquierdo; el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales, Rafael Simancas, y la delegada del Gobierno en Catalunya, Maria Eugènia Gay. Todos bajo el liderazgo de la ministra de Política Territorial y portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez.

La 'yenka' bilateral

El ambiente que presidirá el cónclave será de cierto descontento por la parte catalana, prima hermana de la que existe por el “bloqueo”, según definió el propio Pere Aragonès, de la mesa de diálogo. “Por cada paso adelante que se da, hay dos para atrás” se queja un voz de la Generalitat que recuerda, incluso, como el Gobierno se ha desdicho del traspaso de la gestión de plazas del MIR y del Salvamento Marítimo, pese haberse pactado en la reunión del 2 de agosto.