Actividad mercantil

¿Volverán las más de 5.000 sedes de empresas que se marcharon de Catalunya?

Catalunya sigue perdiendo más sedes empresariales de las que gana

Foment reclama "estabilidad" al próximo Gobierno para facilitar que las sedes empresariales vuelvan a Catalunya

Abertis

Abertis / AFP / DANI POZO

Agustí Sala

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Uno de los puntos que se incluyen en el acuerdo entre el PSOE y Junts para la investidura de Pedro Sánchez se refiere a la fuga de sedes de empresas sufrida por Catalunya, especialmente en 2017, por el referéndum declarado ilegal por el Tribunal Constitucional. El documento prevé "un plan para facilitar y promover el regreso a Catalunya de la sede social de las empresas que cambiaron su ubicación a otros territorios en los últimos años".

Desde la etapa del 1-O se han marchado de Catalunya unas 5.200 sedes y han desembarcado unas 2.500. En el mismo periodo, el proceso en la Comunidad de Madrid ha sido el inverso, con un saldo positivo de 1.749 sedes inscritas, fruto de la llegada de 8.037 y la marcha de 6.288 durante este periodo.

¿Qué mecanismo facilitó la salida de sedes en 2017?

Con el referéndum del 1 de octubre de 2017 se vivió un auténtico tsunami de salidas de sedes de empresas de Catalunya. La fuga masiva se prolongó durante los meses de octubre y noviembre de ese año. Entre ellas, las participadas por La Caixa, que como otras compañías, habían pedido al entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, un cambio legal para facilitar esa mudanza. Un real decreto aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) facilitaba el cambio rápido de residencia de una compañía, de modo que esta podía tomar la decisión por parte del consejo de administración, sin tener que pasar por el trámite de una junta de accionistas, aunque los estatutos de la sociedad dijeran lo contrario. Las entidades a las que corría más prisa poder llevar a cabo este movimiento eran los bancos, que no se podían permitir correr el riesgo de estar ni una décima de segundo fuera de la zona del euro. CaixaBank trasladó su sede a València y el Banc Sabadell, a Alicante.

¿Qué empresas iniciaron el cambio de residencia?

El 4 de octubre de 2017 empezó todo. Oryzon, la biotecnológica fundada por Carlos Buesa, inició el baile ese día al anunciar que se llevaba su sede a Madrid. A esta compañía le siguieron el Banc Sabadell, que comunicó el traslado de su sede social a Alicante, aprovechando la sede de la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), el 5 de octubre; al igual que CaixaBank, que optó por situar su sede en el antiguo Banco de València y se ha afianzado en la capital del Túria tras absorber a Bankia. Al día siguiente, el 7 de octubre la Fundación La Caixa y su sociedad de participadas, Criteria, anunciaron el traslado de su cuartel general a Palma de Mallorca y ese mismo día, Agbar hizo lo mismo y optó por Madrid, aunque en septiembre de 2018 devolvió la sede de su matriz, SGAB, a Barcelona. También Abertis, Cellnex o Colonial optaron por la capital de España. Los anuncios siguieron con Gaesco, SegurCaixa Adeslas o VidaCaixa, el 9 de octubre; o al día siguiente por parte de Catalana Occidente (hoy Occident), Planeta, Indukern o Edreams, todas ellas a Madrid; así como Idilia Foods (Cola-Cao, Nocilla), el 11 de octubre, que optó por València. Y el baile siguió con Bimbo Iberia, Applus, a Madrid; Codorniu a Haro (La Rioja); La Bruixa d'Or, a Pamplona o el Grupo Gallo a El Carpio (Córdoba), así como Laboratorios Ordesa, a Huesca; Cementos Molins, a Madrid, con pugna judicial entre accionistas familiares incluida, entre otras.

¿Cuál ha sido la evolución posterior?

El peor ejercicio fue el de 2017. Actualmente, el saldo entre las sedes empresariales que abandonan y las que aterrizan en la comunidad sigue siendo favorable a las primeras, es decir, a las que se marchan. En lo que va de este año, hasta el 30 de septiembre, han hecho las maletas 679 sociedades, mientras que las que han optado por Catalunya son 571, lo que arroja un saldo negativo de 108, según los datos de los colegios de registradores. En total, en el mismo periodo, la Comunidad de Madrid, aunque ha perdido fuerza e incluso cedió más de las que ganó en el segundo trimestre, registra un aumento neto de 17 sedes, al haber registrado 1.293 hasta el pasado 30 de septiembre y 1.276 salidas. Desde 2017, el año del referéndum del 1-O, se han marchado más de 5.200 sedes y, en cambio, a lo largo de este periodo han optado por ubicarse en Catalunya más de 2.500, según los datos del Registro Mercantil. En Madrid sucede exactamente lo contrario, con la excepción del año pasado en el que se registró un cambio testimonial en el último trimestre, con 376 salidas y 373 llegadas y en el segundo trimestre del ejercicio actual. A lo largo de este este periodo la comunidad de la capital de España acumula un saldo positivo de 1.749 sedes inscritas, fruto de la llegada de 8.037 y la marcha de 6.288 durante este periodo.

¿Ha habido intentos de atraer a los que se mudaron?

Aunque inicialmente, el actual president Pere Aragonès se mostró partidario de llevar a cabo alguna acción para atraer a empresas que cambiaron de sede, después esto se descartó. El argumento de la Generalitat era que eso sería discriminatorio con respeto a las compañías que mantuvieron su sede social en Catalunya. Por ejemplo, dos compañías del Ibex, Fluidra y Grífols, optaron por quedarse, junto con otras muchas. De todas formas, esta es una cuestión que sigue preocupando al mundo empresarial, aunque no se ha traducido en la marcha de sedes operativas, pero sí en la pérdida de juntas de accionistas o consejos de administración. El nuevo presidente de la Cambra de Barcelona, Josep Santacreu, considera que hay que atraer a las sociedades que mudaron su sede social. También el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, reclamó recientemente durante la entrega de premios y medallas de honor de esta patronal "estabilidad económica" para que las empresas que cambiaron su sede social tras el referéndum del 1 de octubre vuelvan a Catalunya. Trabajar por conseguir el regreso de muchas de las sedes que se mudaron fue uno de los compromisos electorales de Sánchez Llibre cuando accedió a la presidencia en 2018 y lo volvió a hacer tras los comicios del año pasado. "Aquí es donde deben estar", sentenció. Tras conocer el acuerdo entre PSOE y Junts, esta patronal ha valorado cualquier acuedo que faciliute el regreso de sedes sociales empresariales a Catalunya.

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