Los preparativos de la investidura

La reunión del PSOE con Puigdemont encarrila el pacto de investidura

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Sánchez defiende a fondo la amnistía: "Catalunya está lista para el reencuentro total"

Carles Puigdemont se reúne en Bruselas con el número tres del PSOE, Santos Cerdán

Fidel Masreal
Juan Ruiz Sierra
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Todas las piezas empiezan a encajar para la investidura de Pedro Sánchez. En un gesto que puede ser casi definitivo, el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, se reunió este lunes por la tarde en el Parlamento Europeo con el 'expresident' Carles Puigdemont, según informaron tanto los socialistas como Junts en sendos comunicados. El objetivo de la cita no fue otro que terminar de desencallar la reelección de Sánchez, que el PSOE quiere que tenga lugar la semana que viene.

En un síntoma de que el futuro pacto se encuentra cerca de firmarse, como publicó EL PERIÓDICO al mediodía, los dos partidos dieron idénticas explicaciones. Ambos escritos destacan el "buen ambiente del encuentro" y constatan que las "negociaciones avanzan en la buena dirección".

Pero todavía faltan flecos por pulir. Entre otros, un mediador que vigile el cumplimiento del acuerdo, que Junts quiere que sea una figura internacional, algo que los socialistas rechazan, ofreciando a cambio otros mecanismos de verificación. Puigdemont y Cerdán, de hecho, "se han emplazado a seguir hablando en los próximos días". Fuentes socialistas explican que quizá haya más reuniones de este tipo.

En el encuentro, explican los dos partidos, estuvieron también presentes el secretario general de los posconvergentes, Jordi Turull; la presidenta del PSOE en el Parlamento europeo, Iratxe García-Pérez, y el jefe de la delegación socialista en el Parlamento Europeo, Javier Moreno.

Una cita ya prevista

El pasado 24 de agosto, un mes después de las elecciones generales, este diario publicó que Puigdemont buscaba una reunión con el PSOE para sellar el pacto de investidura. Fuentes socialistas no descartaron entonces dar ese paso, pero explicaron que sería, en todo caso, cuando el acuerdo estuviese maduro. El momento ha llegado. 

“¿Alguien cree que Sánchez se habría mojado en el comité federal del PSOE del pasado sábado defendiendo la amnistía en profundidad si no hubiera serias opciones de pacto?”, se preguntaban a primera de la mañana fuentes de Junts. Tanto los posconvergentes como el PSOE ven ya "encarrilado" el acuerdo.

Junts no ha convocado todavía a su Consejo Nacional, su máximo órgano entre congresos, para ratificar el acuerdo. El partido tiene previsto una reunión de este ente el 2 de diciembre, cinco días más tarde de la fecha límite para evitar nuevas elecciones, pero es de carácter ordinario. Este martes se reunirá la permanente, el núcleo duro del partido, un organismo en el que sí se ponen en común las vicisitudes de la investidura. Este encuentro puede ser clave para dar carta de naturaleza al optimismo que cunde en la formación independentista.

La ley de amnistía

El PSOE apuesta porque esta semana sea la final para sellar el pacto que reelija a Sánchez como presidente del Gobierno. Los socialistas evitan darlo por hecho, pero creen muy probable que a lo largo de los próximos días se vayan cerrando acuerdos con ERC, Bildu, el PNV, el BNG y Junts, que es la pieza sobre la que, en el fondo, ha basculado toda la investidura. Los colaboradores de Sánchez siempre han confiado en el entendimiento con el resto de grupos, pero no tanto con el partido de Puigdemont. Ahora sí. Incluso los más pesimistas aseguran que habrá investidura en breve. 

“Yo sufriré hasta el último segundo, pero las cosas parecen bien enfocadas”, señala un alto cargo del PSOE que tras las elecciones del 23 de julio consideraba que el pacto con los posconvergentes era “muy difícil” y después ha pasado meses explicando que la reelección de Sánchez tenía solo “un 50% de posibilidades”. Su “sufrimiento” actual obedece a dos factores: la “imprevisibilidad” de Puigdemont y los “complejos” de ERC. 

Es en el flanco republicano donde la negociación parece menos madura. El partido de Oriol Junqueras insiste en que el acuerdo continúa “lejos”, tanto por las cuestiones económicas (financiación y traspaso de Rodalies) como por la propia amnistía del ‘procés’. Fuentes de ERC reaccionaron al encuentro de Puigdemont y Cerdán en Bruselas advirtiendo de los riesgos que supondría para la reelección de Sánchez que la medida de gracia se pactara solo con Junts. Para ellos, resulta clave que en el carpetazo judicial esté incluido el llamado Tsunami Democràtic, la plataforma independentista que protestó, a través de graves disturbios, contra la sentencia del Tribunal Supremo sobre el referéndum del 1-O. 

La ley de amnistía ya está prácticamente redactada. De hecho, el problema con Junts apenas se ha situado en los artículos de la propia norma, que será breve, sino en su exposición de motivos. Finalmente, explican los socialistas, evitará valoraciones sobre lo ocurrido durante el ‘procés’ de 2017, centrándose en una descripción fáctica como forma de elevarse por encima de las diferencias con el independentismo catalán.

El último obstáculo

Aun así, continúa habiendo un escollo: el mediador que reclama Junts para que vigile que se cumplen los términos del futuro acuerdo. Pero socialistas y posconvergentes anticipan que encontrarán una fórmula que permita solventar este obstáculo, con la mirada puesta en que la fecha de la investidura se anuncie esta semana, después de la jura de la Constitución el martes por parte de la princesa Leonor, para que el debate en el Congreso tenga lugar la siguiente. La previsión puede cambiar, pero los diputados del PSOE ya han recibido la directriz de que tienen que estar en Madrid durante esos días, un escenario que los colaboradores de Sánchez también han hecho llegar a Junts y a ERC.

Tras meses de negociación sumida en la discreción, todo se dirige ahora a un pacto que reelija a Sánchez al frente de la Moncloa y evite la repetición electoral. La mayor prueba de este cada vez más seguro desenlace, junto a las impresiones que transmiten los negociadores en privado, es el encuentro de este lunes en Bruselas y el discurso que Sánchez pronunció el pasado sábado en el comité federal del PSOE. El presidente del Gobierno en funciones dejó atrás su silencio sobre la amnistía para abrazar sin medias tintas la controvertida medida de gracia, que hasta las elecciones de julio había considerado "inconstitucional". 

“Catalunya está lista para el reencuentro total. Los representantes de más del 80% de los catalanes respaldan esta medida -dijo Sánchez-. Y por esas mismas razones, en el nombre de España, en el interés de España, en defensa de la convivencia entre españoles, defiendo hoy la amnistía en Catalunya por los hechos acaecidos en la década pasada”.