Negociaciones de investidura

El PSOE pacta con Puigdemont registrar la ley de amnistía antes de la investidura y espera a ERC

La reunión del PSOE con Puigdemont encarrila el pacto de investidura

Illa pide al PSC que apoye "sin fisuras" la amnistía: "No queremos resentimiento"

Sánchez pedirá aval previo sobre la amnistía a las bases del PSOE para tener carta blanca con ERC y Junts

El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y el jefe de gabinete de Pedro Sánchez, Óscar López, este martes en el Congreso.

El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y el jefe de gabinete de Pedro Sánchez, Óscar López, este martes en el Congreso. / JOSÉ LUIS ROCA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando anunció sus condiciones para apoyar la investidura de Pedro Sánchez, a principios de septiembre, Carles Puigdemont pidió que la ley de amnistía del ‘procés’ estuviese aprobada antes de la reelección del presidente en funciones. La exigencia, sin embargo, se ha ido desinflando conforme ha avanzado una negociación que se encuentra en su fase final. Cuestión de días. El encuentro que mantuvo este lunes en Bruselas el ‘expresident’ y líder de facto de Junts con el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, sirvió para terminar de desbrozar el camino. Fuentes socialistas explican que la idea, con la que comulgan los posconvergentes, pasa por registrar la futura norma antes del debate de investidura y que esté firmada por todos los que apoyarán a Sánchez en el Congreso: el PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, el PNV y el BNG. 

De cumplirse este horizonte, y los colaboradores de Sánchez se muestran muy esperanzados de que se cumplirá, será también una forma de aplicar el “pago por adelantado” que ha venido reclamando Puigdemont. Es decir, que los frutos del pacto se materialicen previamente a la reelección del líder socialista al frente de la Moncloa. 

La proposición de ley podría registrarse incluso esta misma semana, a la espera de que termine de desencallarse la negociación con ERC, que desde hace días se queja de que la vertiente económica del pacto (financiación y traspaso de Rodalies) continúa estando verde y al mismo tiempo pide que la amnistía incluya el llamado Tsunami Democràtic, la plataforma independentista que protestó, a través de graves disturbios, contra la sentencia del Tribunal Supremo sobre el referéndum del 1-O.

Todo se está moviendo muy rápido. El PSOE contempla que este viernes, día en el que está convocada una reunión de la Mesa, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, anuncie la fecha del debate de investidura, que en principio tendría lugar la semana que viene. El órgano rector de la Cámara podría calificar la ley de amnistía en esta reunión para acudir a la investidura con el compromiso cumplido de haber iniciado el trámite parlamentario de la amnistía. Posteriormente se celebrará una Junta de Portavoces que también podría ordenar el pleno. 

Hay algo que facilita todo este esquema temporal: si Sánchez sella su acuerdo con el soberanismo catalán, vasco y gallego, contaría con 178 votos a favor. O 179 si finalmente se adhiere también Coalición Canaria. En cualquier caso, se trataría de una suma por encima de los 176 de la mayoría absoluta, así que el presidente en funciones sería reelegido en primera votación.  

La fecha exacta, sin embargo, continúa sin estar clara. Aun así, los colaboradores del secretario general del PSOE aseguran que no se vería condicionada por la cumbre que los socialistas europeos celebrarán el 10 y 11 de noviembre en Málaga. Al fin y al cabo, Sánchez solo acudirá a este encuentro en la última jornada, para el discurso de clausura. “A partir del domingo”, cuando se conocerán los resultados de la consulta a los militantes del PSOE sobre los pactos de investidura, “cualquier día es bueno”, apuntan desde la cúpula del PSOE. Con todo, pretenden que sea cuanto antes. 

Los negociadores socialistas ya habían trasladado a sus diferentes interlocutores la pretensión de plasmar la firma de todos ellos en la proposición de ley sobre la amnistía, como adelantó El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, al que pertenece este diario. Diluir el coste de la medida con una iniciativa conjunta y, al mismo tiempo, blindar el texto pactado con los independentistas en su tramitación parlamentaria, sin enmiendas o debates superpuestos. Todo ello con el compromiso de registrarla antes de la investidura, que se espera inminente. 

Fuentes directas de la negociación confían en que haya “consenso” para una firma conjunta e insisten en que sería lo lógico al tratarse de una demanda de otros 56 diputados, a los que se sumarían los 121 del PSOE. “Estamos intentando cerrar todo con todos”, señalan los mismos interlocutores. 

La rivalidad entre republicanos y posconvergentes

Los socios, sin embargo, contemplan la rivalidad entre ERC y Junts con desconfianza. Temen que si uno se resiste a firmar, aunque pacte y apoye el texto, el otro siga sus pasos. La reforma del reglamento para el uso del catalán, gallego y vasco en el Congreso, que partió del acuerdo con Junts y ERC para la elección de Armengol como presidenta de esta cámara, se registró con la firma de todos los socios soberanistas menos los posconvergentes. Estos últimos lo justificaron alegando que así evitaban que se les etiquetase dentro de un bloque o como socio del Gobierno de coalición.

En Ferraz abundaban este martes en que la firma conjunta de la futura ley supone un paso “lógico”. A través de una carta enviada este lunes a la militancia del PSOE para reclamar su aval a las negociaciones de investidura, el presidente en funciones reconocía que “para alcanzar la mayoría necesaria que permita seguir avanzando en la senda del progreso y la convivencia” había “que acordar con una mayoría parlamentaria aún más amplia”. Una suma, continuó, que “demanda seguir avanzando en el reencuentro para superar las heridas aún abiertas”.

Una hora de reunión con el ‘expresident’

Los socialistas rezumaban optimismo este martes en el Congreso, donde tuvo lugar la jura de la Constitución por parte de la princesa Leonor, un día después de la determinante reunión en la Eurocámara entre su número tres y Puigdemont. El encuentro, explican fuentes de la dirección del PSOE, duró cerca de una hora y fue “muy bien”, como reflejó el comunicado pactado con los posconvergentes, que destacó el “buen ambiente” de la cita y certificó que las negociaciones avanzaban en la “buena dirección”. Allí, continúan los mismos interlocutores, no solo se abordó la propia investidura, sino también el escenario que se abre en esta legislatura, incluyendo los Presupuestos Generales del Estado del próximo año.

Pero todavía quedan algunos flecos por pulir, como la figura del mediador internacional para vigilar el cumplimiento del pacto que reclama el ‘expresident’ y que el PSOE asegura rechazar, pero los colaboradores de Sánchez creen que se solucionará a muy corto plazo. En principio, a través de contactos telefónicos, aunque tampoco se descarta que haya nuevas citas presenciales. Lo que no contemplan los socialistas es una reunión entre Sánchez y Puigdemont. 

El encuentro de este lunes tuvo lugar en las dependencias de Junts en el Parlamento Europeo, en una sala presidida por una enorme fotografía que muestra a un grupo de jóvenes que alzan una urna durante el referéndum del 1 de octubre de 2017. La imagen fue retirada recientemente de una exposición organizada por el propio Puigdemont en la cámara comunitaria. Sin embargo, la urna en sí misma no aparecía en la foto y el vídeo que distribuyó el PSOE de la reunión. Fue convenientemente cortada. Pero los socialistas aseguran que no se sintieron incómodos por su presencia. Fuentes del partido de Sánchez explican que están a favor del “reencuentro” y que el Ejecutivo, en ocasiones como la actual, en la que está en juego la gobernabilidad de España, tiene que elevarse por encima de este tipo de controversias.  

Suscríbete para seguir leyendo