Aragonès evita el choque con Puigdemont: "Celebro que coincidamos en la vía de la negociación"

A pesar de la dureza con la que el expresident Carles Puigdemont ha desdeñado la estrategia negociadora de ERC con el PSOE durante los últimos años, asegurando que "el 'a cambio de nada' se ha ido a la papelera de la historia", el president Pere Aragonès ha querido evitar el choque y ha recibido con guante de seda el pacto al alcanzado este jueves por Junts para dar sus siete votos a la investidura de Pedro Sánchez. "Celebro que coincidamos en la vía de la negociación, con los acuerdos gana Catalunya", se ha limitado a decir el jefe del ejecutivo catalán a la prensa en los pasillos del Parlament.

Aragonès ha querido poner en valor que pueda salir adelante la ley de amnistía y los "acuerdos de mejoras de las condiciones de vida de los ciudadanos", en referencia al pacto alcanzado entre ERC y el PSOE la semana pasada para el traspaso de Rodalies y la condonación del 20% de la deuda del FLA.

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En un sentido similar se ha expresado la portavoz de los republicanos, Raquel Sans, en una rueda de prensa desde el Parlament en la que tampoco ha querido entrar al trapo. Según la portavoz, el acuerdo de Junts con el PSOE "evidencia que la vía de las negociaciones" es la que "permite avanzar como país" y considera que el texto firmado este jueves en Bruselas, sumado al de ERC, es "muy bueno" porque "permite avanzar en la segunda fase del conflicto político".

Con esta afirmación ha querido defender que el reconocimiento de "la existencia del conflicto político" viene de la "legislatura anterior", así como los indultos o la derogación del delito de sedición. Pero ha evitado ir más allá. Lo que sí ha hecho ha sido reivindicar que la amnistía "no es el final de nada", ya considera que lo que hace es "poner el contador a cero" para poder "avanzar", y ha celebrado que se exoneren casos como los del Tsunami Democràtic o el de los CDR acusados de terrorismo. 

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También desde el Parlament se ha pronunciado la líder de los Comuns, Jéssica Albiach, que ha celebrado el acuerdo asegurando que hoy "es un buen día para Catalunya" porque "pierden los que quieren incendiarla". Albiach ha agradecido a posconvergentes y socialistas que hayan sido capaces de pactar "los desacuerdos" porque considera que es un "primer paso" y porque cree que permitirá la repetición de un gobierno "progresista". Preguntada por si los Comuns tendrán un ministerio en el futuro ejecutivo dirigido por Pedro Sánchez, Albiach ha respondido que "evidentemente", aunque no ha querido avanzar ningún nombre.

La CUP ve el final de un "ciclo"

La euforia de los Comuns ha contrastado con los lamentos de la CUP, que consideran que hoy se ha acabado "un ciclo político". El diputado Xavier Pellicer ha asegurado que Junts ha hecho "el mismo salto" que ERC en la legislatura anterior y que se han dejado "fuera" del pacto "el derecho a la autodeterminación". Según los cupaires, el único cambio con la legislatura anterior es que ahora habrá "dos mesas de diálogo" y ha tachado el acuerdo de Junts de "volátil" e "inconcreto". "Aleja la independencia", ha criticado Pellicer, que les ha acusado de "vaciar de soberanía el Parlament" por haber "cocinado" el pacto fuera de la Cámara catalana. 

Todo ello el mismo día en que ERC y Junts han rechazado -con su abstención- una propuesta parlamentaria de la CUP en la que pedían elaborar una nueva ley de referéndum de autodeterminación, entendiéndola como el paso previo a la realización de esta consulta antes de que finalizara la actual legislatura -a más tardar, en febrero de 2025-.

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Mientrastanto, desde Madrid, pero también sobre el acuerdo, se ha pronunciado la consellera de Exteriors, Meritxell Serret, que considerado que significa que Junts entra "en la dinámica de la negociación para poder avanzar en el conflicto". Serret ha hecho estas declaraciones desde la capital, donde se ha reunido con varios embajadores para lograr la oficialidad del catalán en la Unión Europea. Sobre este asunto, la titular de Exteriors ha prometido seguir "presionando" para que sea una "realidad lo más pronto posible" y ha exigido al Gobierno que no rebaje "el nivel de exigencia" ahora que tiene garantizada la investidura.